En nuestro país hasta la década de los setenta las mujeres tuvieron prohibido montar caballos de carreras y tuvimos que esperar hasta 1982 para que Pilar Gómez se convirtiera en la primera “jocketta” profesional, aunque por el momento la más laureada sigue siendo la donostiarra Gloria Madero.
Cuando hablamos de un apoyo a las políticas de igualdad entre hombres y mujeres en todos los sectores y ámbitos de la vida diaria, en las carreras de caballos nos encontramos con una de las actividades deportivas donde las mujeres, las “jockettas” como son llamadas popularmente por una derivación del vocablo francés “jockete”, continúan siendo una minoría frente a los jockeys.
Pero quién dijo que una mujer no puede dominar igual que un hombre el fuerte temperamento de un caballo pura sangre y montar con garantías de éxito a un animal que pesa más de 400 kg y que es capaz de galopar a 50 km/h. De hecho en países de referencia en este deporte como son Reino Unido, Francia o Estados Unidos, caballos muy cotizados en el mundo de la hípica y de las carreras son entrenados por mujeres, que se consideran que tienen más tacto y mayor destreza para el manejo de un determinado tipo de caballos.
Sin ir más lejos cuando hablamos de competición desde marzo de 2017 las “jockettas” cuentan en Francia con un descargo de 1,5 kg, una medida que fue muy polémica en su día y que ha supuesto que desde entonces las victorias de mujeres se hayan incrementado un 165% en aquellas carreras donde existe la posibilidad del descuento de peso, mientras que en los GP que se disputan en igualdad esta diferencia no se produce y es ahí donde los jockeys son más demandados que las mujeres.
Pero a esas alturas nadie discute la valía de “jockettas” como Hayley Turner o Josephine Gordon, que ya han ganado varios grandes premios en carreras celebradas en el Reino Unido; sin dejarnos en la memoria nombres como el de Geraldine Reese, la primera mujer en finalizar una edición del Grand National, la exigente prueba de obstáculos que todos los meses de abril se celebra en el hipódromo británico de Aintree, o el de Carrie Ford que en la edición de 2005 tomó la salida a sus treinta y tres años montando a Forest Gunner, uno de los caballos favoritos, y tan sólo unas semanas después de haber tenido a su primera hija.
En España la presencia de mujeres en el “turf” es la excepción que confirma la regla y hay que recordar que hasta la década de los setenta tenían prohibido participar en carreras de caballos de forma oficial. La primera prueba de amazonas de disputó en 1974 en el hipódromo sevillano de Pineda y la ganadora fue Rocío Arango, que por cierto volvió a vencer en la primera carrera de mujeres que ese mismo año tuvo lugar en el hipódromo de La Zarzuela.
En nuestro país la primera “jocketta” profesional fue Pilar Gómez en 1982, aunque antes que ella hay que anotar nombres de amazonas amateurs como Paula Elizalde, Conchita Mínguez o Ana María García, aunque entre todas las “jockettas” españolas destaca la donostiarra Gloria Madero, que hoy por hoy es la más laureada a nivel nacional e internacional y que desde que se retiró hace tres años ejerce como entrenadora.
Actualmente en España tenemos cinco ‘jockettas’ y siete amazonas, según las licencias expedidas por el Jockey Club Español, organismo que está encargado de regular las carreras de caballos en nuestro país, entre ellas Nieves García, Ingrid Koplikova, Lucía Gelabert o Marinen Monceaux, mientras que como entrenadoras además de Gloria Madero también está Michela Augelli.
Las jinetes españolas en carreras de caballos
Desde los difíciles comienzos de la histórica Conchita Mínguez las jinetes españolas -yoquetas- están ganando terreno en el mundo de la competición hípica. Se trata de un mundo de hombres donde poco a poco mujeres como Nieves García o Julia Zambudio están haciendo sonar sus nombres con fuerza, gracias a sus triunfos en las carreras en las que participan.
A sus 22 años la jinete cántabra Julia Zambudio ha batido con 36 victorias el récord de triunfos de un aprendiz de turf a lo largo de una misma temporada. El anterior récord estaba situado en 29 victorias. A pesar de ello su caché es de 75 euros más IVA, a lo que hay que sumar un 10% del premio en caso de victoria.
Por el momento el palmarés de Julia Zambudio ya supera las cincuenta victorias, un gran historial deportivo para una joven que comenzó a montar a los ocho años por las playas de Laredo. Desde entonces Julia no se ha bajado de un caballo, convirtiéndose en la primera yoqueta que ha logrado firmar un contrato de prioridad con los pura sangre de algunas cuadras. Eso significa que solo ella puede montar sus caballos en cualquier carrera en la que participen.
Experiencia en Chantilly
Hablar de Chantilly es hablar de la meca de la hípica y en esta ciudad y en una de sus escuelas de jockeys estuvo interna Julia Zambudio al tiempo que cursaba el bachillerato, pero la hípica de competición es como muchos otros un mundo de hombres donde las mujeres tienen muy difícil progresar.
De regreso a España ganó su primera carrera en junio de 2021 y desde entonces Julia Zambudio no se ha bajado de lo más alto del podio y eso sin venir de una familia que tenga relación con el mundo del caballo, algo que por el momento sigue siendo importante para hacerse un nombre en la competición ecuestre.
Cada vez más mujeres
A pesar de las dificultades cada vez son más las mujeres jinetes en el turf español, lo que explica que este año en el Gran Hipódromo de Andalucía los aficionados hayan podido asistir a un hecho histórico que no sucedía desde la temporada 2005.
Nada más y nada menos que una carrera de caballos donde las mujeres superaban en número a los hombres, un auténtico hito que no sólo es noticia en España. En la actualidad hay en nuestro país cerca de una treintena de licencias de jinetes profesionales en el circuito nacional y se aproximan a la veintena las licencias de jinetes amateur. De todas estas licencias ocho son de yoquetas (profesionales) y siete de amazonas (amateur).
Una jinete que es leyenda
En la época dorada del turf español, cuando todavía no se había inventado el vocablo “yoqueta”, Conchita Mínguez fue la primera mujer con licencia de jockey profesional y la primera en ganar una carrera y también la primera jinete española en montar en Francia, Alemania o Estados Unidos.
Su afición por los caballos comenzó durante una estancia en Gran Bretaña para aprender inglés. La familia de acogida tenía caballos y Conchita se enganchó a ellos, aunque de regreso a España le costó entrar en el mundillo de la hípica.
En aquel momento una mujer no podía tener licencia de jockey, pero Conchita no se amilanó. Con la Constitución en la mano, donde se hablaba de igualdad entre hombres y mujeres, exigió su licencia y los responsables de la Federación no tuvieron otra solución que cambiar las normas y otorgársela.
Para la “niña”, como la llamaban el resto de colegas, su bautismo de fuego fue un 30 de octubre de 1983, cuando en una de las carreras de ese domingo se impuso a los Carudel y compañía montando a “Gyptaj”. Todos la felicitaron al final de aquella carrera.
Una española en Arabia Saudí
Entre las jinetes españolas Nieves García destaca por haber sido la primera en competir en el Campeonato Internacional de Jockeys de Arabia Saudí. Esta prueba es organizada por el Jockey Club de Arabia, presidido por el príncipe Bandar bin Khalid Al Faisal, y se celebra en el Hipódromo King Abdulaziz de Riad.
El premio para el caballo ganador es de 20 millones de dólares y el jinete recibe un nada desdeñable porcentaje del 15%. Unos tres millones de dólares.
Madre de tres hijos Nieves García es uno de los nombres más importantes del turf nacional, ya que fue la primera yoqueta en tomar la salida en el Gran Premio de Madrid, la prueba con más fama y mejores premios de la hípica española, y además montando a “Noray” también ganó el Gran Premio Duque de Alburquerque, uno de los trofeos que cuentan con más historia en el turf nacional.
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