La carrera por liderar la futurible movilidad sostenible pasa necesariamente para los fabricantes por asegurarse el suministro de baterías y componentes necesarios para fabricar esos coches eléctricos que coparán el mercado del futuro. BMW Group parece tenerlo claro y acaba de cerrar un trato millonario con Samsung para afianzar su competitividad en la puja.
BMW ha dado un paso de gigante, lógico pero gigantesco, al blindarse contra el encarecimiento o escasez del suministro de baterías eléctricas para los próximos años. El volumen de pedidos a CATL de la marca ha incrementado hasta alcanzar los 7.300 millones de euros. Mientras que el contrato de suministro a largo plazo que acaba de firmar con el gigante asiático Samsung SDI, por un valor cercano a los 3 mil millones de euros, le garantiza la entrega de celdas de batería para propulsores eléctricos de quinta generación a partir de 2021.
BMW Group avanza hacia la movilidad eléctrica con un paso más que decidido. Su apuesta no es ya un guiño a un mercado cada vez más concienciado y a unas autoridades cada vez más exigentes con los niveles de contaminación, sino una estrategia a corto, medio y largo plazo en la que no caben medias tintas. El gigante alemán sabe que no hay marcha atrás, y que el futuro pasa por la movilidad eléctrica. Así que el paso que acaba de dar no sorprende por sí mismo, sino por el volumen del mismo. Acaba de asegurar el suministro de baterías eléctricas para la próxima década.
De esta forma, el fabricante alemán ha profundizando sus relaciones comerciales existentes con los fabricantes de celdas de batería CATL y Samsung SDI. Socios necesarios en un mundo donde la mayoría de los coches se alimentarán de electricidad. El volumen de pedidos CATL original de 4.000 millones de euros que se revelaba a bombo y platillo en 2018 se ha quedado corto, y ahora aumentará hasta los 7.300 millones en virtud del contrato firmado para 2020-2031.
De esta forma el grupo BMW es ya el primer cliente de la planta de celdas de batería CATL que se está construyendo en Alemania. Ya que, según afirman desde la Junta de Administración del grupo, “apoyamos firmemente y desempeñamos un papel activo en el establecimiento de CATL en Alemania” .
Del mismo modo, BMW ha firmado un contrato de suministro a largo plazo para sus trenes de transmisión eléctrica de quinta generación con su segundo proveedor de celdas de batería, Samsung SDI. Una relación contractual valorada en 2.900 millones de euros, y que irá de 2021 a 2031: “De esta manera, estamos asegurando nuestras necesidades de celdas de batería a largo plazo. Cada generación de células se otorga en competencia global al fabricante líder desde una perspectiva tecnológica y comercial. Esto garantiza que siempre tengamos acceso a la mejor tecnología celular posible “, ha apuntado Andreas Wendt, miembro de la Junta de Administración de BMW AG, durante la firma del acuerdo en Seúl.
Con todo esto, los alemanes se aseguran una posición estratégica ventajosa en los que se esperan como los años del “boom” de los eléctricos. Disponiendo del cobalto necesario para la producción de células directamente de las minas en Australia y Marruecos, que facilitará a sus proveedores: CATL y Samsung SDI. Misma circunstancia que con el litio que obtendrá directamente de las minas de Australia. Teniendo así no sólo el suministro necesario de materias primas, sino también la seguridad de transparencia sobre el origen de las mismas, cumpliendo las normas ambientales actuales.
De hecho los trenes de propulsión eléctrica de quinta generación del Grupo BMW, a partir de 2021, también se producirán por completo sin utilizar tierras raras: “Esto significa que ya no dependemos de su disponibilidad”. Un punto más de seguridad para la compañía, y un paso adelante en la lucha contra la especulación a nivel internacional que se ha producido durante estos últimos años con estos materiales.
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