Hace más de 50 años que ningún caballo consigue inscribir su nombre en la Triple Corona Inglesa, un galardón formado por tres históricas carreras, las 2000 Guineas, el Derby de Epsom y el St. Leger Stakes, un triplete que Baréin consiguió en 1935 y que el velocista Nijinsky igualó en 1970. Desde entonces la Triple Corona Inglesa continúa sin tener un caballo ganador.
Este próximo sábado (1 de Junio) el hipódromo británico de Epsom Downs acogerá una nueva edición del legendario Derby de Epsom, una prueba de 2.423 metros que junto con la carrera de las 2000 Guineas que se celebra en el hipódromo de Newmarket sobre la distancia de 1.609 metros y el St. Leger Stakes que tiene lugar en el hipódromo de Doncaster sobre 2.937 metros, conforman la legendaria Triple Corona Inglesa, un galardón que data del siglo XIX y que en 1923 se trasladó a Estados Unidos de la mano del New York Times.
Son muy pocos los caballos que han conseguido hacer triplete e inscribir su nombre en la historia de la Triple Corona Inglesa. El último fue Nijinsky en 1970, lo que significa que hace más de cincuenta años que ningún caballo consigue ganar este preciado galardón.
El F-1 de los hipódromos
Nacido en febrero de 1967 en Windfields Farm (Canadá) y a pesar de tener un ADN campeón (sus padres eran Norther Dancer y Flaming Page), Nijinsky fue adquirido por el empresario Charles Engelhard por la módica cantidad de 84.000 dólares, una cifra que multiplicaría a lo largo de su exitosa carrera deportiva.
Después de ganar en el Derby de Kentucky y en el Preakness Stakes de ese mismo año, en 1964 el padre de Nijinsky se había quedado a tan sólo una victoria -Belmont Stakes- de conseguir la Triple Corona en Estados Unidos, una circunstancia que convertía a todos sus potros en ejemplares muy deseados.
Fue la esposa del propietario, gran amante del ballet clásico, la que decidió bautizar al potro con el nombre de uno de los más brillantes bailarines rusos de todos los tiempos -Nijinsky-, antes de enviarlo a Irlanda en 1968 para ser entrenado por el preparador Vincent ´Brien, que rápidamente se percató de que estaba ante un auténtico F-1 de la hípica.
Por esta razón a nadie le extrañó que en su etapa de dos años Nijinsky ya se consagrara como un auténtico campeón, consiguiendo el título de Mejor Caballo de Dos Años sin ningún tipo de competencia.
La leyenda de Nijinsky
Con tres años cumplidos en su primera presencia en las 2000 Guineas la línea de salida estaba ocupada por tres auténticos superclase como eran Yellow God, Huntercombe y Amber Rama, mientras que montado por el legendario Lester Pigott el debutante Nijinsky era un simple aspirante a la gloria.
Tras su cómoda victoria en las 2000 Guineas demostrando sus enormes dotes de velocista, el binomio Nijinsky-Pigott abordó el Derby de Epsom (2.423 metros) con el lastre en las apuestas de que Norther Dancer -padre de Nijinsky- nunca había destacado en carreras por encima de los 2.000 metros y que en el cajón de salida estaban Gyr y Stintino, dos rivales de mucha alcurnia.
En la línea de meta Nijinsky se impondría a ambos con un espectacular tiempo de 2:34.68, el segundo mejor crono de la prueba tras el conseguido por Mahmoud en 1936. A partir de ese momento Nijinsky ganaría el Derby de Irlanda, el Queen Elizabeth Stakes y el King George VI, dos de las pruebas hípicas más importantes del Reino Unido previas al St. Leger Stakes, la última de las carreras puntuables para la Triple Corona Inglesa.
La trayectoria de Nijinsky
Semanas antes del St. Leger Stakes la salud de Nijinsky atravesó por problemas lo que provocó que entrenador y propietario discreparan sobre si el caballo debía competir o no. Finalmente “triunfó” la tesis de Engelhard que deseaba que su caballo compitiera por la Triple Corona para poder suceder a Baréin, que en 1935 había sido el último caballo en conseguir el triplete.
Sobre casi tres kilómetros de distancia Nijinsky sumaría su onceava victoria consecutiva, aunque su devastador punto de velocidad comenzaría a declinar en el Arco del Triunfo de París, donde Nijinsky fue superado en la misma línea de meta por Sassafras.
A partir de ese momento pasó a su etapa como semental dejando escrito su nombre junto a otros caballos legendarios como Sea Bird, Secretariat, Phar-Lap, Citation, Man O’War, Ribot, etc.
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