¿Qué hacer si un caballo se lesiona o es atacado por otro en un centro hípico?

La equitación es un deporte no exento de riesgos para los jinetes y monturas y al mismo tiempo al tratarse de una actividad en la que intervienen animales, las posibilidades de que los caballos sean víctimas o responsables de generar algún tipo de incidente con daños siempre es algo a tener en cuenta.

Por este motivo es obligatorio por ley, y en cualquier caso es muy aconsejable que los centros ecuestres, caballos y jinetes, tengan contratadas las correspondientes coberturas de riesgos.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que determinados caballos pueden llegar a tener un alto valor de mercado, principalmente los destinados a cría selectiva, deporte, etc., lo que supone que en determinados casos la paralización de un caballo por una lesión puede suponer para sus propietarios un alto coste económico, de ahí que sea muy conveniente disponer de la correspondiente póliza que nos asegure frente a posibles riesgos imprevistos.

Por ejemplo, qué sucede si mi caballo le propina una patada a otro, o viceversa, una circunstancia que sucede con cierta frecuencia en las hípicas o centros ecuestres donde tengamos estabulados a nuestros caballos. Quién debe cargar con las responsabilidades derivadas de este tipo de incidentes.

Supongamos que es nuestro caballo el que ha resultado lesionado o herido por la patada de otro, un caso que entraría en el supuesto de “culpa extracontractual” recogido en los artículos 1.902 y siguientes del Código Civil. En esta norma se establece que “el que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”.

Además, cuando en el daño intervienen animales el artículo 1.905 del Código Civil establece que el propietario o poseedor del animal, o quién se sirve de él, es responsable de dar respuesta a aquellos perjuicios que pueda causar, aunque cuando dicho animal cause los daños se encuentre en situación de escape o extravío.

En este tipo de incidentes la única defensa que pueden tener los propietarios del caballo agresor, es que el daño haya sido originado por circunstancias de fuerza mayor o que el daño haya estado provocado por culpa del caballo agredido.

caballos en la hípica

Si el caballo que ha protagonizado la agresión dispone del correspondiente seguro de Responsabilidad Civil, los propietarios del caballo agredido tendrían derecho a que la compañía aseguradora del primero se haga responsable de los gastos y en su caso de las indemnizaciones derivadas del incidente.

Lo más recomendable en este tipo de situaciones es intentar resolver el conflicto de manera amistosa con el dueño del otro caballo. Discutir la situación y llegar a un acuerdo sobre los costos de reparación o tratamiento veterinario puede evitar complicaciones legales. Si no logran resolverlo de forma amistosa, es posible que una demanda civil sea la vía a seguir.

Las leyes y normativas sobre este tipo de incidentes varían de un país a otro. Es importante que te informes sobre las leyes de responsabilidad civil relacionadas con animales en tu región. Consultar a un abogado especializado en temas ecuestres o en leyes de responsabilidad civil puede ser útil si la situación es complicada.

Si tu caballo tiene historial de comportamiento agresivo, es recomendable tomar medidas preventivas, como mantenerlo alejado de otros caballos o utilizar bozal o medidas de control para evitar futuras lesiones.

Otro incidente que también se da con cierta frecuencia es que nuestro caballo se lesione en el box o en el paddock del centro ecuestre dónde reside de forma habitual. ¿Podemos reclamar los daños y perjuicios ocasionados por dicha lesión y por su proceso de recuperación?

En este tipo de incidentes antes de realizar cualquier reclamación es fundamental que previamente nos informemos de forma detallada de las circunstancias en las que se produjo, porque en estos casos hay que contar con suficientes pruebas -relación de causalidad- del nexo existente entre el daño y una posible negligencia u omisión del deber de vigilancia.

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En este tipo de reclamaciones la parte perjudicada es quien está obligada a acreditar de forma fehaciente -carga de la prueba- la verdadera causa de la lesión de su caballo, así como la relación causa-efecto entre la posible negligencia de los responsables del centro ecuestre y el resultado dañoso, lo que en su caso servirá de justificación para reclamar la reparación del daño.

Por otro lado, si las circunstancias del accidente se pueden considerar difíciles de prever, inevitables, fortuitas o de fuerza mayor, poco podremos hacer por encontrar un sujeto imputable y con ello conseguir una reparación de los daños.

Lo más importante es proporcionar atención veterinaria inmediata. Las instalaciones hípicas suelen contar con un veterinario en las cercanías o tienen procedimientos establecidos para manejar emergencias. Si tu caballo sufre una lesión, debes contactarlo inmediatamente para que evalúe la gravedad del accidente y comience el tratamiento lo más pronto posible.

La responsabilidad de la hípica en el accidente dependerá de las circunstancias del mismo. Si el accidente fue causado por negligencia de la hípica (por ejemplo, instalaciones defectuosas, mal estado de los establos o pistas, o manejo inadecuado por parte del personal), la hípica podría ser responsable de los daños. En ese caso, podrías reclamar los costos de tratamiento veterinario y otros daños asociados, como pérdida del valor del caballo si la lesión es grave.

Sin embargo, si el accidente es considerado un riesgo inherente a las actividades ecuestres, la responsabilidad puede no recaer en la hípica. Las actividades con caballos siempre implican ciertos riesgos, y muchas hípicas incluyen cláusulas de exención de responsabilidad en los contratos que los propietarios firman al ingresar a sus instalaciones.

Si tienes un seguro de caballos, es posible que puedas cubrir parte o la totalidad de los gastos veterinarios, dependiendo del tipo de póliza que tengas. Los seguros de caballos pueden incluir cobertura por accidentes, lesiones, enfermedades, o incluso la muerte del animal. Es importante revisar los detalles de tu póliza y contactar a tu aseguradora lo antes posible para informarles sobre el incidente y empezar el proceso de reclamación si es aplicable.

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Siempre es útil documentar el accidente lo mejor posible. Esto incluye tomar fotos de la lesión, del área donde ocurrió el accidente, y cualquier otro factor relevante que pudiera haber contribuido al incidente (por ejemplo, una pista resbaladiza o un objeto peligroso en el área). También es recomendable obtener un informe veterinario detallado que describa la naturaleza de las lesiones y el tratamiento recomendado.

Dependiendo de la gravedad del accidente, los costos de tratamiento veterinario pueden variar considerablemente. Pueden incluir atención de emergencia, radiografías, cirugía, medicamentos y cuidados posteriores. Asegúrate de hablar con el veterinario sobre el pronóstico de tu caballo y los posibles costos involucrados en su recuperación.

Si consideras que la hípica es responsable del accidente, podrías querer hablar con un abogado especializado en asuntos ecuestres o responsabilidad civil. Un abogado puede asesorarte sobre si tienes un caso viable para reclamar daños, basándose en las circunstancias del accidente y en los términos de cualquier contrato o exención de responsabilidad que hayas firmado.

Dependiendo de la gravedad del accidente, tu caballo podría necesitar un período de rehabilitación, o en algunos casos, las lesiones pueden afectar permanentemente su capacidad para competir o trabajar. Si es un caballo de alto rendimiento o de competición, estas lesiones también pueden tener un impacto en su valor o en sus futuros ingresos. En casos extremos, si las lesiones son graves y no pueden ser tratadas adecuadamente, podría tomarse la decisión de sacrificar humanitariamente al caballo para evitar sufrimiento.

caballo en la hípica

Mantener una buena comunicación con la administración de la hípica es esencial en estos casos. Si existe un desacuerdo sobre la responsabilidad o si consideras que hubo negligencia por parte del personal o de las instalaciones, intenta resolverlo primero de manera amigable. En algunos casos, pueden ofrecer compensaciones o asumir parte de los costos de tratamiento veterinario si consideran que tienen alguna responsabilidad.

En resumen, si tu caballo sufre un accidente en la hípica, el primer paso es garantizar su atención veterinaria, y luego evaluar si hay alguna responsabilidad por parte de la hípica. Revisa tu seguro y documentación legal para estar preparado ante cualquier contingencia.

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