Hace ahora 50 años se presentaba en el Salón del Automóvil de Brno el Skoda 110 R. Este coupé deportivo con motor trasero se convirtió en un auténtico éxito de ventas, principalmente en el mercado de Europa Occidental. Además, el 110 R sentó las bases para la producción de futuros modelos de competición del fabricante checo como el Skoda 180 RS, el 200 RS o el 130 RS.
El año 2020 está siendo un año de celebraciones para Skoda. Además de ser el 125º aniversario de la fundación de la marca, algunos de sus modelos más míticos también están de celebración. Este es el caso del Skoda 110 R un coupé deportivo que se sumó a la gama Skoda a comienzos de la década de los 70 y que ahora celebra sus 50 años.
Antes de hablar del 110 R tenemos que establecer el contexto. En el año 1964 Skoda había realizado una fuerte inversión para la mejora de las instalaciones y la cadena de montaje de cara a producir este un modelo, el 1000 MB. Se trataba de una berlina con carrocería autoportante, motor trasero y tracción en las ruedas traseras que anunciaba la llegada de una nueva era tecnológica dentro de la marca.
Dado que el Skoda 1000 MB fue un éxito de ventas total, principalmente en el mercado de exportación, el fabricante checo decidió abandonar la producción del Felicia descapotable para centrar todos sus esfuerzos en este modelo con motor trasero.
Pese a ello, desde Europa occidental la demanda de vehículos deportivos seguía aumentado. Es por ello que Skoda comenzó a trabajar en un nuevo modelo que fortaleciese su imagen de marca y mantuviese las ventas. Este nuevo automóvil fue el Skoda 100/110 L, una versión del 1000 MB con carrocería mejoradas, discos de freno delanteros y mayor equipo de seguridad. Sin embargo, al mismo tiempo que se lanzaba este modelo también se trabajaba en el desarrollo de una versión coupé de dos puertas más deportiva, el Skoda 110 R.
De un sueño a una realidad
En 1966 Skoda comenzaría a trabajar en el desarrollo del “Erko”, apodo con el que era conocido el 110 R en la República Checa. Tan solo dos años después, en marzo de 1968 salió de la fábrica de Kvasiny el primer prototipo bajo la denominación de S 718 K.
La principal diferencia entre esta versión coupé y la de tres cuerpos era su inclinación en la parte trasera así como su ángulo más pronunciado en la luna delantera. Además, esta versión contaba con dos puertas con ventana sin marco.
Ese mismo año, el S 718 K fue sometido a pruebas de conducción real sobre las carreteras de la antigua República Democrática Alemana (RDA). Sobre este asfalto, el prototipo de Skoda alcanzó los 145 km/h.
Ya en marzo de 1969 Skoda presentaría el segundo prototipo del 110 R. En este nuevo vehículo se había añadido un carburador doble y se había sustituido la dinamo por un generador de corriente alterna.
Las pruebas de conducción del segundo prototipo estuvieron a cargo de varios periodistas que el fabricante había invitado para que cubrieran el estreno mundial del Skoda 110 R en los salones de la residencia de la escuela de formación profesional de Mladá Boleslav. Tras la rueda de prensa, los informadores se pusieron al volante del nuevo coupé deportivo por las pistas del aeropuerto de Hoskovice.
El éxito de las exportaciones
El 5 de septiembre de 1970 el Skoda 110 R era presentado al mundo en el Salón del Automóvil de Brno. En aquella feria lo visitantes pudieron deleitarse con tres unidades de posteriormente mítico coupé. Posteriormente, el 110 R fue exhibido en salones de París, Londres y Turín, donde comenzó su éxito internacional.
Este éxito en Europa occidental supuso un incrementó rápido de la demanda. Sin embargo, las condiciones políticas de la República Checa a comienzos de los setenta impidieron al fabricante hacerle frente de forma eficaz. De hecho, a finales de 1970 apenas se habían fabricado 121 unidades y los clientes extranjeros tuvieron que esperar hasta mediados de 1971 para recibir su ejemplar.
Ese mismo año Skoda tomó una decisión, centraría su negocio en las exportaciones del 110 R. Tal es así, que de las aproximadamente 3.000 unidades fabricadas en 1971 tan solo 442 llegaron a los concesionarios checos de Mototechna. Esta cifra fue aumentando con el paso de los años. En 1972 las exportaciones llegaron al 93% de un total de 6.000 unidades producidas. El porcentaje sería ligeramente mayor en 1973 con la producción de 7.500 ejemplares.
Además, desde septiembre de 1972 también se producía una versión con el volante a la derecha pensada exclusivamente para el mercado británico. Y es que, en 1975 el 36% de los Skoda 110 R que se exportaban, es decir, 2.371 unidades, tenían como destino Gran Bretaña.
La expansión internacional del 110 R fue tal que hubo unidades que llegaron a Nueva Zelanda, Nicaragua y Kuwait, sin embargo, en el último año de producción, en 1980, las exportaciones acabaron limitándose al mercado yugoslavo y español.
Un dato a destacar es que el precio del Skoda 110 R era de 78.000 coronas, una cifra que el la época era el equivalente a 40 meses del salario de una persona.
Así era del Skoda 110 R
El Skoda 110 R era un coupé deportivo de 4.155 mm de largo, 1.620 mm de ando y 1.340 mm de alto. Bajo su capó escondía un motor de cuatro cilindros en línea con refrigerador de aceite y 1.107 cc que le otorgaban una potencia de 52 CV. Junto a su escaso peso en vacío, tan solo 880 kg, el 110 R podía alcanzar los 145 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 km/h en 19 segundos.
Las prestaciones del propulsor sumadas a la transmisión automática de cuatro velocidades, sus frenos de disco delanteros y de tambos traseros, sus neumáticos radiales y su excelente tracción hacían que el Skoda 110 R ofreciera una experiencia de conducción muy emocionante.
Por su parte, el interior estaba gobernado por un salpicadero fabricado con paneles de madera en un primer momento y acabado en negro mate después. En éste había cinco instrumentos redondos. Los dos de mayor tamaño se correspondían con el tacómetro y velocímetro. Por su parte, los tres más pequeños eran el manómetro, el medidor de temperatura del refrigerante y el medidor de combustible. Por delante de todos ellos se situaba un volante de dos radios de metal perforado.
A partir de 1973 se fueron introduciendo pequeñas mejoras en el Skoda 110 R a nivel estético y funcional, como los cuatro faros delanteros y las dos lámparas antiniebla, los asientos delanteros con reposacabezas o los neumáticos 165 SR 13.
En cuanto al habitáculo, el Skoda 110 R ofrecía espacio para cuatro personas. Dos en los asientos delanteros y otras dos en lo asientos traseros, que accedían al vehículo plegando los dos asientos de delante. Además, contaba con un espacio para transportar equipaje de 370 litros repartidos entre el maletero bajo el capó delantero y el espacio ubicado justo detrás de los asientos posteriores.
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