Los tres años de Guerra Civil acabaron con el futuro de SEFA, un proyecto empresarial que antes de ENASA puso en marcha la primera marca española de camiones y autobuses. Creada en 1928 SEFA colaboró con la prestigiosa firma francesa De Dion-Bouton y llegó a fabricar un total de 35 unidades con motores de gasolina, algunas de las cuales sobrevivieron a la contienda.
A pesar de la luminosa presencia de Hispano Suiza en la historia de la automoción española, hasta la aparición de ENASA y de SEAT nuestro país nunca fue una potencia industrial desde el punto de vista de la producción de camiones y automóviles.
Sirva tan sólo un ejemplo. En 1931, año de la proclamación de la Segunda República, en España tan sólo se fabricaron ochenta vehículos, una cifra irrisoria comparada con las de otros países europeos. Ese mismo año se matricularon en nuestro país un total de 13.000 automóviles, la mayor parte de ellos correspondientes a marcas extranjeras.
SEFA estrena el “made in Spain”
Para intentar solucionar este desfase industrial en 1928 las autoridades de la época y la iniciativa privada promovieron la creación de la Sociedad Española de Fabricación de Automóviles (SEFA), una denominación social y comercial que en pocas palabras explicaba cuáles eran sus objetivos.
Con sede en Madrid (Paseo de las Acacias, 16) SEFA iba a estar dedicada de inicio a la fabricación de todo tipo de vehículos a motor, aunque finalmente sus gerentes decidieron que mejor se especializaría en el diseño y construcción de camiones de alto tonelaje.
Los promotores de SEFA eran el banquero Luis de Urquijo y Ussia, marqués de Amurrio, que probablemente proveía de medios financieros al proyecto; mientras que el empresario industrial Valentín Ruiz Señén y el ingeniero Antonio Valenciano y Mazeres, eran los encargados de gestionar y poner en marcha las líneas de fabricación.
Juntos comenzaron la producción de camiones “made in Spain”, que por otro lado eran muy similares a los camiones franceses De Dion-Bouton, una marca con reconocida experiencia y con un buen posicionamiento a nivel internacional, pero que a comienzos de los años treinta pasaba por algunas dificultades económicas.
Camiones y autobuses SEFA
Cómo era habitual en aquel momento los camiones de SEFA incorporan motores gasolina de cuatro cilindros, denominados KME, y que tras la Guerra Civil serían adaptados al uso del gasógeno.
Estos propulsores tenían unas dimensiones de 125×150 mm, dos bloques independientes, válvulas laterales y culatas desmontables, y eran muy similares a los motores KM que utilizaba De Dion-Bouton, lo que por otro lado hace pensar en el origen francés de estas mecánicas.
Se trataba de motores robustos que brindaban un rango de potencia de 90 CV y a los que pronto se uniría una segunda saga de bloques con menor cilindrada y unas prestaciones de 73 CV.
En el caso de transporte de mercancías los chasis de SEFA tenían una capacidad de carga de hasta cinco toneladas, pero como era habitual se trataba de bastidores que también podían ser carrozados para el transporte de viajeros e incluso debidamente equipados ser utilizados como coches de bomberos y en otro tipo de especialidades.
ENASA acabó con SEFA
¿Qué sucedió con SEFA? El comienzo de la Guerra Civil, en julio de 1936, dio al traste con un proyecto industrial que tenía un futuro prometedor y que, finalmente, sería disuelto en 1946. Principalmente porque las autoridades de la época ya tenían pensada la creación de la Empresa Nacional de Autocamiones (ENASA). Una iniciativa de carácter estatal que venía amparada por el INI y que no quería “intromisiones” privadas.
Se tiene constancia documental de que la Sociedad Española de Fabricación de Automóviles (SEFA) tan sólo construyó unas 35 unidades a lo largo de su existencia y que finalmente sus instalaciones en Madrid acabarían siendo vendidas a Construcciones Aeronáuticas, S.A. (CASA).
Finalmente, la última unidad SEFA de la que se tienen datos fue un camión de bomberos que en el año 1947 todavía se encontraba prestando servicio en Valencia durante las graves inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Turia.
Terránea es una correduría de seguros especialista en comparar precios del mercado asegurador para ofrecer a sus clientes todo un abanico de servicios.
Dedicada a esta actividad desde 1998, pretendemos ofrecer claridad a nuestros clientes para que puedan ahorrar dinero y escoger la tarifa que se ajusta a sus necesidades.
Encuentra un seguro barato entre más de 30 aseguradoras
con nuestro buscador de seguros.
Tendrás un asesor personal. Ponemos a tu disposición un equipo de 60 profesionales, tramitadores y abogados para gestionar tus siniestros, con las máximas garantías de indemnización, y representarte en caso de conflicto con la compañía aseguradora.