Los 978 metros de altura convierten al Scafell Pike en la montaña más alta de Inglaterra. Un lugar del que tuvo que ser rescatada Daisy, una hembra de San Bernardo que necesitó la ayuda de un equipo de profesionales para regresar ante el cansancio acusado tras horas de paseo.
La raza de los perros San Bernardo siempre se ha caracterizado por su habilidad para el rescate de personas en situación de peligro. Su popularidad, gracias también al personaje de Beethoven como el San Bernardo más querido de las películas de perros, previamente se debía a su gran labor y capacidad para salvar vidas de personas. La revista Smithsonian apunta de hecho las numeras intervenciones y los logros conseguidos por estos perros en misiones de rescate en los Alpes y otras montañas. Pero en esta ocasión, el mejor amigo del hombre es el que ha necesitado auxilio en una situación desesperada.
No era para menos, teniendo en cuenta el escenario. El Scafell Pike (Wasdale), la montaña con más altura de Inglaterra (978 metros sobre el nivel del mar), fue el lugar elegido por una familia para realizar senderismo con su perro Daisy, una hembra de San Bernardo. Pero el cansancio hizo mella en el animal tras horas de caminata y los signos de dolor aparecieron e imposibilitaron que continuara desplazándose para regresar y finalizar el recorrido. Ante esta situación, sus seres queridos se vieron obligados a ponerse en contacto con el centro de rescate más cercano, que inició una operación que incluyó hasta 16 miembros profesionales del Wasdale Mountain Rescue Team.
Pese a las complejas condiciones, el equipo de rescatadores completó el operativo tras cinco horas y trasladó al animal en camilla a un lugar seguro. A pesar de la espera y el cansancio, la familia pudo hidratar y alimentar a Daisy mientras los profesionales llegaban al punto en el que se encontraban. Tras consultar con un veterinario, administraron un calmante al animal y con persuasión y algunas golosinas pudieron colocar a la mascota en la camilla. La urgencia era mayor si cabe, tanto por el estado físico del animal como por el hecho de evitar que llegara la noche sin haberse completado el rescate.
Pero una vez llegaron al punto en el que esperaban los protagonistas, la vuelta tampoco resultó ser un camino de rosas ni mucho menos. Colinas empinadas, formaciones rocosas y hasta una cascada. Un trayecto que recorrieron llevando, a veces en peso y otras arrastrando, la camilla en la que colocaron a Daisy, con un peso de 55 kg. La preparación exhaustiva de estos profesionales les permitió finalizar el rescate con éxito mediante tácticas de supervivencia acordes con las que consiguieron finalmente llevar cuesta abajo la camilla con la perra rescatada.
A pesar de las condiciones del recorrido, los propietarios de Daisy confirmaron a sus salvadores que la mascota ya había padecido problemas de salud en varias ocasiones, también cuando era un cachorro. Por lo que esa incapacidad para seguir avanzando y completar el recorrido podía deberse a alguna afección o patología de la que no eran conscientes en ese momento. Aún así, una vez a salvo se confirmó que el estado de salud de Daisy era óptimo a pesar de lo vivido.
Sin duda, una de las emergencias más curiosas que hayan atendido estos profesionales. Aunque no podemos confirmar si esta hembra de San Bernardo estará dispuesta a embarcarse en una aventura similar. Eso sí, de ella afirmaron en Facebook sus rescatadores que resultó ser una víctima idónea: “Aparentemente, Daisy se siente un poco culpable y un poco avergonzada por decepcionar la imagen de sus primos ‘trabajando’ en las nieves alpinas con barriles de brandy alrededor del cuello“.
Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA