Poder mantener fríos los alimentos y las bebidas es una cuestión ineludible en cualquier salida. Autocaravanas y camper ya montan de fábrica sus correspondientes neveras pero, si andamos metidos en la camperización de nuestro vehículo, tenemos que elegir muy bien la nevera que queremos o que podemos instalar. Estas son las opciones que tienes.
Una buena buen aparte de los vehículos de ocio incorporan frigoríficos y neveras como parte de sus equipamientos de fábrica, pero cuando lo que pretendemos abordar es nuestro propio proceso de camperización la nevera es uno de los elementos que no pueden faltar a bordo.
Entendemos que un “camperizado” no puede darnos la autonomía que nos brinda una autocaravana, por ejemplo, pero la presencia de una pequeña nevera nos brinda la posibilidad de no estar todo un fin de semana o un puente viviendo a base de abrir latas de conserva. Por no hablar de la delicia de poder disponer de bebidas frías en pleno verano.
En esta ocasión no vamos a comentar sobre los detalles del proceso de camperización y de los requisitos legales y técnicos que debemos tener en cuenta, para centrarnos exclusivamente en la necesidad de elegir bien cuál es la nevera que queremos incorporar a nuestro vehículo.
La razón de que la elección sea la correcta está en función de las prestaciones, tamaño y capacidad del electrodoméstico, tipo de apertura, consumo, etc, factores que lógicamente deben adecuarse a las características de cada vehículo y a la disposición interior de los distintos elementos.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que las neveras necesitan lo que llamamos un espacio de ventilación con el fin de que puedan “respirar” y que, además, estos aparatos generan siempre un determinado nivel de calor y de ruido, lo cual puede llegar a resultar molesto en el interior del habitáculo.
Tipos de neveras para camper:
- Neveras de compresor: En primer lugar, vamos a hablar de los llamados frigoríficos de compresor, que en sus diferentes capacidades nos parecen los más adecuados para instalar en un vehículo camperizado.
Estas neveras están alimentadas por la energía de la segunda batería, tienen un consumo reducido y si además contamos con algún tipo de placa solar será perfecto para no tener problemas de suministro eléctrico.
A parte de estar bien aisladas para mantener la temperatura en su interior, los termostatos regulables hacen que el compresor produzca tan sólo el frío que sea estrictamente necesario. Este tipo de neveras pueden empotrarse en el mobiliario de forma fija o también pueden ser portátiles. El único punto en contra es que son electrodomésticos caros.
Por otro lado, las neveras de compresor nos ofrecen diferentes opciones de apertura de puerta, ya sea hacia ambos lados, superior, abatible o de corredera, como si se tratara de un horno, lo que nos permite más alternativas de configuración interior y un mejor aprovechamiento de los espacios. - Trivalentes o de absorción. Este tipo de neveras fueron muy populares en el pasado, pero ahora su demanda ha descendido dado que no son la opción más eficiente. Su funcionamiento recurre a un proceso químico en el que participan una disolución de amoniaco, un calentador y un condensador.
Por otro lado, pueden funcionar con electricidad o con gas, son electrodomésticos silenciosos y quizá sean también los más autónomos, pero en su contra hay que decir que no generan tanto nivel de frío como las neveras de compresor.
En este sentido podemos decir que su trabajo es mantener una temperatura baja que permita la conservación de los alimentos y bebidas que hay en su interior y, además, - Termoeléctricas. Este tipo de neveras son las que menos prestaciones nos ofrecen y podemos considerarlas útiles para ser utilizadas en escapadas de corta duración. Están configuradas para trabajar a 12 ó 230 voltios y la cantidad de frío que pueden generar es limitada.
Pueden servirnos para mantener alimentos y bebidas que previamente hayan sido enfriados, son muy sensibles a la temperatura exterior y por supuesto son las neveras más económicas.
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