¿Fue el caballo de Troya realmente un barco fenicio?

Seguro que recordáis al famoso caballo de Troya. Cómo no, ¿verdad? Ese grandioso caballo construido por los griegos con el único objetivo de traspasar los muros de la ciudad de Troya, para después acabar con ella.

 El caballo de Troya

La leyenda del caballo de Troya aparece en “La Odisea”, escrita en torno al siglo VIII a.C. por Homero, y cuenta la hábil estratagema de los griegos con la que consiguieron abrirse las puertas de la ciudad introduciendo un gran caballo de madera que escondía soldados en su interior. Los griegos fingieron abandonar la lucha y marcharse, y los troyanos no dudaron en ir a celebrar su victoria. Al anochecer, los soldados escondidos en el caballo salieron de su escondite y saquearon la ciudad. Un gran ejemplo de astucia e inteligencia humana.

Pero toda esta leyenda se ha quedado en el aire, ya que Francesco Tiboni, profesor de la Universidad de Marsella, asegura que el caballo de Troya “fue en realidad uno de los barcos que los antiguos griegos solían llamar Hippoi” y no un caballo de madera como todos pensábamos hasta ahora.

Tiboni no es el único que pone en duda esta leyenda. Existen autores antiguos, como Pausanias, Eurípides o Trifiodoro, que ya por aquel entonces tenían dudas sobre este presunto caballo.

¿Dónde puede estar el error? Tiboni, sostiene la teoría de que el error reside en una mala interpretación provocada por los escritores posteriores a Homero.

Tiboni, en unas declaraciones a un diario italiano, afirma que Homero era un gran experto en temas navales, sin embargo los escritores posteriores no lo eran. Otro de los posibles errores que pudieron llevar a este gran malentendido.

La comunidad arqueológica ha considerado la hipótesis de Tiboni lo suficientemente sólida como para abrir debate. La polémica está servida, pero de lo que no hay ninguna duda, es que la historia sigue siendo la misma, ya sea realmente un caballo o un barco lo que utilizaron los griegos para engañar a los troyanos.

Uno de nuestros caballos más famosos de la historia convertido en barco mercante.

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Un comentario

  1. La teoría no me parece nada creíble. Si realmente era un barco fenicio, y lo dejaron delante de las murallas, ¿cómo pudieron meterlo dentro de la ciudad sin examinar la bodega? Todo el mundo sabe que un barco tiene una bodega, en la que van los remeros y las provisiones. Aunque sólo fuera por curiosidad, para ver si habían llenado la bodega con alimentos u ofrendas, lo lógico hubiera sido inspeccionar la bodega. Aparte, no tiene sentido regalar un barco para que lo metan en la ciudad. En cambio, la idea del caballo sí tiene mucha lógica. Troya es considerada una ciudad de caballos, Héctor era llamado el “domador de caballos”; Zeus regaló a Tros unos caballos divinos en compensación por el rapto de su hijo Ganimedes (según el mito, que suele tener algún componente de realidad), por lo que la tradición equina troyana es amplia. Además, el regalo de un caballo de madera podría ser perfecto para situarlo en el ágora, junto al templo de Atenea, o en algún lugar visible de la ciudad. No sería sospechoso de estar hueco porque cualquier estatua es eso mismo, una estatua, nadie buscaría nada en el interior de las estatuas de Zeus o de Atenea.

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