La equitación se caracteriza por ser una de las actividades más igualitarias y feministas que existen en el panorama deportivo internacional. A caballo hombres y mujeres tienen las mismas posibilidades y facultades a la hora de practicar cualquier disciplina, ya sea de forma amateur o profesional, al tiempo que en Federación Española de Hípica el 73% de las licencias corresponden a mujeres.
Además de igualitario la equitación puede considerarse un deporte eminentemente femenino, lo que la convierte en una “rara avis” si tenemos en cuenta un panorama nacional -también internacional- donde en la mayor parte de las disciplinas deportivas los hombres son claramente mayoría.
Por el contrario, en el caso del mundo del caballo el 73% de las personas federadas en nuestro país son mujeres, lo que convierte a este deporte en una actividad que sin ningún tipo de connotación puede calificarse de “feminista”.
Además, la Federación Española de Hípica tiene constatado que en los eventos ecuestres que se celebran en nuestro país las mujeres adquieren tres de cada cuatro entradas, un dato que prueba su interés por este deporte.
Por otro lado, cuando se trata de medir la audiencia televisiva se calcula que el 73% de los espectadores se corresponden con un público femenino, un porcentaje de mujeres que en la disciplina de Doma Clásica, donde destaca la amazona española Beatriz Ferrer Salat, se incrementa hasta alcanzar un máximo del 76%.
Igualdad de sexos
Con una gran diferencia sobre el resto de territorios en lo que a equitación se refiere la Comunidad Autónoma con un mayor número de mujeres federadas es Madrid, con aproximadamente 11.000 licencias sobre un total de más de 50.300 mujeres federadas a nivel nacional, seguida de Cataluña (8.500), Andalucía (4.300), Galicia (4.200) y País Vasco (3.500). En materia de equitación el total de hombres federados apenas alcanza los 18.500.
En este sentido el factor igualitario que tiene la equitación favorece que esta actividad deportiva pueda ser practicada por personas de todos los sexos y de todas las edades, al menos en un plano amateur, aunque cuando hablamos de alta competición la presencia femenina todavía es escasa comparada con otros países como Alemania, Bélgica o Suecia.
En este tipo de competiciones los expertos calculan que el 70% del éxito de un binomio le corresponde al caballo y el 30% al jinete, unos porcentajes que sin duda ayudan a igualar las posibilidades de éxito de hombres y de mujeres.
Por otro lado, en las Olimpiadas de Tokio 2020 se dio un paso más en materia de igualdad de sexos al permitir en determinadas disciplinas la participación de deportistas trans y no binarios.
Amazonas de todas las edades
En 2017 Paola Amilibia se convertía en la primera Campeona de España de Salto y afortunadamente en el panorama nacional ecuestre hay otras jóvenes amazonas como Lucía Fernández, Carolina Villanueva o Sira Martínez, cuyos nombres se suman al de Pilar Cordón, la primera amazona española en participar en la disciplina de salto en unos Juegos Olímpicos. Fue en Río de Janeiro 2016.
El problema para que las mujeres destaquen en alta competición tiene que ver básicamente con los recursos económicos, porque por regla general los sponsor prefieren apoyar a jinetes masculinos, cuyos éxitos alcanzan una mayor repercusión mediática.
Por otra parte, cuando se trata de la disciplina de salto cualquier jinete necesita tener varios caballos disponibles para cubrir la temporada sin problemas y el mantenimiento de cada uno de esos caballos puede llegar a costar unos 1.000 euros mensuales.
A esta cantidad hay que sumar viajes, traslados, etc., razones que explican que en alta competición el factor económico sea una cuestión fundamental.
“Donatello D’Auge”: Las mujeres también son criadoras
Si en el colectivo de jinetes las mujeres son mayoría, en el mundo de los criadores Susana García Cereceda, casada con el jinete francés Julien Epaillard, número siete en el ranking mundial de Salto de Obstáculos, acaba de recibir el galardón de Mejor Criador de Caballos de Salto 2023 gracias a “Donatello D´Auge”, un ejemplar valorado en 2,5 millones de euros.
De la mano de Epaillard este ejemplar de diez años y nacido y criado en las instalaciones de La Bosquetterie, la yeguada de Susana García en Le Pre D´Auge, ya suma grandes triunfos y unas ganancias que han superado el millón de euros en 2023.
Curiosamente, “Donatello D´Auge” no lleva herraduras (sistema “barefoot”) lo que obliga a a escoger muy bien las pistas donde compite. El próximo objetivo de este binomio son los Juegos Olímpicos de París 2024, donde tendrá la oportunidad de igualar a “Safari D´Auge”, un caballo de la misma yeguada que en Barcelona 92 se proclamó Campeón del Mundo por Equipos.
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