Una de las cuestiones que más preocupa a todo conductor es el gasto en combustible. Saber cómo ahorrar gasolina en nuestros desplazamientos es fundamental. Afortunadamente hay diferentes métodos y trucos que pueden permitirnos reducir nuestro consumo ostensiblemente.
Todos sabemos que el precio del combustible no es tan económico como nos gustaría, por lo que todo lo que podamos ahorrarnos es bienvenido. A la hora de conducir nuestro vehículo, existen diferentes directrices muy sencillas que pueden resultar muy útiles para ahorrar gasolina o gasoil casi sin darnos cuenta.
Aunque parezca mentira, somos nosotros mismos como conductores los que podemos disminuir nuestro consumo a través de algunas técnicas que podemos emplear sin apenas complicaciones. Y no sólo en nuestra conducción. También podemos llevar a cabo algunos trucos que pueden ayudarnos en el repostaje.
Acelera gradualmente para ahorrar gasolina
Intenta mantener siempre una velocidad óptima. El consumo puede verse más afectado si se pasa de inmediato de 100 a 120 km/h. Además, al poner en marcha el vehículo, no es necesario pisar el acelerador.
Desde que los automóviles montan motores de inyección, la tecnología permite arrancar activando el contacto. Sólo en determinados vehículos (los que poseen botón de arranque y apagado), por cuestiones de seguridad, conviene pisar el embrague o el freno. Evitar acelerones bruscos e innecesarios e incluso acelerar en ralentí en parado produce un gasto extra que podemos ahorrarnos sin ningún problema.
Circula con la presión adecuada de los neumáticos
Si los neumáticos no tienen la presión correcta o recomendada por el fabricante y se encuentran deshinchados, el consumo de combustible subirá considerablemente. Además, circular con la presión adecuada te ayudará a evitar reventones y pinchazos. Recuerda que un coche con baja presión de neumáticos gasta más gasolina que otro que los tenga en los niveles más convenientes. Existe también la posibilidad de utilizar neumáticos ecológicos que permitan un mayor ahorro.
Usa marchas largas y no cambies en bajas revoluciones
La conducción en primera no debe de sobrepasar los dos segundos, ya que se trata de la marcha de mayor consumo. Para el resto de cambios, puedes guiarte por el cuentarrevoluciones (entre 2.000 y 2.500 revoluciones en coches con motor de gasolina y entre 1.500 y 2.000 en los de Diesel) o tomar como referencia la velocidad. A partir de los 30 km/h se recomienda, por lo general, cambiar a la tercera y así sucesivamente cada 10 km/. A partir de 40 a la cuarta, de 50 la quinta y, si tiene, de 60 la sexta. Es conveniente usar en ciudad la primera y segunda marcha lo menos posible.
El peso aumenta el gasto de gasolina
Tanto el peso como la resistencia aerodinámica. Circular con exceso de carga o con una mala colocación de la misma afectarán al consumo y, en el caso de que el reparto equitativo de peso no sea el más adecuado, la estabilidad de marcha del coche será menor. Además, si el vehículo está sobrecargado, el espacio de frenada se alargará.
No es aconsejable utilizar la baca para el equipaje, aunque cuando sea indispensable, procura que los bultos no sobresalgan del perímetro del vehículo y asegúrate de que están bien sujetos.
Cambia bien de marcha en subidas y bajadas
Retrasa lo máximo que puedas las reducciones de marcha cuando te encuentres atravesando un tramo de subida. Debes incrementar la presión al acelerar pero sin pisar a fondo, mientras que en bajadas, conviene circular en la marcha más larga.
Apaga el motor en paradas prolongadas
No hace falta que recuerde cómo nos sentimos cuando nos vemos enfrascados en un atasco. Pues la desesperación por aburrimiento o retrasos indeseados no es el único ‘regalo’. El consumo de combustible es de 0,5 litros por hora aproximadamente mientras el motor se encuentre encendido y el vehículo parado al mismo tiempo. Apagar el motor es la solución más eficaz en este caso.
Para ahorrar gasolina, también es necesario anticiparse al tráfico. Lo más recomendable es observar con detenimiento todo lo que pueda suceder a nuestro alrededor y adaptarse a las circunstancias que nos rodean actuando con criterio.
Un ejemplo claro es el de circular a la distancia adecuada del vehículo que tenemos delante (al igual que de forma lateral, respetando la distancia de seguridad lateral). Esto evitará que aceleres y frenes constantemente al no tener espacio suficiente para maniobrar en condiciones. Además, se trata de uno de las causas más frecuentes de accidentes de tráfico.
Usa el aire acondicionado con la frecuencia correcta
Resulta evidente que el aire acondicionado dispara el consumo de combustible. Pero resulta que abrir las ventanillas también. Pese a que el aire acondicionado disminuye la potencia y obliga a trabajar más al motor, estudios de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos aseguran que dejar que la brisa del exterior nos invada sólo es aconsejable si nos encontramos circulando a bajas velocidades. Si no es el caso y nos encontramos circulando por la autovía, gastaremos menos gasolina utilizando el aire acondicionado.
Además, conviene estacionar en espacios con sombra para evitar que el vehículo se recaliente demasiado y así no abusar del aire una vez que se arranque. Antes de conectarlo, también se recomienda circular unos minutos con la ventanilla bajada para que así el aire caliente que se encuentra en el coche se vaya dispersando. Debe encenderse siempre que el motor haya arrancado para que así tenga más efecto.
Una ruta adecuada ayuda a ahorrar gasolina
Conocer todos los detalles del camino que vas a recorrer es otra de las reglas básicas para tener un viaje tranquilo y sin sorpresas. Economizando la ruta tendrás mayores posibilidades de ahorrar gasolina. Utilizar el GPS es la opción más recurrente.
Trucos para llenar el depósito
De la misma forma que puedes seguir unos útiles consejos para ahorrar gasolina en la conducción, también es posible hacer lo propio en el repostaje a través de diferentes métodos que nos permitirán reducir nuestro consumo de combustible.
Es conveniente llenar el depósito antes de que esté por la mitad. De esta forma, se evitará la evaporación de la gasolina al no acumular tanto aire y gastará menos cantidad que estando medio vacío o en reserva. Al hacerlo, se sugiere reponer a media presión para que salga a mayor velocidad y girar la boquilla de la manguera al terminar para que escurra mayor cantidad y se consigan más de 100 ml de carburante.
Además, es aconsejable acudir a la gasolinera por la mañana ya que el combustible se encuentra más denso por las bajas temperaturas, y por tanto se repone más cantidad.
Por último y no menos importante… ¡cuida tu coche!
Mantener tu vehículo en buen estado es una prioridad básica pero no menos importante que las anteriores para conseguir ahorrar gasolina. Con un mantenimiento adecuado de tu vehículo conseguirás reducir tus gastos en próximas reparaciones y aumentarás las posibilidades de que tenga una vida más longeva.
¿Y qué mejor forma de hacerlo que buscando una mayor tranquilidad con un seguro para tu vehículo? Si tienes dudas sobre las coberturas de tu póliza puedes consultar con uno de nuestros especialistas pinchando aquí.
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Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA
Si todo el mundo conociese estos truquitos, se ahorraría mucho combustible. Y no es una cuestión únicamente de gasto personal. Es también y sobre todo una cuestión medioambiental.