El pelo de los caballos tiene una función de gran importancia en su vida diaria. Ya sea en invierno o en verano, crines, cola y pelaje corporal, cumplen una tarea importante para la supervivencia del caballo, bien sea para regular la temperatura, repeler el agua o espantar insectos. Un correcto cuidado y mantenimiento, con baños y cepillados adecuados, es fundamental para que nuestro animal tenga un aspecto cuidado y saludable
La imagen del típico caballo idealizado es la de un equino grande y musculado, con un pelo brillante de algún hermoso color y una cola y crines densas y largas ondeando al viento. Pero basta con darse una vuelta por cualquier cuadra para ver que esto no es lo habitual.
La falta de tiempo y la falta de conocimientos hacen que muchos caballos no luzcan como en las películas, sin saber que un pelo mal cuidado no es sólo un problema estético. Para el jinete puede ser motivo de molestias a la hora de montar y para el animal supone que no cumpla su función natural.
¿Qué tipo de pelo tiene el caballo?
Los caballos tienen tres tipos de pelaje -cuerpo, crin y cola- y dependiendo de cada zona el pelo requiere un cuidado distinto. El más abundante es el que cubre el cuerpo. Es corto y fino en verano y largo y algodonoso en invierno, lo que significa que su cuidado irá en función de la estación en la que nos encontremos.
En ciertas razas equinas –Shire o Percherón– el pelo del cuerpo puede ser más largo en las patas, una zona muy propensa a sufrir dermatitis y eccemas debidos a la humedad. Por su parte, el pelo de la cola y de la crin no cambia a lo largo del año, si no que va creciendo de forma continuada como sucede con el pelo de las personas.
¿Qué pelaje tienen los caballos?
El pelo del cuerpo tiene una función principal que es la termorregulación. Esto significa que ayuda al animal a mantener una temperatura corporal normal.
A diferencia de otros animales los caballos tienen glándulas sudoríparas, lo que significa que pueden sudar. Por esta razón el pelaje de verano es corto para permitir que la piel se refrigere con este sudor y con ello evitar aumentos peligrosos de temperatura.
El pelaje de invierno, por el contrario, es más largo e impermeable, creando una capa de aire que aísla al equino del frío y que hace que el agua resbale, dificultando la llegada de la humedad a la piel. Las crines cumplen una función también de regulación de temperatura en la zona del cuello, por donde pasan estructuras importantes como arterias y nervios.
Por otro lado, las crines también cumplen con dos funciones muy importantes. La primera es protejer frente a mordiscos de depredadores y otros caballos y la segunda servir en los machos de reclamo a la hora de atraer a las hembras.
Por su parte, la cola protege la zona genital y anal y al mismo tiempo cumple la función de ahuyentador de insectos.
¿Cómo mejorar el pelaje de los caballos?
Para que cumpla su función el pelo de los caballos debe estar limpio y libre de pelaje muerto. Para ello es imprescindible bañar al animal siguiendo unas pautas adecuadas.
Cada vez que usamos champú estaremos contribuyendo a eliminar la barrera de grasa protectora de la piel, favoreciendo que aparezcan problemas dermatológicos. De ahí que su aplicación no sea frecuente.
Usar productos adecuados es algo básico. La higiene diaria puede hacerse únicamente con agua, usando el jabón sólo para las manchas más complicadas, y el secado es un punto a tener en cuenta, especialmente en climas fríos o húmedos, con el fin de evitar el crecimiento de bacterias y hongos. Aquellos animales que tienen un entrenamiento intenso se pueden esquilar para facilitar su limpieza.
¿Qué se puede usar para mejorar el pelo de un caballo?
En general los caballos tienen un pelaje muy agradecido que se mantiene sano y bonito con una buena técnica de cepillado. Antes de cada sesión de entrenamiento el uso de rasqueta para soltar barro y pelo muerto y un cepillo de cerdas para eliminar polvo y suciedad puede retrasar la necesidad de los baños y lleva tan sólo unos pocos minutos.
¿Cómo se llama el pelo del caballo en la cabeza?
Conociendo cuál es su función lo ideal es evitar el rapado siempre que sea posible. Si queremos una crin o una cola más fácil de mantener podemos optar por recortes para que el cepillado y el recogido sea más rápido.
Cuidado de crines y cola de un caballo
A la hora del baño existen suavizantes, incluso algunos de ellos para usar en seco, que hacen que el trabajo de desenredo sea más fácil. Siempre hay que tener en cuenta que cuanta mayor sea la frecuencia del cepillado menos nudos se formarán y que una buena rutina de limpieza permitirá que nuestro caballo luzca una melena saludable, densa y lustrosa.
Muda de pelo en caballos
En primavera la muda provoca en los caballos la presencia de grandes cantidades de pelo muerto que se desprende para dejar un nuevo manto adecuado para el verano, un proceso que también se produce en otoño.
El momento de la muda varía en función de las condiciones climáticas y del incremento de luz solar, pero suele producirse durante la fase final de la primavera. Se trata de un proceso que en animales sanos no supone ningún problema, pero que en ejemplares con alguna patología puede producir calvas en el manto.
¿Cuándo cambian de pelo los caballos?
Con la llegada de la primavera los caballos mudan el pelo para pasar de un pelaje denso de invierno a uno más fino y brillante de verano. Para los que tienen caballos o pasan tiempo con ellos son semanas a temer, ya que la ropa y todos los accesorios se llenan de pelo y es prácticamente imposible eliminarlo por completo.
De forma general se utiliza el término “pelechar” para la muda del pelo y aunque algunos ejemplares lo hacen de forma progresiva, en la mayoría la muda es tan brusca que hace que prácticamente de un día para otro gran parte del manto comience a caerse.
En los caballos el pelo tiene una función protectora. Por esta razón en invierno el manto es más largo y denso para lograr formar una capa de aire que guarde al animal de las bajas temperaturas, mientras que en verano el pelo es más fino para facilitar que la temperatura corporal no aumente.
Este cambio de pelaje ocurre en primavera y en otoño, con la llegada del calor y del frío, y permite al animal adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. Sin embargo pueden haber pequeñas variaciones en función del año y de cada animal, ya que la muda está regulada por factores externos como la luz.
Ciclo del pelo en caballos
En los caballos el ciclo del pelo tiene tres fases que se diferencian perfectamente. La primera es la fase anágena o de crecimiento y abarca desde que comienza a despuntar en la piel hasta que adquiere su máxima longitud.
Esta fase viene determinada por el clima, las horas de luz y la genética, ya que puede haber diferencias en el largo del pelo entre ejemplares de la misma raza. Cuando se acerca la primavera la glándula pineal es capaz de captar el incremento de horas de luz reduciendo la producción de melatonina, de forma que el pelo crece menos en largo y en densidad. En otoño, por el contrario, los niveles de melatonina aumentan y el pelo es más largo y denso.
La segunda fase es la fase catágena o de involución. Durante este período el pelo deja de estar en contacto con la red sanguínea que lo nutre (papila dérmica). Debido a la falta de riego la raíz se atrofia y el pelo muere. Tras esta fase viene la última, denominada fase telógena, donde el pelo se desprende y cae.
El manto de los caballos está en constante renovación, de forma que cuando un pelo se encuentra en fase catágena en el mismo folículo surge uno en fase anágena, de forma que cuando el pelo viejo muere y se desprende ya hay un pelo nuevo sobresaliendo de la piel. De esta forma nunca se producen calvas aunque el cambio sea muy intenso.
La muda, especialmente en primavera, hace que los cuidados del pelo cobren una gran importancia. En ese momento el cepillado debe ser frecuente e intenso, centrándonos en las zonas de más densidad como es el caso de los cuartos traseros.
En la época de muda hay que intentar no abusar de los baños, ya que la humedad puede interferir en el proceso y los jabones tienden a eliminar la capa grasa protectora de la piel.
¿Qué es bueno para el pelo de los caballos?
Cuando un caballo está sano la muda puede ser muy intensa y rápida. El aspecto general del pelaje será siempre bueno, sin que aparezcan calvas o zonas menos pobladas. Sin embargo, cuando un caballo padece alguna enfermedad la fase de crecimiento del pelo se alarga, haciendo que aparezcan zonas con poco pelo.
Los trastornos que pueden provocar una alteración de la muda y del aspecto general del pelo pueden estar relacionados con problemas de piel, pero también con patologías como la enfermedad de cushing, parasitosis, enfermedades debilitantes o malnutrición.
Ofrecer una dieta adecuada y de buena calidad es imprescindible, ya que una buena alimentación afecta al crecimiento del pelo y ayuda a fortalecer el sistema inmunitario. En algunos casos puede ser necesario suplementar la dieta con productos específicos para el cuidado del pelo.En este sentido los ácidos grasos favorecen la regeneración cutánea y fortalecen los folículos, así como la biotina, las formas orgánicas de zinc y cobre o los complejos multivitamínicos.
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