En las décadas de los sesenta y setenta del pasado siglo España vivió una “época dorada” para el mundo de las dos ruedas, con fabricantes como Puch, Derbi, Montesa o Bultaco. Esta última firma surgió gracias al empresario catalán Paco Bultó (Don Paco), que tras abandonar Montesa decidió llevar a cabo su sueño de encabezar un proyecto que firmó modelos que hoy son legendarios.
Dentro del panorama nacional de las dos ruedas entre los años 1958 y 1983 Bultaco fue una de las marcas españolas que, como Puch, Montesa o Derbi, protagonizó la que se considera la época dorada de las motos “made in Spain”.
Todo comenzó en 1944 al filo del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando los empresarios Pere Permanyer y Paco Bultó decidieron fundar Montesa, un proyecto que Paco Bultó abandonaría en 1958 para crear Bultaco (Bultó + Paco), una marca que siempre estuvo íntimamente ligada al mundo de la competición.
En la aventura de Bultaco su creador estuvo acompañado por un fiel equipo de técnicos procedentes de Montesa, que comenzaron su andadura en la Masía de San Antonio, una finca que Paco Bultó tenía en Cunit (Tarragona), donde diseñaron en tan solo cuatro meses el primer modelo firmado por Bultaco que sería bautizado con el nombre comercial de “Tralla”.
Bultaco en las carreras
Aquella primera Bultaco incorporaba un motor de 125 cc muy similar en sus dimensiones al de la Montesa Brío, aunque con la diferencia de que el diseño de la mecánica era monobloque y llevaba el cambio integrado, una solución técnica que Montesa incluiría en 1963 en su futura “Impala” de 175 cc.
Tras las buenas prestaciones de la Bultaco Tralla durante el GP. de España celebrado en el circuito de Montjuic, los responsables de Bultaco decidieron incorporar un carburador mayor, un escape con cámara de expansión y un nuevo diagrama de distribución con el objetivo de imponerse a las Montesa en el GP. Internacional de Madrid, modificaciones que se incluirían posteriormente en los siguientes modelos de la serie “Tralla” (TS, TSS y Super Sport).
Precisamente, sería una “Tralla TSS” la que en 1960 batió cinco récords del mundo de velocidad en el circuito francés de Monthéry, dos en su categoría de 175 cc, dos más en la de 250 cc y un quinto en la de 350 cc. Gracias a ello las Bultaco TSS adquirieron fama internacional y fueron utilizadas por un buen número de pilotos de todo el mundo.
En mayo de 1965, tras la muerte del piloto Ramón Torras durante una carrera preparatoria para el Tourist Trophy de la isla de Man, Bultaco decidió abandonar todas sus actividades en el mundo de la competición, una presencia que retomaría en la edición del Campeonato del Mundo de 1976 y con Ángel Nieto como piloto.
Las Bultaco Off Road
Además de en los circuitos desde 1960 la fama de Bultaco se extendió también a los territorios Off Road con la mítica familia Sherpa, una serie que incluía modelos mixtos que podían matricularse también para carretera (Sherpa N con motor de 155 cc) y modelos enteramente pensados para moverse fuera del asfalto (Sherpa S con motor de 125 cc).
Cuatro años después -1964- y con el objetivo de desarrollar una moto de trial capaz de desbancar a las poderosas máquinas inglesas, Bultaco contrataría al piloto británico Sammy Miller. El resultado de aquella colaboración sería la Sherpa T, que a partir de su aparición se impondría en todos los campeonatos del mundo hasta 1979, cuando la familia Bultó abandona Bultaco.
Por otro lado, aprovechando el éxito de las Sherpa, Bultaco también acometió la fabricación de motos para las competiciones de motocross, una especialidad a la que la Bultaco Pursang aportó potencia, maniobrabilidad y un bajo peso, virtudes que la hicieron especialmente popular en Estados Unidos.
Bultaco echa el freno
La década de los setenta estuvo repleta de problemas financieros y laborales para Bultaco (crisis del petróleo, huelgas, baja rentabilidad, etc), que acabaron provocando la salida de la familia Bultó a finales de 1979, aunque la marca y la producción de motos continuaría hasta 1983 en forma de cooperativa.
Finalmente, el Ministerio de Industria acabaría avalando la operación por la que Montesa Honda acabaría haciéndose con la propiedad de Bultaco, una estrategia que después se utilizaría también con otras firmas españolas como Sanglas (Yamaha) y Puch Avelló (Suzuki).
En 2014 los herederos de Don Paco resucitaban la marca Bultaco, pero esta vez con motos de propulsión eléctrica, aunque en la memoria de todos los moteros españoles figuran modelos legendarios como la Metralla 62, la Sherpa T “Sammy Miller”, la Lobito 100 o las distintas versiones de las series Frontera, Mercurio, Matador o Campera.
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