El mítico y legendario Citroën 2 CV fue presentado oficialmente en el Salón de París de 1948, lo que significa que este mes de octubre se celebra su 75º aniversario. Diez años después -1958- Citroën comenzaba la fabricación en la planta de Vigo. Esta factoría se estrenó con el 2 CV, un modelo del que se llegaron a producir en España unas 280.000 unidades.
Este año 2023 Citroën celebra el 75º aniversario del 2 CV, un modelo que nunca falta en cualquier concentración de automóviles clásicos y que para los aficionados españoles al mundo de la automoción es sinónimo de leyenda, puesto que en 1958 fue el primer modelo fabricado en la planta de Vigo.
En producción entre 1948 y 1990 la carrocería del 2 CV fue diseñada por el mismísimo Bertoni y su denominación comercial hacía referencia a la potencia fiscal con la que este modelo fue homologado en Francia.
La presentación oficial del Citroën 2 CV se realizó en el Salón de París de 1948, aunque el Proyecto TPV (Toute Petite Voiture) ya había dado sus primeros pasos en 1936, tres años antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
El “stop” de una guerra
El objetivo del Proyecto TPV era desarrollar un vehículo versátil, fácil de conducir, ligero y económico, dirigido a compradores con un bajo nivel de ingresos. Esto implicaba cumplir a rajatabla con la pauta de que los costes de fabricación, consumo y mantenimiento, debían ser extremadamente bajos.
En 1937 los ingenieros de Citroën, hay que recordar que en ese momento la marca francesa era propiedad de Michelin, ya tenían listo un primer prototipo del 2 CV. Aquel austero “concept” incorporaba carrocería de aluminio y un pequeño motor delantero de dos cilindros refrigerado por agua y con un cubicaje inicial de 375 cc. Esta histórica mecánica servía 9 CV de potencia y trabajaba en combinación con un cambio de tres relaciones.
Aquel 2 CV pesaba 370 kg, tenía un consumo de 3 litros/100 km y podía transportar a cuatro personas con 50 kg de equipaje a una velocidad de 60 km/h. Curiosamente, fruto de la austeridad aquel primer prototipo equipaba un único faro.
Estaba previsto que el Salón de París de 1939 sirviera de punto de partida para comenzar con la producción del Citroën 2 CV, pero el comienzo de la Segunda Guerra Mundial obligó a retrasar los planes.
Citroën 2 CV: El paraguas rodante
Por esta razón la salida del 2 CV tuvo que posponerse hasta 1949, cuando el modelo francés tuvo que verse las caras con tres conceptos de posguerra muy similares: Renault 4, VW Escarabajo y Fiat 500.
En aquel momento el 2 CV seguía manteniendo el motor original de 9 CV, pero esta vez refrigerado por aire, su peso se había incrementado hasta los 600 kg y sus dimensiones eran un largo de 3.860 mm, un ancho de 1.480 mm, una altura de 1.600 mm de altura y una distancia entre ejes de 2.270 mm.
Aquel 2 CV carecía de cerraduras en las puertas y era espartano en su equipamiento, con un panel de mandos donde el conductor tan sólo contaba con un amperímetro y un velocímetro. Un auténtico “paraguas rodante” como afirmaba la publicidad de la época.
Junto a los novedosos neumáticos radiales Michelin, una de las cosas que más llamó la atención del Citroën 2 CV, además de su techo de lona, fue un ingenioso sistema de suspensión que con el paso del tiempo se demostraría especialmente útil por su capacidad de agarre y para transitar sin dificultades por terrenos rurales y caminos en mal estado, muy habituales en una Europa que salía de cinco años de contienda.
El éxito comercial del Citroën 2 CV fue inmediato y se mantuvo a lo largo del tiempo, de forma que cuando la planta portuguesa de Mangualde puso punto y final a su producción en 1990 las cifras eran de récord: 3,9 millones de unidades de las versiones turismo y 1,25 millones de la variante furgoneta. De todas ellas al menos 280.000 unidades salieron de las líneas de producción de la planta española de Vigo.
Objeto de deseo
El éxito comercial significó largos periodos de entrega, salvo en el caso de sacerdotes y médicos, dos colectivos que tenían prioridad para Citroën, lo que provocó que los 2 CV de segunda mano tuvieran un precio igual o superior a las unidades nuevas.
En 1951 a la oferta de turismos se sumaron las furgonetas que podían transportar hasta 1.500 kg y en 1954 el 2 CV AZ llegó con un nuevo motor de 425 cc y 12 CV, lo que permitió que su velocidad máxima llegara a los 70 km/h. Este modelo incorporaba un embrague centrífugo que evitaba que el vehículo pudiera calarse.
Fue en 1958 cuando Citroën incluyó en la oferta la versión todoterreno 2 CV Sáhara, que disponía de dos motores, uno de ellos posicionado en la zona del maletero.
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