Hacerme selfies con mi perro y que esté quieto: con este invento es coser y cantar

Si tienes una mascota y te gustan las fotos es probable que más de una vez hayas intentado hacerle fotos a tu perro o incluso hacerte una fotografía con él y te haya costado lo imposible que estuviese quieto y además mirase a cámara. Si es así, es probable que aún no conozcas este invento: el ‘Pooch Selfie’.

Tanto si eres fiel seguidor de las actuales tendencias, como si eres un activo detractor de la fiebre del selfie y las fotografías que vivimos, es muy probable que más de una vez hayas querido inmortalizar a tu mejor amigo de cuatro patas. Pasamos momentos muy divertidos y entrañables con nuestras mascotas. Y, como a todo ser querido, lo normal es hacerle alguna que otra foto a nuestro perro para posteriormente recordarlos.

chica haciendo selfie con su perro mirando a cámara y quieto en la playa

Y sí -seguro que no me equivoco-, si has intentado hacer fotos a tu perro te habrás dado de bruces con el mismo muro con el que nos damos todos: la tremenda dificultad que supone lograr que la mascota de marras mire a la cámara y se esté quieta lo suficiente para hacer un retrato en condiciones en el que no salga movido o mirando al infinito (o más allá).

La habilidad que requiere hacerse un buen selfie o posado acompañado de una mascota es digna de mención. Tanto del perro, que tiene que estar muy bien educado para aguantar quieto mientras le ponemos delante un cacharro que él no entiende qué demonios hace -no digamos ya cuando le cegamos con el flash-, y del fotógrafo, que no sólo tiene que poner morritos para la foto, sino asegurarse de que el animal esté mirando a cámara y no se distraiga (como sería lo lógico) con el primer soplo de aire.

¿Y en qué suele acabar todo esto? Pues en montones de intentos fallidos (¿Quién no acumula en su smartphone decenas de instantáneas en las que el animal no es más que un borrón?), en una mascota aburrida de nosotros y que nos rehuye cada vez que no ve aparecer con el móvil en la mano y con morritos “a lo Bunbury” y, también en el peor de los casos, en la renuncia a inmortalizar a nuestro querido amigo peludo porque acaba pareciéndonos más fácil lograr un doctorado en física en el MIT.

Pues bien amigos… somos legión. Y ante nuestra incapacidad fotográfica y nuestro afán “instagramer” ha habido quien ha sabido ver la oportunidad de negocio y le ha puesto solución. Jason Hernández, estadounidense afincado en San Diego (y un emprendedor con buena vista comercial), decidió diseñar un producto que respondiese a esta eterna “guerra” con nuestras mascotas: el ‘Pooch Selfie’.

chico haciéndose una foto con su perro mientras este mira al teléfono móvil

¿Y qué es ‘Pooch Selfie’? Pues algo tan sencillo que, si no lo conocías, es probable que hasta te sientas algo tonto por no haberlo pensado tú: un accesorio para colocar una pelota en la parte superior de nuestro móvil. “Pooch Selfie hace exactamente lo que se supone que debe hacer para mantener la atención de un perro”, señala Hernández. Aunque, eso sí, el fabricante deja claro algo: su invento “no cambia quién es el perro”. Así que si tu perro es especialmente inquieto o desobediente, el ‘Pooch Selfie’ no hace milagros.

El “inventito”, lanzado en sus inicios en kickstarter,  salió a la venta allá por 2015 en EEUU, por entre 8 y 15 dólares. Y lleva también tiempo disponible en diferentes plataformas de venta en nuestras tierras. Así que si estás interesado podrás encontrarlo con facilidad en plataformas como Amazon, Ebay o en tiendas de accesorios para mascotas, por alrededor de 10-15 euros. Es compatible con la mayoría de teléfonos inteligentes, incluidos la mayoría de modelos de iPhone y Samsung.

Aunque si tienes tiempo libre o un poco de imaginación (o ambas cosas) y te quieres ahorrar la compra del citado accesorio telefónico, te recomiendo que hagas la prueba tú mismo, ya sea con cinta adhesiva, velcro o lo que se te ocurra, y descubras lo fácil que es “engañar” a nuestro querido compañero perruno para que  pose cual supermodelo en las fotos.

Sólo un consejo final: después de lograr la instantánea deseada juega un rato con él, lánzale la pelota e incluso premialo con alguna golosina. Así habréis salido ganando los dos (recuerda que él “pasa” de tus fotos y de tus seguidores de Instagram), los dos os divertiréis juntos y la próxima vez estará mucho más dispuesto para la sesión fotográfica. Porque si le engañas con la pelota y luego te olvidas de él para ponerte a configurar filtros o rótulos para la instantánea es probable que, la próxima vez, te diga a ti y a la pelota que os vayáis de paseo al parque.

Fotografías por gentileza de Pooch Selfie
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Marketing Digital, Publicidad y Comunicación Corporativa en TERRÁNEA

Jorge Monroy Criado

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