¿Por qué mi perro sólo juega con otros perros si le miro?

Una investigación se ha centrado en estudiar el comportamiento de perros según actúe su propietario o los humanos más cercanos, y si están pendiente de los animales o no en ese momento. El estudio saca a relucir la existencia de un patrón sobre el comportamiento de las mascotas: son más propensas a jugar si alguien las mira.

perros juegan si les miran

Gracias a la influencia de películas como Toy Story, a todo niño se le ha pasado por la cabeza preguntarse si sus juguetes cobran vida cuando no se juega con ellos. En el caso de los propietarios de perros, sucede similar cuando se cuestionan cuál será el comportamiento de su mascota cuando ellos no están pendientes. Pues una investigación se ha centrado en estudiar cómo afecta al comportamiento de un perro que le prestemos atención o no, y lo cierto es que su forma de actuar es diferente de cuando no le observamos.

Cuando se trata de dos o más canes, la sorprendente conclusión del informe es que estos se ignoran hasta que nos fijamos en ellos y comienzan a jugar y a interactuar durante ese tiempo, ya sea jugando, mordisqueando, etc.

Lindsay Mehrkam, conductista animal y autora principal del estudio que recoge el artículo publicado en Animal Cognition, reconoció que “no conocían ninguna investigación que realmente haya demostrado el efecto de un público humano que afecte al comportamiento típico de las especies, en este caso el juego de perros y gatos”, recoge la revista Phys.

El proceso consistió en grabar a diez parejas de perros que habían vivido juntas durante un mínimo de seis meses. Perros que, según reconocieron sus dueños, jugaban al menos una vez al día. Las grabaciones se llevaron a cabo en tres escenarios diferentes: sin el propietario, con él presente pero ignorando a las mascotas y, por último, interactuando con ellos acariciándoles y animándoles. Estos parámetros se repitieron hasta tres veces al día y en todas ellas los resultados obtenidos fueron los mismos.

Para complacer o por sensación de seguridad

Se entiende, por tanto, que estos perros sólo jugaban entre ellos cuando sus dueños miraban, lo que hacía que interactuaran con ellos. En cambio, si los humanos no les prestaban atención alguna, las mascotas apenas jugaban entre ellas.

“Es realmente sorprendente que los perros que tienen la oportunidad de jugar entre sí cuando quieren no lo hagan. Es mucho más probable que se levanten y comiencen a jugar cuando una persona les presta atención“, explica el coautor del estudio Clive Wynne, de la Universidad Estatal de Arizona.

“Que nuestros compañeros caninos están muy en sintonía con el nivel de interés que los humanos les muestran es evidente”, concluye Lindsay Mehrkam.

Pero… ¿por qué? Esa es la gran pregunta que se cuestionan estos investigadores, tras obtener unas conclusiones que ofrecen más preguntas que respuestas. La autora apunta a que los perros podrían actuar como niños pequeños, que cuando están sus padres enseñan todo lo que saben hacer. Incluso también podría deberse a que hubieran aprendido que jugar entre ellos es algo que gusta a sus dueños, puesto que les recompensan con caricias o incluso uniéndose a ellos. De hecho, la presencia del humano les proporciona “un chute de oxitocina”, conocida por ser la hormona de la felicidad y que les provoca una mayor actividad.

Pero también podría tener otra explicación totalmente opuesta. Y es que los perros podrían jugar ante humanos que les aportan seguridad, por el hecho de haber fortalecido sus lazos anteriormente. Si juegan con otro perro, sentirían que la presencia de un humano evitaría males mayores si la situación de juego se tornara tensa.

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Perfil del autor

Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA

Jesús Rengel Ortiz

Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA

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