Ahora mismo los compradores de autocaravanas, camper y caravanas tienen que esperar aproximadamente un año para recibir sus vehículos, porque la falta de microchips ha provocado una ralentización en los ritmos de producción. Por otro lado, la falta de vehículos nuevos se traduce en una mayor presión en el mercado del usado, donde han subido los precios y faltan vehículos.
Desde la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (Aseicar) se confirma que este año el mercado europeo de vehículos de ocio puede sufrir un retroceso del 40% con respecto a los resultados de 2021, un porcentaje que en el caso español está pendiente de evolución.
El principal motivo de este descenso estaría, principalmente, en una ralentización de los ritmos de producción por la falta de semiconductores (microchips) y de materias primas, cuestiones que por extensión se traducen en dificultades para establecer calendarios de entrega para los vehículos ya adquiridos.
Hay que tener en cuenta que, en una autocaravana, por ejemplo, los microchips no sólo están en el bastidor que sirve de base al vehículo, sino también en todos y cada uno de los elementos que componen su equipamiento y mobiliario (neveras, calefactores, baterías, etc.
En el pasado mes de abril de matricularon en nuestro país 483 autocaravanas y camper (-24%), mientras que en el segmento de caravanas el descenso fue del 8% con 171 unidades frente a 186 unidades en el mismo mes de 2021.
Por el contrario, enero y febrero fueron buenos meses, dado que durante dicho periodo las matriculaciones de vehículos nuevos fueron superiores a las de 2021.
Dónde están los problemas
Junto a la falta de microchips a nivel mundial, un problema que afecta a todos los sectores de la industria, desde Aseicar también se apunta la subida de los precios motivada por el incremento del IPC y que afecta a la capacidad de consumo; el conflicto bélico en Ucrania que ha desencadenado un escenario internacional de inestabilidad y de incertidumbre, una gran volatilidad en los precios de venta fruto del incontrolado incremento de los costes de las materias primas (aunque el aluminio parece estar descendiendo sus precios) y en el caso de los vehículos usados se está produciendo una falta de stock dado que la falta de unidades nuevas está provocando una mayor demanda de unidades de segunda mano.
En opinión de Aseicar habrá que esperar a que transcurran los próximos meses para saber cuál es la tendencia que va a seguir el mercado español de vehículos de ocio, pero por el momento estamos en un escenario donde los fabricantes no están dando fechas de entrega y en algunos casos ni siquiera cerrando precios.
Qué pasa con la segunda mano
Lo que está sucediendo en toda Europa y en España es que con la crisis de fabricación la demanda de vehículos de caravaning de segunda mano se ha disparado y ello está provocando dos situaciones que hasta el momento nos eran desconocidas: falta de stock y precios de venta desorbitados.
Además, ello se traduce en que están llegando a nuestro país unidades con un exceso de antigüedad y que por lo tanto no cumplen con las actuales normativas medioambientales, un lastre que deberemos soportar durante un importante número de años, puesto que este tipo de vehículos de ocio no se actualizan con la frecuencia de un turismo.
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