Un estudio recopila los efectos de la cuarentena que han repercutido tanto en los humanos como en sus animales de compañía, y qué consecuencias ha sufrido su relación tras el confinamiento.
No hace mucho nos hicimos eco de las conclusiones de una investigación elaborada por la Fundación Avacall y la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, que detallaba los beneficios psicológicos que supuso para los propietarios de perros y gatos contar con la compañía de una mascota durante el confinamiento. Hasta un 98% reconoció haber sido feliz en la cuarentena gracias en gran parte a la convivencia con su animal doméstico, puesto que el hecho de haber compartido con sus mascotas esta desagradable experiencia les supuso tranquilidad, alegría y alivio.
En esta ocasión, han sido investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), de la Royal Veterinary College de Londres, quienes junto al profesor de la Facultad de Veterinaria y del HCV CEU-UCH, Juan Argüelles, los que han llevado a cabo un análisis para profundizar en los efectos del confinamiento en España en el comportamiento de perros y gatos domésticos. Y es que la compañía de estos animales ha influido en sus propietarios de forma positiva por el apoyo sustancial que les ha brindado la misma y con la que han podido mitigar las consecuencias psicológicas que ha supuesto esta cuarentena obligada por la crisis del COVID-19.
Las conclusiones de esta investigación reafirman que la calidad de vida de estos dueños de mascotas estaba fuertemente influenciada por el estilo de vida y los efectos emocionales del confinamiento. Por ello, el vínculo emocional entre personas y mascotas se fortaleció durante este periodo más si cabe, y sirvió de apoyo psicológico fundamental en el caso de los humanos. Sin embargo, para los animales también repercutió en un aumento de estrés en su comportamiento, siendo los perros los más afectados según sus signos.
Los autores explican esta conclusión refiriéndose a que los propietarios recibieron un apoyo sustancial de sus mascotas, incrementándose este cuando la calidad de vida del dueño fue deteriorándose más conforme pasaban los días de confinamiento. Un apoyo que asocian a una mayor cercanía emocional e interacción con el animal, encontrando también “asociaciones interesantes entre problemas de comportamiento, cambios de comportamiento generales y aspectos del confinamiento“.
Pero también destacan que algunos indicios de que el aumento de las necesidades emocionales de los propietarios “podría afectar negativamente a las mascotas que tenían problemas de comportamiento existentes“. Es por ello que los hallazgos del estudio “apuntan a formas en las que podemos minimizar los efectos del periodo de confinamiento“, reconocen los investigadores.
De las encuestas realizas, hasta un 61,8% de los participantes reconoció que su calidad de vida se había deteriorado durante el confinamiento, mientras que el 37% de los perros mostraron signos de dificultad para hacer frente a las consecuencias que supuso este periodo. Los gatos, en cambio, reaccionaron con mayor fortaleza y se vieron menos afectados.
Las conclusiones finales del estudio reafirman la necesidad de profundizar con más detalle en el comportamiento de los animales de compañía durante el confinamiento, y así elaborar comparaciones internacionales y lograr reducir los efectos de este periodo de crisis.
Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA