Según los últimos estudios al respecto España se posiciona como el segundo país del mundo en cuanto a la pérdida de cabello, sólo por detrás de República Checa. Al parecer los hábitos alimenticios y el tabaquismo se unirían a factores genéticos y hormonales para provocar un mayor incremento del deterioro capilar, un problema que en estos momentos llega a afectar hasta al 43% de los ciudadanos españoles, principalmente hombres.
Esta noticia no es precisamente nueva, pero en los últimos días ha reaparecido de la mano de los medios de comunicación. Únicamente superados por la República Checa, España es el segundo país del mundo con mayor número de calvos y calvas (que parece ser que la alopecia no respeta a nadie).
Los países que mayor salud capilar disfrutan son los asiáticos, donde países como China, Corea del Sur o Taiwán, entre otros, disfrutan de mayor densidad y fuerza en cuanto a cabello se refiere, dejando entrever que existen factores genéticos de fondo. Lo cierto es que únicamente el 19% de los ciudadanos chinos sufre de esta enfermedad.
El factor clave para el mantenimiento de una densidad de pelo abundante parece encontrarse en los hábitos alimenticios de los ciudadanos asiáticos, donde el té y otras infusiones aportan parte de las vitaminas y aminoácidos necesarios para mantener una buena salud capilar.
Otro factor que genera entre los españoles una pérdida de cabello es la falta de cuidados. La incidencia del sol en nuestro país, así como las bajas temperaturas en los meses invernales, provoca alteraciones foliculares, generando una mayor cantidad de grasa. Esto genera problemas de picazón, dolor o deterioro del cuero cabelludo, que son la manifestación de una deficiencia de hierro, zinc o biotina.
Factores genéticos u hormonales
Los últimos estudios que posicionan a España como segundo país en el ranking mundial de calvos nos aportan datos objetivos sobre el porcentaje de población afectada por la alopecia. Hasta un 43% de los españoles (principalmente hombres) se ve afectado por la pérdida de pelo de tipo androgénico (causado por factores genéticos y/o hormonales).
Este problema es para los jóvenes españoles especialmente traumático, ya que el 20% de los españoles menores de 20 años se ve afectado por la alopecia en distintos grados de evolución.
La alopecia androgénica es la más frecuente entre los españoles, aunque existen otros factores, además de la predisposición genética, que nos deterioran la salud capilar. Este es el caso de trastornos como el estrés, que parece estar detrás de buena parte de los problemas de calvicie, una dieta inadecuada o el tabaquismo, que deterioran el cabello de forma grave.
En cuanto a los factores genéticos la población caucásica tiende a sufrir mayores problemas capilares. Esto hace que estemos más afectados por la alopecia que poblaciones como la asiática, africana o los nativos americanos (distinción necesaria ya que el origen de muchos “americanos” es caucásico).
Aunque hayamos centrado sobre todo el problema en Europa, durante los últimos años se ha dado un proceso de occidentalización en los países asiáticos, circunstancia que está provocando que los casos de alopecia se incrementen entre la población oriental por el cambio de hábitos de vida (la globalización también les pasa factura), siendo un problema que se concentra sobre todo en los japoneses con un 26% de su población afectada.
La cuenca mediterránea
Europa y en especial los países bañados por el Mediterráneo se han convertido en el epicentro de la pérdida de cabello mundial, donde ocho de los diez primeros países afectados por alopecia son europeos. De esta manera República Checa, España, Alemania, Francia, Italia, Polonia, Holanda y Reino Unido ocupan los puestos del “deshonor” en cuanto a la pérdida de cabello.
El secreto de este dudoso éxito es el nivel de testosterona que tienen los países del entorno mediterráneo. Un estudio elaborado por “American Journal of Physical Anthropology” sobre el vello corporal por todas las regiones del globo, aporta datos sobre la concentración de los hombres con más pelo en la zona mediterránea y Escandinavia.
Sin embargo, los niveles de testosterona solo sirven en estos casos para incrementar la cantidad de vello corporal, no la permanencia en la cabeza. En cuanto al género femenino parece que las alteraciones hormonales asociadas a la menopausia, el uso de anticonceptivos o la maternidad son las que provocan una mayor pérdida de cabello.
El coronavirus y los calvos
Por si fuera poco sufrir de alopecia, investigaciones del doctor Carlos Wamber, de la Universidad de Brown (EEUU), parecen confirmar su hipótesis de que los calvos son más propensos a verse afectados por la enfermedad del coronavirus. Al parecer los andrógenos facilitan la entrada del coronavirus en el organismo.
Estos datos los obtuvo de un estudio realizado sobre un total de doscientos pacientes afectados por Covid-19. En un primer grupo de enfermos que resultaron ingresados en hospitales (47 pacientes), cerca del 71% de los mismos sufrían de alopecia.
En un segundo grupo, de 153 hombres afectados por Covid-19 un 80% presentaba pérdida de cabello o alopecia, lo que en su opinión deja claro la mayor prevalencia de la enfermedad sobre este grupo de personas.
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