Entre 1934 y 1939 Mercedes-Benz produjo un todoterreno singular: el 540 G4. Hablamos de un vehículo blindado de tres ejes y 3,7 toneladas, técnicamente avanzado y del que tan sólo se fabricaron 57 unidades, una de las cuales fue utilizada por Hitler en diferentes desfiles militares. En la actualidad tan sólo sobreviven tres ejemplares, uno de los cuales es el que Hitler le regaló a Franco durante la reunión que ambos mandatarios mantuvieron en Hendaya (Francia).

Mercedes-Benz, al igual que sucedió con Porsche, fueron antes y durante la Segunda Guerra Mundial proveedores de vehículos para el ejército alemán. En concreto Mercedes-Benz desarrolló uno de los modelos más exclusivos, el Mercedes 540 G4. Se trataba de un vehículo de tres ejes con tándem trasero y que estaba destinado a los altos mandos militares de la Wehrmacht y del gobierno de Hitler.
El 540 G4 tenía altas capacidades como vehículo todoterreno, al tiempo que ofrecía a sus ocupantes el espacio y el confort de una limusina Mercedes-Benz. Los vehículos se entregaron a las SS para que los usaran pintados con carrocería gris brillante con guardabarros y estribos negros, pero las unidades supervivientes presentaban al final de la guerra acabados mate de camuflaje.
Un lujo en mitad de una guerra

El destino de estos vehículos era básicamente protocolorario, dado que su alto precio era un obstáculo para el presupuesto alemán. Entre 1934 y 1939 Mercedes-Benz apenas fabricó 57 unidades del 540 G4, lo que provocó que al comienzo de la contienda dejaran de fabricarse.
Con sus 5,92 metros y sus 3,7 toneladas de peso, estos vehículos tenían una elevada altura con respecto al suelo, una caja de cambios con reductora y unos ejes traseros rígidos, que junto a los neumáticos 4×4 los convirtieron en auténticas joyas. Para completar su equipamiento el Mercedes-Benz 540 G4 incorporaba un sistema de frenado hidráulico con servoasistencia en los tres ejes.

A pesar de su corta producción este vehículo montó varias motorizaciones, aunque las últimas mecánicas empleadas fueron V8 de 5,4 litros y 110 CV de potencia. Entre 1937 y 1938 los 540 G4 ensamblados -16 unidades- incorporaron motores de 115 CV, el máximo de prestaciones de este modelo, con lo cual podían alcanzar velocidades máximas de hasta a70 km/h.
A prueba de balas
El Mercedes-Benz 540 G4 pesaba 3,7 toneladas debido a un blindaje antibalas que incluía paredes de acero de 8 mm en todo el vehículo, un parabrisas de 30 mm de grosor, luneta trasera de 30 mm y ventanillas con cristales de 20 mm. Inexpugnable.

Este equipamiento antiatentados, que también sumaba neumáticos a prueba de balas, provocaba demasiada rigidez en todos los elementos y un alto nivel de vibraciones en el interior, lo que afectaba al confort.
De esta forma los Mercedes-Benz 540 G4 se dedicaron básicamente a aparecer en desfiles, un uso que se vio facilitado por el carácter descapotable de este vehículo y porque los asientos podían abatirse de forma que los dirigentes pudieran subirse en ellos para ser mejor vistos.
Por otro lado, algunos 540 G4 también presentaban focos orientados hacia atrás para cegar temporalmente a los conductores no autorizados que los pudieran seguir.
El 540 G4 de Franco
La presencia de estos vehículos en zonas de combate provocó que la mayoría de ellos desapareciese durante la contienda. Solo se tiene constancia de que tres unidades hayan sobrevivido hasta nuestros días y una de ellas pertenece a Patrimonio Nacional. De las otras una se encuentra en el Sinsheim Auto & Tecnic Museum y la otra en Hollywood, donde ha participado en diferentes películas.

La razón de que Patrimonio Nacional tenga un ejemplar de este modelo es que cuando Hitler se reunió en Hendaya con Franco al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el líder alemán le regaló un Mercedes-Benz 540 G4 que desembarcó en el puerto de Barcelona para llegar rodando hasta Madrid.
Este vehículo acabó siendo utilizado a “escondidas” en algunas cacerías en El Pardo, ya que Franco no quería dejarse ver en público con un vehículo “made in Germany”. Ya durante la democracia el 540 G4 fue restaurado por Mercedes-Benz en Stuttgart.

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