Es muy difícil que los usuarios españoles confíen en el futuro de la electromovilidad si saben que no existen suficientes cargadores eléctricos y que los que existen carecen de potencia suficiente para realizar cargas rápidas o que 1 de cada 4 instalaciones están fuera de servicio por un mal mantenimiento o porque carecen de los permisos necesarios para comenzar a funcionar.

Fue durante el pasado mes de julio cuando la Comisión Europea aprobó el Reglamento de Infraestructuras de Combustibles Alternativos, una normativa que entre otras cosas estará encargada de regular el número de instalaciones de carga para vehículos eléctricos que deberán existir en las principales carreteras europeas.
De acuerdo con este Reglamento Europeo cada país se responsabilizará de que a partir de 2026 y en este tipo de carreteras de uso prioritario, los usuarios de vehículos eléctricos puedan disponer de cargadores rápidos (a partir de 150 kW de potencia) cada 60 kilómetros.
Además, pensando en los vehículos pesados de propulsión eléctrica el citado Reglamento también establece que cada 60 kilómetros de la red transeuropea de transporte (RTE-T) deberán instalarse cargadores con una potencia mínima de 350 kW, a lo que habrá que sumar a partir de 2030 puntos de repostaje de hidrógeno cada 200 kilómetros.

España suspende en cargadores y electromovilidad
¿Cuál es el problema? Que no solo es necesario invertir en la creación de nuevas instalaciones de repostaje eléctrico, sino que también hay que establecer un programa de mantenimiento para que dichas instalaciones se encuentren plenamente operativas.
Según el Barómetro de la Electromovilidad en España hay cerca de 29.500 puntos de carga eléctrica de acceso público, una cifra que puede parecernos elevada pero que es insuficiente por dos importantes motivos:
- Déficit de puntos de carga. En el ámbito de la Unión Europea nuestro país es el tercero por la cola en número de cargadores para vehículos eléctricos, por delante tan sólo de Chequia y Hungría. Para cumplir con los objetivos marcados por la UE tendríamos que hacer un esfuerzo sobrehumano en lo que resta de década hasta 2030. Pero este no es el único problema que encuentran los usuarios para la expansión de la movilidad eléctrica en España.
- Falta de mantenimiento. De acuerdo con los datos del Barómetro de la Electromovilidad del total de infraestructura de recarga eléctrica eléctrica existente en España al menos un 23% está fuera de uso por encontrarse en mal estado, presentar algún tipo de avería que impide su utilización o simplemente se encuentra fuera de servicio a la espera de obtener los permisos y licencias administrativas correspondientes.
Este porcentaje significa que 6.700 cargadores no pueden ser utilizados por los usuarios, lo que por el momento deja los puntos operativos para realizar una carga eléctrica en unos 22.800. En resumen 1 de cada 4 cargadores eléctricos no funcionan.
Potencia insuficiente para cargas rápidas
Pero los obstáculos para los usuarios españoles de vehículos eléctricos no terminan ahí, porque del total de cargadores en funcionamiento la inmensa mayoría (78%) pueden calificarse de carga lenta, de los cuales al menos un 73% tienen potencias máximas de 22 kW e incluso inferiores.

Por otro lado, tan sólo un 3,8% de los cargadores -aproximadamente 875- pueden considerarse de alta potencia con voltajes por encima de los 150 kW, capaces de realizar altos niveles de carga en tiempos de 15-25 minutos.
Finalmente, algunos turismos de última generación y la gran mayoría de camiones y autobuses eléctricos necesitan cargadores que admitan capacidades de carga de 250 e incluso 350 kW, con el objetivo de que los tiempos de recarga se aproximen en duración a los de un repostaje tradicional, pero de este tipo de instalaciones apenas existen ejemplos en nuestro país.
En resumen, el problema para la instalación de cargadores eléctricos en España, sobre todo los de altas potencias, tiene que ver con las trabas administrativas y con los largos procesos burocráticos que hay que seguir para que las distintas Administraciones aprueben este tipo de instalaciones.

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