Tiene siete años y no pierde una carrera desde abril de 2015. Con esta tarjeta de presentación a nadie debe extrañar que cuando corre sea capaz de parar los relojes de un país como Australia. Winx, la “yegua del pueblo”, lleva veintiocho victorias consecutivas y sus propietarios no descartan que continúe corriendo en 2019.
Aunque no ha competido en ningún hipódromo de Europa o de Estados Unidos todo el mundo sabe en Australia y en el mundo de la competición quién es Winx, algo muy importante si tenemos en cuenta que estamos hablando de la quinta “potencia” en el mundo de las carreras de caballos por detrás de Inglaterra, Irlanda, Francia y Estados Unidos y que los australianos todavía rinden pleitesía a caballos míticos como Black Caviar o Pharp Lap.
Cuando esta yegua de siete años corre el país de los canguros y de los ornitorrincos se detiene durante unos minutos, porque como figura en el riguroso ranking Longines, donde Winx aventaja a Gun Runner y a Poet´s World, este prodigio de la naturaleza ha alcanzado lo que ningún otro caballo había logrado hasta la fecha: conseguir 28 victorias consecutivas.
Todos los días a las 6,30 horas los entrenos de Winx son seguidos por decenas de aficionados llegados hasta las instalaciones de Street Cry en Randwick, a las afueras de Sidney. La entrada es gratuita y el único requisito para poder asistir a los entrenamientos matinales de Winx es que cada asistente lleve bolsas con alimentos para los más necesitados. El éxito de la iniciativa ha sido tal que ya se han recaudado miles de kilos y acaparado decenas de portadas.
Como si de una figura del deporte se tratara antes de cada una de sus carreras los medios de comunicación acuden a la habitual rueda de prensa con Winx, en la que su entrenador, Chris Waller, y su jockey, Hugh Bowman, responden las preguntas de los periodistas.
La última victoria de esta yegua fue presenciada en directo por los más de 50.000 espectadores que abarrotaron el hipódromo de Flemington en Melbourne, algo que a doscientos metros de la llegada parecía un imposible. Pero entonces Winx aceleró consiguiendo realizar catorce zancadas por cada diez segundos, cuando lo normal son diez zancadas, y con ello seguir manteniéndose invicta desde el 11 de abril de 2015. Se calcula que esta carrera fue vista por más de 50 millones de personas en todo el mundo.
Las victorias de Winx han venido en todo tipo de distancias, desde los 1.300 hasta los 2.040 metros de la prestigiosa carrera de Cox Plate, una prueba que esta yegua ha conquistado en tres ocasiones. Esta prueba tiene un premio excepcional de cuatro millones de dólares, una auténtica fortuna para un caballo que hace cinco años fue adquirido por algo más de 200.000 dólares.
No es normal que un caballo pura sangre puede continuar compitiendo con solvencia a la edad de siete años, pero Winx es la excepción de las excepciones. Cuando sus propietarios decidan retirarla de los hipódromos no alcanzará el precio de los grandes sementales, como es por ejemplo el caso de Frankel, pero es seguro que el primer potro de Winx tendrá un valor incalculable que hará dispararse la subasta.
Por ahora todo apunta a que esta yegua seguirá compitiendo en 2019, sobre todo porque en una reciente encuesta miles de australianos reconocieron en Winx a un caballo que reparte alegría y solidaridad, unas virtudes que le han valido el sobrenombre de “la yegua del pueblo”.
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