Las distracciones al volante son, junto con los excesos de velocidad, la principal causa de accidentes de tráfico. Como novedad el Instituto de Movilidad Sostenible ha decidido promover las técnicas “mindfulness” como solución para evitar o reducir este tipo de comportamientos. Esta disciplina de “atención plena” puede ser utilizada para que ningún conductor vaya en “piloto automático”.
Un informe de la Fundación Línea Directa, realizado en colaboración con el Instituto Universitario de Tránsito y Seguridad Vial (INTRAS), organismo dependiente de la Universidad de Valencia, señala que la utilización de dispositivos móviles al volante es el origen de un gran número de accidentes de tráfico provocados por distracciones, siniestros que anualmente causarían la muerte de al menos 390 personas. En este mismo estudio se recoge que uno de cada dos conductores utilizan, o han utilizado, el móvil mientras conducen.
Todos los estudios de accidentalidad y seguridad vial coinciden en que en la mayor parte de los accidentes de tráfico intervienen en mayor o menor medida tres factores fundamentales: vía, vehículo y conductor (factor humano). En los dos primeros casos los avances tecnológicos aplicados a la movilidad y su entorno han tenido un enorme desarrollo con resultados positivos, mientras que en el caso del factor humano, exceptuando el mayor o menor éxito de las campañas de concienciación, los avances logrados no parecen haber sido tan notables.
Atención plena al volante
En este sentido las distracciones al volante, junto con la velocidad excesiva, son la causa que provoca un mayor número de accidentes de tráfico.
Es cierto que las nuevas tecnologías aplicadas a la automoción sirven para aportar soluciones que previenen o reducen estas distracciones, pero en tanto los sistemas de conducción autónoma toman mayor protagonismo en nuestros automóviles, minimizando con ello los errores humanos, hay expertos en seguridad vial que están aplicando técnicas de “mindfulness” para corregir comportamientos erróneos en los conductores.
El “mindfluness”, que puede traducirse como “atención plena”, puede ser entendida como una filosofía de vida que nos permite, entre otras muchas cosas, abordar la conducción con la calma y la atención que requiere, ayudándonos a regular mejor nuestras emociones reduciendo las más que frecuentes situaciones de estrés o impaciencia que nos asaltan cuando nos ponemos al volante de un automóvil.
Conducir es una actividad que nos requiere una atención total y para conseguirlo nada mejor que aplicar técnicas de “mindfulness”. Esta disciplina nos ayuda a evitar las distracciones que vienen causadas por nuestra propia mente, ya que las distracciones de carácter externo tendrían otro tipo de origen y otras soluciones.
Los pensamientos que ocupan nuestra mente son los responsables de que todos los conductores hayamos sufrido en alguna ocasión el llamado efecto de “piloto automático”, cortos espacios de tiempo durante los cuales dejamos de ser conscientes de que estamos conduciendo con el riesgo que ello implica.
En este sentido un estudio del Instituto de Movilidad Sostenible apunta a que la aplicación del “mindfulness” consigue que la atención de los conductores mejore en un 60% y que su capacidad de procesamiento mental y de atención pasen del 50 al 80%, de forma que en el transcurso de un año el número de errores detectados pasó del 4,26 al 3,53%.
También para los peatones
Además, las técnicas de “mindfulness” también valen para los peatones, que en las estadísticas de accidentalidad tienen mucho protagonismo, principalmente en las áreas urbanas, y también para las personas que circulan en bicicletas, patinetes, etc. Los peatones protagonizan muchas distracciones en sus movimientos debido al uso indiscriminado de dispositivos móviles, apareciendo la figura de los “smartphone zombie”.
Según un estudio de Dekra realizado en 2016 al menos el 17% de los peatones utiliza sus smartphone mientras camina por la calle, un porcentaje que en la actualidad se habrá incrementado. De acuerdo con la neurociencia el cerebro humano no puede realizar dos acciones de forma simultánea, lo que es causa de un buen número de incidentes entre peatones y automovilistas, problemas que pueden reducirse con la “atención plena” que propugna el “mindfulness”.
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