Para muchos la figura de Takeichi Nishi era desconocida hasta que apareció en la película “Cartas desde Iwo Jima”. Este militar y aristócrata japonés, famoso entre la sociedad estadounidense de los años 30 por su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1932, la única conseguida por un jinete japonés en unas Olimpiadas, murió durante la batalla de Iwo Jima entre febrero y marzo de 1945.
A nivel internacional la fama de Takeichi Nishi viene dada por Hollywood gracias a la película “Cartas desde Iwo Jima” de Clint Eastwood, pero por el contrario en Japón todo el mundo sabe que Takeichi Nishi es, además de un héroe, el único campeón olímpico japonés en equitación.
Aunque su palmarés deportivo no fue especialmente extenso, su paso en dos ocasiones por los Juegos Olímpicos y sobre todo el oro conseguido en Los Ángeles 1932, fueron suficientes para convertir a Takeichi Nishi en una personalidad relevante en la sociedad norteamericana de la época.
Mientras muchas personas prefieren narrar las peculiaridades del jinete japonés fuera del plano deportivo, nosotros nos quedamos con el amor y fidelidad que Nishi le tenía a su caballo Uranus.
El oro en Los Ángeles 1932
Takeichi Nishi nació en 1902 en Tokio y su educación transcurrió siempre en colegios privados donde su filosofía de enseñanza “prusiana” estaba encaminada a que sus alumnos siguieran la carrera militar.
A la muerte de su padre Nishi hereda el título de “Barón” y en 1917 entra en la Escuela de Cadetes de Hiroshima. Su desarrollo como jinete comenzará en la Academia del Ejército Imperial Japonés, y en 1924 pasará a formar parte de la Escuela de Caballería del Ejército.
En 1930 Takeichi Nishi inició una serie de viajes por Europa y su mundo cambiaría para siempre y fue en Italia donde encontró el que sería sin duda el caballo de su vida, Uranus.
El trabajo de doma dio sus frutos y tras competir en diversos eventos y competiciones de salto por toda Europa, Takeichi obtuvo la aprobación de las autoridades japonesas para representar a su país en los Los Ángeles 1932. En estas Olimpiadas logró hacerse con la medalla de oro en salto individual, superando al campeón norteamericano Harry Chamberlain por cuatro puntos.
Esta victoria convirtió a Takeichi Nishi en el primer jinete japonés en ascender a lo más alto del podio, una fama que lo llevó a codearse con auténticas estrellas de la época como Charlie Chaplin, Mary Pickford y Douglas Fairbanks.
Su fama en Estados Unidos fue tanta que durante esa época Takeichi solía participar en espectáculos y exhibiciones de salto y para todos era el “gran favorito” para ganar un nuevo oro en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. Pero a mitad de la prueba Nishi se caería del caballo y el podio sería un “triplete” de jinetes alemanes.
Un héroe nacional
El comienzo de la Segunda Guerra Mundial enroló a Takeichi Nishi en el 16º Regimiento de Caballería de Narashino con el grado de comandante, para después pasar al 26º Regimiento de Tanques.
En 1944, ya como teniente coronel, Takeichi fue asignado a la defensa de la isla de Iwo Jima, donde entre febrero y marzo de 1945 los 21.000 defensores japoneses se enfrentaron al desembarco de 70.000 marines norteamericanos.
Fue precisamente en Iwo Jima y en la cima del monte Suribachi donde el periodista Joe Rosenthal tomó una de las imágenes más difundidas de la Segunda Guerra Mundial, una fotografía que obtuvo el premio Pulitzer.
A pesar de que las fuerzas norteamericanas hubieran preferido la rendición de Takeichi Nishi, el campeón olímpico de salto murió en la defensa de Iwo Jima. Su caballo Uranus moriría unos días después en la escuela de Setagaya.
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