Como una de las disciplinas más tradicionales del deporte olímpico, la equitación no falta a su cita cada cuatro años con el mayor evento deportivo a nivel internacional que se celebra.

No pudo ser en 2020. Ante la emergencia sanitaria por la crisis del coronavirus en el mundo, la mayor competición deportiva internacional que existe tuvo que ser aplazada al verano de 2021.
Los Juegos Olímpicos de Tokio, que tenían marcada como fecha de inauguración el 24 de julio, serán los segundos que se celebren en la capital japonesa tras los de 1964 en la era Showa y con Hirohito como emperador del país nipón.
Tras Río 2016, y a pesar de que los cuatro años del periodo olímpico han transcurrido, las naciones mundiales y sus mejores atletas y deportistas esperarán un año más para volver a competir en el evento deportivo más importante.
Siendo uno de los deportes con mayor historia y tradición olímpica, la equitación estará presente en la edición celebrada en Japón con diferentes disciplinas que repasaremos a continuación.
Y es que han sido únicamente tres los eventos olímpicos en los que el deporte ecuestre ha estado ausente (1896, 1904 y 1908), contando con presencia de alguna modalidad en todas de las ediciones restantes.
A modo de curiosidad, los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952 fueron los primeros en contar con la participación de civiles en las competiciones hípicas, puesto que hasta ese momento sólo podían formar parte de estas los oficiales militares.
Los amantes de la hípica y del mundo del caballo podrán disfrutar de la emoción que proporcionarán las diferentes competiciones que se disputarán y en las que no faltarán los mejores jinetes del mundo y sus respectivos equinos para lograr el principal objetivo, que no es otro que colgarse una medalla olímpica, el sueño de todo deportista.
Tres disciplinas ecuestres en Tokyo 2020
En la actualidad, son tres las disciplinas ecuestres que compiten en los Juegos, como son Adiestramiento, Salto ecuestre y Concurso completo. Ambas competencias cuentan tanto con modalidad individual como por equipos, siendo un total de seis las competiciones que se celebran, todas ellas mixtas. Y al igual que en los Juegos Ecuestres Mundiales, los binomios que participan son de máximo nivel.

Pero la relación de la hípica con los Juegos ha sido constante desde la primera edición olímpica moderna.
De hecho, en París 1900 se disputaron otras competencias ecuestres, tanto de salto alto como largo, mientras que en Amberes 1920 el volteo estuvo presente como modalidad hípica.
La importancia de este deporte en el ámbito olímpico es tal que se trata de una de las dos únicas disciplina, junto con el pentatlón moderno, en las que participan animales.
El caballo es considerado incluso como un atleta más que forma parte del binomio que le une con su jinete, responsable a su vez del cuidado del animal.
Y lógicamente este deberá pasar rigurosas inspecciones veterinarias para ser parte de la competición, de la que el máximo organismo responsable es la Federación Ecuestre Internacional (FEI).
Tal como se lleva organizando desde 1964, serán seis los eventos hípicos que competirán en Tokio y que forman parte de las tres disciplinas ecuestres reglamentadas por el FEI: Salto individual, Salto por equipos, Concurso completo individual, Concurso completo por equipos, Adiestramiento individual y Adiestramiento por equipos.
Salto ecuestre
Presente en los Juegos Olímpicos desde París 1900, se trata de una de las modalidades más atractivas que podemos disfrutar en este gran evento.
El nivel de los binomios (los jinetes y sus equinos) lo justifica, puesto que llegan a superar obstáculos con una altura de hasta 1,60 metros según el tipo de concurso.

El salto ecuestre es la disciplina más empleada por los jinetes en la actualidad, siendo además la especialidad más moderna del deporte ecuestre.
Con ella, el deporte clásico de la equitación se ha convertido en puro espectáculo que no deja de acumular aficionados de todo el mundo.
Doma clásica
La primera competición olímpica de la que fue partícipe la doma clásica o adiestramiento fue en 1912, estando presente en todas las ediciones desde entonces.
Hablamos de una de las pruebas que exige mayor concentración y habilidad de los binomios participantes, puesto que el objetivo de la misma reside en conseguir por parte del jinete que su caballo cumpla sus órdenes con armonía y equilibrio.
De esta forma el equino actúa con total confianza y tranquilidad, y se muestra tanto ágil como flexible mediante indicaciones logrando que el binomio sea perfecto.
Puedes consultar todos los tipos de domas de caballos que existen y en qué consiste cada una de ellas.
Concurso completo de equitación
La última de las pruebas olímpicas ecuestres no es otra que el Concurso Completo, que se disputa en tres días e incluye una competición de doma clásica, otra de campo a través y una tercera de saltos de obstáculos. Todas estas disciplinas se disputan en este orden y una cada día, aunque en ocasiones se distribuye para que tenga una duración de dos jornadas.
En su origen, se llevaba a cabo como prueba comprensiva para los jinetes que debían de dominar las técnicas hípicas para la caballería.
Hoy en día cuenta con su espacio en las grandes citas olímpicas, siendo el Reino Unido el país que ha conseguido más medallas con un total de 21.
En cuanto al procedimiento a seguir, las tres pruebas se llevan a cabo de forma individual y puntuarán por separado, venciendo el binomio que obtenga mayor cantidad de puntos en total.
La posibilidad de que el jinete cambie de caballo no está permitida, y previamente a la competición se realiza una revisión veterinaria para habilitar la participación de los equinos.
La hípica española en los Juegos Olímpicos
Alemania lidera con un total de 66 medallas (30 de oro) la clasificación histórica de naciones que han competido a lo largo de la historia en las competiciones ecuestres olímpicas.
Los jinetes bávaros Isabell Werth y Reiner Klimke son los que han obtenido mayor número de medallas de oro, por lo que el país alemán es el combinado con más triunfos en esta categoría olímpica.
Suecia, Francia y Estados Unidos siguen en la actualidad la estela del líder en el medallero histórico, todavía lejos de la marca alemana.
En dicha clasificación, España ocupa el puesto 17 con un total de cuatro medallas conseguidas en toda la historia de los Juegos.
José Navarro Morenés y Beatriz Ferrer-Salat son los dos jinetes españoles más laureados en competición olímpica, con dos medallas cada uno. Morenés las logró en Amsterdam 1928 y Londres 1948, ambas por equipos y la segunda de ellas en la modalidad de saltos, con el madrileño como capitán.
Precisamente los Juegos de Londres significaron el regreso a la competición olímpica de España, que estuvo ausente tanto en 1944 y 1940 (no se celebraron por la II Guerra Mundial) como en Berlín 1936, tras estallar la Guerra Civil en suelo español.
A la capital alemana ya se había desplazado el equipo de hípica, del que formaba parte Morenés, que tuvo que regresar sin poder competir.

El triunfo más reciente del combinado español de hípica en unos Juegos Olímpicos data de Atenas 2004, donde se obtuvo la plata en doma por equipos tras ocupar el lugar en el podio entre Alemania y Estados Unidos.
De esta manera, la hípica española celebró una medalla olímpica 50 años después gracias al gran papel de los jinetes Beatriz Ferrer-Salat sobre Beauvalais, Ignacio Rambla sobre Oleaje, Rafael Soto con Invasor y Juan Antonio Giménez con Guizo. Todos ellos componentes de un equipo español de doma que hizo historia en territorio griego.
En especial, Ferrer-Salat, que regresó a España con dos perseas, al conquistar también el bronce en Doma individual.

Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA
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