En 1968 Citroën sorprende con la presentación del Mehari, un modelo realizado en colaboración con SEAB y que destacaba por su simplicidad mecánica y su carrocería de plástico. Lo que pocos aficionados a los clásicos conocen es que antes de Citroën la primera opción de SEAB fue Renault, que después de desechar la idea tuvo que presentar el Rodeo a toda prisa dos años después.
Cuando llega el verano los aficionados más nostálgicos retornan en sus memorias a los tiempos del playero Citroën Mehari, un modelo que en el mercado de los vehículos clásicos cotiza siempre al alza y que a pesar del tiempo transcurrido desde su aparición a finales de los años sesenta nunca pasa de moda.
La novedad del Mehari fue que lejos de la novedosa fibra de vidrio su carrocería estaba fabricada en plástico termoformado, una solución muy resistente a la corrosión marina y fácilmente limpiable con tan sólo un manguerazo y un rato de secado al sol. ¿Qué más se le puede pedir a un coche, además de una buena dosis de sencillez mecánica?
¿Cómo surge el Rodeo?
Mientras en las radios de toda España sonaba “La vida es una tómbola….” cantada por una adolescente Marisol, y antes de que la empresa francesa SEAB decidiera colaborar con Citroën en la puesta en marcha del proyecto Mehari, la primera opción fue hacer tándem con Renault.
Por esta razón a partir de 1961 SEAB comenzó a trabajar sobre la base R4 con el objetivo de desarrollar un vehículo con carrocería de plástico, sencillo, muy ligero, espartano, práctico y que resultara resolutivo y útil en zonas rurales de interior, eminentemente agrícolas, y en las cada vez más pujantes zonas turísticas de costa.
Si Renault hubiera sabido que tan sólo en Europa se llegarían a vender 140.000 unidades del Citroën Mehari, seguramente que sus responsables habrían prestado más atención al novedoso proyecto que les ofrecía SEAB en exclusiva, una negativa que con el paso del tiempo y a la vista del éxito del Mehari acabaría provocando la puesta en el mercado del Renault Rodeo.
Lo cierto es que cuando SEAB acude a Renault para proponer el Rodeo, la firma del rombo ya tiene en su catálogo el R4 Plen-Air, un descapotable sin puertas producido en colaboración con Sinpar, que en 1975 acabaría integrándose en el Grupo Renault.
Competir con el Citroën Mehari
A la vista de que Citroën estaba triunfando con el Mehari por culpa propia, en Renault se ponen a trabajar a todo gas en el Rodeo. En mayo de 1970 el diseñador Robert Broyer, responsable de la estética R12, ya tiene listo un primer prototipo donde pocos detalles, salvo ruedas y faros, nos hacen recordar al R4 y donde el diseño nos aporta un nuevo vehículo muy diferente al Mehari con el que tenía que competir.
Con respecto al modelo de Citroën uno de los aportes del Rodeo fue sin duda el arco de seguridad trasero, que cómo puede apreciarse en las fotos estaba muy bien integrado visualmente con el parabrisas. Desde un punto de vista estético y visual el Renault Rodeo mostraba una atractiva y desenfadada personalidad y todos los ingredientes para competir en igualdad de condiciones con el Citroën Mehari.
Pero lo que nadie podía suponer es que los problemas para el Rodeo comenzarían a nivel de Estado, porque fue el gobierno francés, mayoritario en aquel momento en el accionariado de Renault, el que obligó a que que el nuevo modelo fuera fabricado por Teilhol -frente a la opción SEAB-, lo que a su vez supuso que parte de la carrocería de plástico termoformado se sustituyera por acero y que el diseño inicial de Robert Broyer fuera modificado hasta parecerse demasiado al de Citroën.
La vida sin el Rodeo
Una vez superados todos los obstáculos y dos años después de la presentación del Citroën Mehari, en 1970 el Renault Rodeo 4 se pone oficialmente a la venta. A pesar de ello y hasta cesar su producción en 1981 Renault llegará a vender 60.000 unidades del Rodeo, un modelo que en 1972 alargó su longitud utilizando para ello la plataforma del R6, versión fácilmente identificable a simple vista por sus ópticas cuadras y sus ventanillas traseras, y que en 1979 incorporó la mecánica del R5 GTL, perdiendo por el camino buena parte del original ADN heredado del R4.
A comienzos de los ochenta los gustos de la clientela habían superado las propuestas Mehari y Rodeo, de ahí que la fabricación de este tipo de automóviles finalizara aunque en el catálogo de Renault la denominación Rodeo se mantendría hasta 1987 con el modelo Rodeo Hoggar realizado por Sinpar.
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