¿Cansado de que la factura de la luz o del gas natural se dispare en los meses más fríos del año? Pon en práctica los consejos que te damos para ahorrar en calefacción y mantén tu casa igual de calentita.
Las bajas temperaturas disparan nuestro consumo de calefacción, provocando unas facturas de gas natural o de luz que cuestan más de un disgusto.
Por más que intentamos evitar este hecho, cada mes frío hace que nuestro bolsillo sufra una pérdida de dinero bastante considerable.
No obstante, no está todo perdido.
Existen una serie de recomendaciones que son muy útiles para combatir el precio de la luz y del gas natural.
Estos trucos son aplicables en pisos, casas y chalets, por lo que cualquiera que se lea este artículo tendrá la opción de ahorrar en calefacción. ¡Sigue estos consejos y gasta menos este invierno!
1. Tener los radiadores a punto, sinónimo de ahorro
Hablamos de la herramienta principal para dar calor a nuestra vivienda.
Los radiadores son los responsables de que millones de familias en todo el mundo gocen de temperaturas cálidas en casa mientras el frío se instaura en las calles.
Sin embargo, para que esta herramienta tenga el máximo rendimiento, hay que seguir una par de recomendaciones.
La principal está clara: todos los radiadores de la casa deben purgarse para sacar el aire almacenado en ellos.
Esto debe hacerse antes de que el frío ya se haya instaurado en tu ciudad y, por supuesto, antes de poner en marcha la calefacción.
En caso de no purgarse debidamente, los radiadores no calentarán y desperdiciarán una cantidad importante de energía o gas natural.
Otro punto importante es el de no colocar objetos encima de los radiadores.
Aunque las prendas húmedas que coloquemos en ellos se secan con mayor rapidez, estos radiadores dejan de aportar calor a la casa, consumiendo una energía excesiva.
Lo más aconsejable para este tipo de situaciones es poner un tendedero portátil cerca del radiador, de tal forma que la ropa se secará –más lentamente- y el radiador también aportará calor al resto de la vivienda.
2. Mantener una temperatura constante no disparará el gasto
Muchos hogares no terminan de fijar una temperatura permanente en sus cuatro paredes. Es frecuente que estos pasen de almacenar mucho calor a quedarse fríos y viceversa.
El consumo de energía en estas circunstancias es importante y la factura a final de mes es una buena prueba de ello.
Por este motivo, lo mejor que podemos hacer en nuestro hogar es mantener una temperatura constante, que no suponga altibajos bruscos en el ambiente.
Para ello, es muy recomendable la instalación de un termostato que nos permita regular el clima interior de la casa.
Con mantener una temperatura de 21 ºC en casa durante el día será suficiente.
Lograr una temperatura aproximada es clave, ya que por cada grado que subas de calefacción el gasto anual ascenderá 35 euros. ¡Increíble pero cierto!
3. Aprovecha las horas de luz y ahorra consumo
Aunque hay días invernales y otoñales en los que solo se ven nubes, otros muchos días en estas estaciones el protagonista es el sol.
Las horas de luz que nos brinda esta estrella debemos aprovecharlas al máximo para calentar nuestra casa.
¿Cómo aprovechar al máximo este calor natural?
Subir las persianas y abrir las cortinas son las dos acciones más recomendadas para que la temperatura de la vivienda suba con los rayos solares.
No obstante, hay una práctica que gran parte de la gente hace mal una vez sale el sol.
Nos referimos a la ventilación.
Esta es necesaria, pero con 5-10 minutos es suficiente. En cambio, muchos hogares siguen ventilándose durante más de media hora, algo que dificulta mucho la concentración del calor en la casa.
Tanto en invierno como en verano, ¡las ventilaciones deben de ser breves!
4. Apaga la calefacción por la noche
¿Apagar la calefacción o dejarla al mínimo?
Mucha gente se hace esa pregunta todos los años cuando el frío llega para quedarse.
Aunque ambas opciones parezcan coherentes, la primera es mucho más acertada que la segunda.
Por la noche, la temperatura recomendable para mantener la casa es menor que durante el día.
Estamos hablando de 16-17 ºC aproximadamente. Con esta premisa, es innecesario –salvo en zonas con temperaturas muy bajas- mantener la calefacción por la noche.
Apagar los radiadores es un buen consejo que te permitirá ahorrar y no pasar frío, siempre y cuando tengas en cuenta las recomendaciones de este post.
¿Te interesan los consejos? ¡Sigue leyendo y descubre más!
5. Coloca aislantes en ventanas
Las ventanas son puntos de escape claros.
Las necesidades de calefacción de una vivienda se producen por pérdidas de calor que, el 30% de las veces, se originan en las ventanas.
Se trata de un dato que proporciona el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), por lo que debemos tenerlo muy en cuenta.
Muchas son las opciones para mejorar el aislamiento en las ventanas.
Una de ellas es la de incrementar la calidad del vidrio y del marco de la ventana.
Aunque si hay una opción buena, esa es el doble cristal, que reduce la pérdida de calor hasta un 50%.
También existen burletes de caucho y espuma que se colocan en aquellas ventanas que no terminan de cerrarse por completo.
Por otro lado, las cortinas son un elemento que ayuda mucho a aislar la temperatura interna de la casa.
En este punto se pueden incluir las puertas. En ellas, el calor también se escapa, aunque en menor medida que en las ventanas.
Es frecuente la colocación de burletes aislantes (muy recomendables en aquellas que dan a la calle o al jardín), que permiten taponar las rejillas que inferiores de la puerta.
Si sigues estos trucos, ¡no tardarás en notar los resultados!
6. Adapta la calefacción a tus horarios para ahorrar
Probablemente seas de los que se pasa todo el día fuera de casa trabajando.
A pesar de ello, dejas encendida la calefacción la jornada completa para que la vivienda se vaya calentando y, así, encontrarte un ambiente agradable en tu regreso. ¡Mal hecho!
Aunque es una opción que lleva a cabo mucha gente, lo cierto es que, en esta práctica, se desperdicia mucha energía-gas y, por lo tanto, mucho dinero.
Una casa no necesita varias horas para calentarse, con una es suficiente. Por ello, lo más recomendable es programar la calefacción una hora antes del regreso a casa.
Como te puedes imaginar, el termostato es una herramienta clave para poder seguir este consejo.
El mejor consejo: Tener un buen seguro de hogar
Lo barato, la mayor parte de las veces, sale muy caro.
Que se lo digan a todos aquellos que han confiado en una póliza de hogar reducida que no les cubría los posibles daños ocasionados por el frío.
Muchas son las posibles complicaciones que pueden implicar las bajas temperaturas: heladas, avería en calderas o radiadores, tuberías estropeadas, etc.
Es por ello que tener un buen seguro de hogar se convierte en un truco básico para evitarte disgustos y ahorrar en calefacción.
Los seguros de hogar que suelen cubrir este tipo de averías son algo más costosos, pero te garantizan una tranquilidad exclusiva para que no pases frío ningún invierno.
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Hay que tener presente las ventanas si queremos ahorrar, eso está claro. Buen artículo y gracias