Razones por las que no adoptar un perro tras una ruptura

Una ruptura sentimental es siempre un momento difícil y tortuoso. Pero no debemos pensar que la compañía de un perro es la solución a la soledad o la falta de cariño cuando hemos roto con nuestra pareja. Te damos cuatro razones de peso para que te lo replantees si es tu caso y estás pensando en adoptar un perro…

por qué no adoptar un perro tras una ruptura

Una ruptura, incluso si has sido tú quien la ha promovido, nunca es bonita… ni fácil. Romper con alguien, aunque tu pareja fuese alguien tóxico o “lo peor de lo peor”, es algo que trastoca nuestra vida, nuestra rutina e, incluso, nuestra forma de afrontar la vida. Lo que puede ocasionar que, en ocasiones, tomemos decisiones cuestionables. Como, por ejemplo, adoptar un perro.

Separarse de una pareja, particularmente cuando llevabais mucho tiempo juntos y es de forma inesperada o repentina, puede trastocar la vida de cualquiera y suponer un gran estrés mental, emocional e, incluso logístico (no hay que olvidar las complicaciones de buscar una nueva vivienda, los grupos de amigos que se dividen, o los lugares antes habituales y compartidos a los que ya no querrás volver).

Es obvio que en los días y meses que siguen a una ruptura las rutinas pueden dar un vuelco absoluto. Cambiar de aires, probar a salir más y conocer gente nueva, hacer aquello que anhelabas y no podías cuando tenías pareja, recluirte para “lamerte las heridas”… depende de cada cual, pero lo cierto es que a veces, en esta tesitura, nos volvemos un poco locos.

Y entre esas “locuras” que a veces hacemos está la de plantearnos ¿por qué no tener perro? Ya sea porque siempre hemos querido uno y nuestra pareja no quería. O los dos querían pero nunca era el momento adecuado. O simplemente porque de forma súbita nos parece la mejor idea del mundo.

Las relaciones “de rebote” nunca suelen acabar bien. De ahí que, si súbitamente tener un perro te ha parecido la mejor idea del mundo, quizá deberías pararte a pensar muy seriamente si realmente es así.

Lo sabemos… un perro a priori es un caramelo para un corazón roto: su amor es incondicional, dan compañía, juegos, mimos, alguien que siempre se preocupará y esperará por ti en casa… Pero ¿y qué hay del perro? ¿Podrás tú corresponder todo ese amor y dependencia?

Vamos a analizar cuatro puntos clave por los que deberías pararte a pensar seriamente si está tomando la decisión correcta. En Terránea siempre decimos que apoyamos la adopción… pero la adopción responsable. Veamos, brevemente, por qué podría ser una mala idea cuando acabas de romper con alguien:

Puede que no estés tomando buenas decisiones

Que inmediatamente después de una ruptura e incluso meses después hay ocasiones en que no pensamos con claridad es un hecho. Muchos son los que en esta tesitura realizan grandes cambios vitales, como empezar a cuidarse y quererse más, cambiar su círculo de gente, su “look” o empezar a practicar algún deporte o hobby nuevo.

Muchos de estos cambios, transformaciones y decisiones resultan geniales… otros definitivamente no. Pero lo que está claro es que cuando acabamos de sufrir una ruptura no es el mejor momento para valorarlo. Sólo el tiempo nos dará claridad de ideas y la oportunidad de ver el resultado de los mismos.

Pero claro, adoptar un perro no sólo nos afecta a nosotros. Puede parecer la mejor idea del mundo o entusiasmarnos cuando estamos en la típica situación de desamparo post-ruptura (pijama, helado, vino y autocompasión). Pero, si realmente era una buena idea, también lo será dentro de unos meses, cuando hayamos tenido tiempo de reponernos y de pensarlo fríamente.

No es un buen momento para tomar decisiones vitales

Cuando tu vida se encuentra en mitad de una crisis como esta, en la que todo puede estar en tela de juicio o cambiar (dónde vivir, con quién, cómo será nuestra nueva rutina), añadir más complicaciones con la responsabilidad que entraña hacernos cargo de una mascota, quizá no es la mejor idea.  

No es únicamente una cuestión logística o de espacio (los perros necesitan un hogar y un dueño estables, con unas rutinas). Sino que, cuando nos encontramos en un impás vital, en el que aún no hemos establecido nuestro nuevo statu quo , no es un buen momento para tomar decisiones apresuradas con implicaciones de por vida para el perro.

Huir de la soledad no es razón suficiente para tener perro

Es posible que estar solo realmente sea muy difícil e incluso que te produzca una gran ansiedad. Un perro aporta compañía y amor, y desde luego siempre están entre las mejores razones para adoptar una mascota. Pero siempre y cuando tu decisión sea meditada y en ella hayas tenido en cuenta lo suficiente el bienestar, intereses y necesidades del perro.

Querer algo o alguien para que te dé amor y para poder dárselo tú está bien, y un perro puede ser una gran elección en este caso. Sin embargo estar solos o sentir esa soledad no es una razón de peso suficiente para asumir todos los compromisos que exige un animal que dependerá de ti y que tiene necesidad de tu tiempo, de espacio, de alimento,… Piénsalo con frialdad.

Deberías pensar a largo plazo

¡Vale! Has vuelto a la soltería y tener por fin una mascota parece una idea que va a funcionar en este momento de tu vida. Pero ¿qué ocurrirá a largo plazo? ¿Y si vuelves con tu pareja o encuentras una nueva? ¿Seguirías estando interesado en el perro? ¿Renunciarías a una nueva pareja si a esta no le gustan los perros o ya tiene una mascota que no se lleva bien con la tuya?

Lo cierto es que los perros son maravillosos, pero además de responsabilidades, a veces traen consigo algunos límites en lo que podemos o no hacer… Hay que sacarles varias veces al día, necesitan tu compañía, tendrán que acompañarte en tus viajes y vacaciones… Y no todo el mundo está dispuesto a vivir o convivir con dichas limitaciones.

Un perro te abre un universo lleno de amor y diversión, pero también cierra, por decirlo de alguna manera, algunas puertas. El perro que adoptes puede imponer algunas limitaciones a tu futuro en cuanto a cómo será tu vida, y qué podrás hacer o no… , ¿estás realmente listo para comprometerte con eso? Esa es la respuesta que debes buscar. Un animal no es un objeto. Es un ser con sentimientos y necesidades. Si buscas un nuevo compañero no pienses sólo en ti, sino también en lo que tú podrás ofrecerle a él.

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Marketing Digital, Publicidad y Comunicación Corporativa en TERRÁNEA

Jorge Monroy Criado

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