Del equipo formado por la firma alemana Possl, especialista en campervan, y el transformador italiana Carrosserie Caselani, surge un campervan para cuatro plazas que adopta la estética retro de la Citroën Type H. Este modelo estuvo en producción entre 1947 y 1981 y se caracterizaba por utilizar una construcción similar a los aviones Junkers alemanes. El precio de una de estas joyas ronda los 70.000 euros.
En un mundo cada vez más global y donde mandan los productos fabricados en serie que prácticamente son similares en todas partes, una parte de los clientes de autocaravanas y campervan se decantan por vehículos personalizados, lo que obliga a que los fabricantes expriman su imaginación para responder a esta demanda.
Es evidente que las necesidades y los gustos de los clientes es siempre una cuestión muy particular, de ahí que el mercado ofrezca un enorme catálogo de variantes, versiones, preparaciones, equipamientos y niveles de acabado.
Pero qué sucede si un cliente solicita una autocaravana o una campervan con transformación “vintage”.
El binomio Caselani+Possl
Pues la solución puede estar en la empresa italiana Carrosserie Caselani con sede en Cremona, que sobre la idea de la furgoneta Citroën Type H (popularmente conocida como “nariz de cerdo” y que estuvo en producción entre 1947 y 1981) ha diseñado una campervan retro para cuatro plazas realmente atractiva y que de algún modo entra en competencia con las siempre elegantes Volkswagen T1, vehículos que inauguraron la pasión camper y por los que no pasan los años.
Para llevar a cabo esta preparación y en colaboración con el veterano especialista alemán Possl, que se encarga de la realización de todos los interiores, Caselani utiliza como base una Citroën Jumper Roadcamp a la que se adapta un kit de carrocería que a simple vista la asemeja visualmente a una Type H.
El resultado de la transformación es una campervan de época que dispone de cuatro plazas en pernocta y que se ofrece en longitudes de 4.965 y 5.415 mm, con alturas de techo de 2.524 y 2.764 mm.
Licencia Citroën
Un aspecto importante es que esta campervan retro cuenta con la licencia y el visto bueno de Citroën, lo que siempre es una garantía para el usuario de cara a los servicios y mantenimientos en posventa.
En su interior, y además de las zonas de descanso, contamos con salón, cocina de dos fuegos, fregadero, depósitos de agua, frigorífico, congelador y suficiente espacio para almacenar utensilios de todo tipo, alimentos y ropa. En opción podemos solicitar un sistema multimedia de Alpine y una pantalla integrada de nueve pulgadas.
Desde un punto de vista mecánico Caselani recurre a motores BlueHDi de 140 y 160 CV, que se pueden combinar con tracción total y un diferencial de deslizamiento limitado, equipos fundamentales si queremos atrevernos con los territorios off-road. Los cambios son manuales de seis relaciones.
Como es lógico este tipo de vehículos no pueden ser baratos y todo depende del nivel de equipamiento que estemos dispuestos a incorporar, dado que los campervan retro se hacen bajo pedido y de forma totalmente personalizada.
En el PVP hay que contabilizar el propio vehículo, el equipamiento interior y la transformación realizada por Carrosseries Caselani, de ahí que estemos hablando de una campervan de capricho que puede alcanzar un precio aproximado de 70.000 euros sin impuestos.
Historia de la Type H
Entre 1947 y 1981 Citroën llegó a fabricar 475.000 unidades de su furgonetas Type H, e incluso en el Reino Unido estos vehículos se comercializaron con el volante a la izquierda, buena prueba de que era un modelo muy solicitado por los clientes por sus buenas prestaciones.
Uno de los atractivos de este modelo era su versatilidad, lo que hizo posible ver unidades Citroën H ejerciendo de furgón cerrado, chasis cabina y campervan. Curiosamente, entre 1962 y 1965 en la planta de Citroën en Vigo se ensamblaron 460 unidades de esta furgoneta con piezas llegadas desde Francia.
En el caso español los motores diésel originales se sustituyeron por propulsores Perkins, mecánicas que eran muy habituales en las furgonetas que en aquella época circulaban por nuestro país.
Una de las características externas que hicieron famosas a las Citroën H fue su carrocería, inspirada en los aviones alemanes Junkers. El Junkers Ju52 fue el último avión en utilizar este tipo de construcción, una solución que Henry Ford copió en el Ford Trimotor.
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