Vespino: El legendario ciclomotor español que triunfó en Europa

Si el Seat 600 es un icono de las cuatro ruedas, el Vespino lo es de las dos ruedas. Fabricado durante más de treinta años en Madrid por Moto Vespa y con patente cien por cien española, el Vespino fue un ciclomotor que aportó una solución de movilidad de bajo coste y mantenimiento a varias generaciones de españoles, principalmente un público joven que buscaba independencia. 

A finales de los sesenta el ingeniero salmantino Vicente Carranza desarrolló un ciclomotor “made in Spain” que rápidamente se hizo muy popular en todos los rangos de edad, pero principalmente entre los más jóvenes, que vieron en el Vespino -ese era su nombre comercial- una solución de movilidad de bajo coste y mantenimiento que les brindaba la independencia que buscaban. 

La producción del Vespino comenzó en Madrid en febrero de 1968 de la mano de Moto Vespa, una empresa fundada en 1952 por el italiano Enrico Piaggio con la ayuda del Banco de Urquijo y el Instituto Nacional de Industria (INI). Fue la crisis de 1967 la que obligó a Moto Vespa a desarrollar un modelo de bajo coste. Ese modelo fue el ciclomotor Vespino. 

Y si el Seat 600 fue el icono español de las cuatro ruedas durante los años setenta, el Vespino puede decirse que fue su similar en el sector de las dos ruedas. 

Este ciclomotor fue líder de ventas en España durante los 32 años que estuvo en producción, comercializándose en todo ese tiempo 1,8 millones de unidades de más de una veintena de modelos diferentes: Vespino Original (1968), Vespino L (1969), Vespino Brisa (1970), Vespino GL (1973), Vespino SC (1980) que fue presentado en el mismísimo Nou Camp, Vespino ALX (1985), Vespino XE con arranque eléctrico (1990), Vespino NL (1990), Vespino F9 (1992), Vespino Velofax (1995) y finalmente el Vespino F18 (1999). Curiosamente, los últimos ciclomotores Vespino fueron una serie especial fabricada para los repartidores de Telepizza. 

En la actualidad la fábrica de Moto Vespa está ocupada por el Centro Cultural José Luís López Vázquez. 

Vespino: Un ciclomotor muy español 

Una de las características más peculiares eran sus grandes ruedas y que se trataba de una patente cien por cien española, que incluía un motor monocilíndrico de dos tiempos y 50 cc refrigerado por aire forzado, una solución similar a la utilizada en la Vespa, con transmisión automática por correa y variador centrífugo.  

Este bloque tenía admisión a través de una válvula rotativa actuando el cigüeñal como leva. Su potencia máxima era de 2,2 CV y tenía homologado un consumo de 1,6 litros/100 km. 

Vespino en España

El depósito de combustible de 3,3 litros, mezcla de gasolina normal con aceite al 2%, estaba colocado bajo el reposapiés entre el motor y la rueda delantera. Esta solución fue innovadora en su momento y permitía un fácil acceso al depósito. 

Además, al tratarse de un ciclomotor el arranque se realizaba mediante pedales, hasta la aparición de la versión con arranque eléctrico, cuya cadena de arrastre se ubicaba en el cárter. Por otro lado, también podía circular en llano tan sólo accionando los pedales, requisito indispensable en la época que distinguía a los ciclomotores de las motocicletas, y en caso de pinchazo su rueda trasera era muy fácil de desmontar. 

Los primeros equipaban llantas de radios de 18 pulgadas, pero a partir de 1980 Moto Vespa comenzó a montar llantas de aleación ligera de 17 pulgadas, sustituyendo al mismo tiempo los radio metálicos por las aspas. La razón era que estos radios se rompían con facilidad haciendo que las ruedas se descentraran con respecto a sus ejes. 

Anuncio del Vespino en España

En 1969 el Vespino L -también denominado Lujo- incorporó por primera vez el faro rectangular, que más tarde heredaría el Vespino GL a partir de 1975. Mecánicamente el Vespino L era similar al primero de 1968, y las diferencias estaban en la presencia de cromados y cesta y portaequipajes posterior. 

Su éxito fuera de España 

En 1969 la fiabilidad, sencillez y bajo coste de este mítico vehículo cruzó las fronteras españolas y a través de la red comercial de Piaggio este ciclomotor “made in Spain” comenzó a venderse en Alemania, Francia, Reino Unido,, Marruecos y hasta en algunos países de Sudamérica. 

Vespino de color azul

Las exigencias legales en algunos países obligaron a montar asiento doble, la sustitución del claxon por timbre y la incorporación de un motor de 65 cc de cilindrada. Algunas de estas incorporaciones se fueron sumando más tarde a los modelos Vespino que se comercializaban en España, como es el caso del depósito de 6 litros de capacidad (Vespino Rally). 

Por otro lado, Moto Vespa llegó a producir en Madrid modelos exclusivamente para la exportación como fue el Vespino T-Tourist, una versión poco conocida en España y que por el contrario tuvo en Países Bajos un gran mercado. 

Vespino modelo

En este sentido en 1981 llegaron a Italia los primeros con la denominación Gilera Toledo, dado que en este país el calificativo “Vespinno” ya lo tenía en propiedad un pequeño modelo de Vespa con motor de 50 cc. 

Llega el Velofax 

Moto Vespa inició la producción del Velofax en 1995, un Vespino que destacaba por algunas de sus novedades técnicas, como un chasis monocasco autoportante que le permitía incorporar un depósito interno de 4,5 litros y portacasco bajo el sillín. 

Modelos de Vespino

Por otro lado, el Velofax montaba un motor de 3,5 CV que ya no necesitaba mezcla de aceite en el combustible y con arranque eléctrico. Incluso en algunos mercados europeos el Velofax se comercializó con catalizador de oxidación en el escape.

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