Silbato para perros

También conocido como silbato silencioso o silbato de Galton, este tipo en cuestión emite un sonido ultrasónico que las personas no pueden oír, a diferencia de algunos animales. Repasamos la historia de este artilugio y resolvemos algunas dudas.

silbato para perro

El silbato silencioso o de Galton es el nombre utilizado para hacer referencia al tipo de silbato específico que puede usarse para perros y algunos animales en particular. Este tipo de artefacto emite un sonido ultrasónico que las personas no tienen capacidad auditiva para oír, pero sí animales entre los que se incluyen perros y gatos domésticos.

¿Quién inventó el silbato para perros?

Inventado en 1876 por Francis Galton, la creación de este artilugio se menciona en el libro publicado por el autor Inquiries in Human Faculty and its Development, obra en la que describe experimentos para probar el rango de frecuencias que podían ser escuchadas por diferentes animales, utilizando el ejemplo del gato doméstico. Si bien en un primer momento fue creado para humanos y probar los límites y el alcance de la audición humana, la curiosidad del inventor le llevó a probarlo para otras especies.

¿Cuál es el límite superior de rango de audición en perros y humanos?

Mientras que los niños cuentan con un límite de rango de audición de 20 kilohercios (kHz), que disminuye a 15-17 kHz en adultos de mediana edad. En lo que respecta a los perros, el rango de audición se aproxima a los 45 kHz, siendo inferior al de los gatos, que ronda los 65 kHz.

En el caso de los perros y gatos, existe una leyenda para justificar su rango auditivo elevado, que relata que sería un proceso evolutivo que sufrirían los ancestros salvajes de estos animales para obtener un rango auditivo más alto y así poder escuchar los sonidos de alta frecuencia que producían sus presas preferidas, como eran los pequeños roedores.

Frecuencia de un silbato para perros

La mayoría de silbatos para perros cuentan con una frecuencia se encuentra dentro del rango que oscila entre los 23 kHz y los 54 kHz. Por tanto, superan el rango que puede alcanzar el oído humano, aunque algunos pueden ajustarse a este rango auditivo.

De hecho, para el oído humano el silbato de un perro sólo produce un sonido mínimo que es incluso silencioso y nada irritante para las personas, a diferencia de un silbato normal. Algunos de estos silbatos cuentan con pestañas que se ajustan para controlar de manera activa la frecuencia producida.

Aparte de los dispositivos impulsados por pulmones, existen otros de tipo electrónico que emiten ultrasonidos mediante emisores piezoeléctricos.

Técnica de adiestramiento no exenta de críticas

La técnica del silbato para adiestrar perros no está exenta de críticas. Llamar la atención de un animal mediante este sonido para entrenar o modificar su conducta no está nada bien visto. De hecho, muchos adiestradores prefieren emplear el clicker o dispositivo que emite un sonido pulsando un botón para quienes desean mejorar la comunicación con la mascota. De hecho, se debe tener en cuenta que no todos los perros cuentan con el mismo alcance auditivo, siendo algunas razas más sensibles a este tipo de sonidos.

Lo ideal es desarrollar la comunicación con nuestro perro mediante formas que impliquen siempre un adiestramiento en positivo. Esto supone emplear técnicas de educación que, desde cachorro, sirvan para que el animal lleve a cabo la conducta más apropiada con refuerzo positivo: premios, juego interactivo, horarios o rutinas y consiguiendo que pierda interés en aquello que no nos interese que realice.

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Perfil del autor

Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA

Jesús Rengel Ortiz

Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA

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