El ciclismo es una de las grandes pasiones que podemos disfrutar en la vida. Qué menos que tener el equipamiento adecuado para hacerlo de la manera más segura. No eches en falta nada en tu próxima ruta.
Una de las primeras ilusiones que tenemos en nuestra vida es aprender a montar en bici.
Una vez que lo conseguimos, comienza una odisea de aventuras interminable que es muy probable que dure hasta el final de nuestros días.
El ciclismo es uno de los placeres que podemos disfrutar cada año, y en España es desde hace mucho tiempo un hobby que muchos de nosotros practicamos con cierta frecuencia y con el que podemos desconectar, descubrir nuevos caminos, rutas y tener sensaciones increíbles y únicas que nacen gracias a este medio de transporte. Por no mencionar además que se trata de una actividad saludable y divertida para nuestro organismo, sin importar la edad.
Para ponernos en marcha, ya sea por ciudad o montaña y sin que nos sirva la típica excusa de que “no somos Induráin ni Contador”, debemos prepararnos como es debido para evitar percances, caídas o disgustos innecesarios durante el trayecto que vamos a realizar.
Como amantes del ciclismo, estamos deseosos que nuevos ciclistas se pongan en marcha y saquen a relucir su pasión por un deporte amado por muchos en la península y con gran presencia en ciertos lugares del país.
Por ello, todos debemos tener claro cuál es el mejor equipamiento básico para ciclistas, con los diferentes accesorios que debemos llevarnos con nosotros en nuestra salida. A continuación podrás empaparte sobre cada uno de los que te recomendamos no dejar en casa cuando vayas a montar en bicicleta.
1. El casco salva vidas
Si todos se empeñan en recordártelo, será por algo.
El uso del casco ha pasado de ser una elección opcional a convertirse prácticamente en una obligación, sin importar trayectos o edades del ciclista.
No debemos justificarnos con la idea de que no es necesario ponernos casco porque una bici no es una moto.
Cualquier caída o golpe en la cabeza puede ser mortal y nuestra vida está en juego si no hacemos uso de él cuando montemos en bicicleta.
La normativa actual consiste en que sólo es obligatorio para ciclistas menores de 16 años y sólo es recomendable para los adultos en la ciudad, aunque obligatorio también en vías interurbanas.
Por mucha polémica o indecisión que exista sobre su uso, desde luego, los números no engañan.
Hasta en un 85% se reduce el riesgo de sufrir una grave lesión en nuestra cabeza, que puede afectarnos el resto de nuestra vida, si en el accidente llevamos puesto casco, según detalla un estudio publicado en The New England Journal of Medicine, un dato que merece la pena tener en cuenta.
Si bien los accidentes en bicicleta pueden ser provocados por cuestiones ajenas al ciclista y las lesiones pueden afectar a diferentes partes del cuerpo, el impacto en la cabeza es sin duda el mayor peligro al que nos enfrentamos.
Por ello, no existe mejor razón para concienciarnos de que el casco es sin duda el accesorio más importante que nunca debemos olvidar. Fabricados con material poliestireno, éste absorbe el impacto del golpe destruyéndose.
A la hora de escoger un casco, existen tipos diferentes según la disciplina que vayas a realizar.
Los cascos de montaña y de ruta suelen ser los más usados, ya que ofrecen tanto una mayor protección como una ventilación adecuada, además de que su estabilidad es más resistente para pedalear en terrenos donde podemos encontrarnos con subidas y bajadas.
Es recomendable decantarse por un casco ligero que se adapte sin problemas a nuestras medidas y que no nos dificulte la visión a la hora de realizar el recorrido.
Procura que las correas se ajusten correctamente para mayor comodidad y seguridad. Y, por supuesto, no olvides reemplazar el casco en el caso de que éste ya haya sufrido un golpe o tenga el mínimo daño apreciable.
Su protección ya no será la máxima. Los cascos de tipo recreativo, menos ligeros y resistentes, son utilizados mayormente para realizar recorridos menos severos en los que protegerse del sol.
2. No te juegues tu bici, utiliza un candado sencillo pero seguro
Cuántos habrán dicho “es sólo un momento, no pasará nada”. Sabemos de sobra que lo más sensato es utilizar un candado o eslabón de cierre rápido que nos evite disgustos innecesarios si tenemos que dejar la bici un minuto, cinco o las horas que necesitemos en algún lugar.
Sin un buen cierre de seguridad podemos dejar nuestro vehículo sin motor totalmente expuesto a un posible robo que nos deje sin ella.
Si bien es cierto que todos los candados pueden romperse, qué mejor que cubrirse las espaldas con uno que dificulte al máximo el intento de robo del ladrón.
Debes saber que, además de adecuarse al tipo de bicicleta, el candado debe ajustarse a las condiciones habituales en las que te encuentres cuando salgas, como la zona en la que la vas a dejar aparcada, de mayor o menor riesgo, o el tiempo de espera que debe estar sola.
Como también se trata de un accesorio que vas a llevar contigo siempre, conviene que sea de sencillo y cómodo manejo.
Incluso si eres buen previsor, seguro que habrás optado más de una vez por llevarte también el sillín para asegurar todavía más si cabe el posible hurto.
3. Luces para ver y dejarse ver
Otro accesorio vital para nuestra seguridad a la hora de montar en bici.
Hay que recordar que cuando nos trasladamos con estos vehículos sin motor, si en algún momento tenemos que desplazarnos fuera de los carriles de bici (sólo para ciclistas), estaremos expuestos a la circulación del resto de vehículos y peatones.
En esos casos, es de suma importancia tanto que veamos con claridad como que nos mantengamos visibles para evitar posibles choques o accidentes causados por la falta de luz a la hora de circular.
Dependiendo de lo que necesites o del modelo de bici que tengas, podrás hacerte con diferentes tipos, pero a la hora de adquirirlas, debes tener en cuenta cuestiones como la potencia que requieras para hacerte más o menos visible, dependiendo de la luminosidad de la zona donde circules (por ejemplo, si te encuentras en una calle suficientemente iluminada es posible que no necesites luces de tanta potencia).
Pero no sólo debemos pensar en ser vistos desde una posición. El objetivo es facilitar una visibilidad también lateral que te permita ser visto prácticamente en 180º gracias a la potencia de las mismas.
Y si por casualidad, el juego de luces te juega una mala pasada y sufre una avería, lo puedes paliar con un chaleco fluorescente o reflejantes con los que hacerte ver a toda costa.
Debemos tener en cuenta también el uso del timbre, que sin abusar de él, puede ser la mejor ayuda en aquellos momentos en los que deseas avisar a alguien que se encuentra caminando por el carril bici cuando el ciclista tiene preferencia.
4. Maillot y culotte, comodidad sin sudor
La indumentaria especial para ciclistas proporciona tanto mayor comodidad a la hora de montar en bici y circular con ella, como la posibilidad de proteger las partes del cuerpo más sensibles y evitar de esta forma rozaduras y daños en la piel que nos dificulte el regreso a casa.
El jersey o maillot, que recibe su nombre del francés maillot (que significa camisa), es una prenda de ropa que bien podría pasar como una capa extra de piel, ya que gracias a su diseño y al material mediante el que está fabricado, va pegada al cuerpo, permitiendo una mejor ventilación, transpiración del sudor y nos resguarda de percances como un posible enganche.
Además, tenemos más facilidad a la hora de movernos y desplazarnos.
De la misma forma ocurre con la parte inferior, es decir, el culotte o las mallas.
Con material de licra, estas prendas son perfectas tanto para distancias cortas como para largas, ya que el constante pedaleo hace evidente la necesidad de un mayor resguardo en la parte inferior con la que apoyamos nuestro cuerpo.
El culotte puede incluir además una almohadilla para evitar rozaduras.
5. Gafas y guantes, protege tu vista y tus manos
Podrás pensar que se trata de accesorios secundarios o de menor importancia, pero no es así.
Somos conscientes de que tanto las gafas como los guantes son accesorios muy fáciles de olvidar (suponemos que te habrá pasado alguna vez), pero lo cierto es que son bastante necesarios durante el camino.
Si las luces son imprescindibles, las gafas y los guantes tienen también su importancia, ya que nos resguardan tanto las manos como los ojos. Las altas o bajas temperaturas, el sol o incluso los mosquitos pueden ser un incordio para nuestra vista en largos trayectos.
Del mismo modo, las manos pueden sufrir sequedad o rozaduras perfectamente evitables con ayuda de unos buenos guantes.
Ten en cuenta además que cuando nos caemos, solemos utilizar las manos para apoyarnos, por lo que los guantes nos permiten protegernos de posibles heridas o lesiones.
También nos proporcionan mayor agarre en caso en los casos en los que el sudor o la lluvia nos lo complican. Algunos diseños son especiales y absorben incluso parte del impacto en una caída.
6. Kit de herramientas: puede ser tu mejor aliado…
Posiblemente se trata de algo que casi nunca (por no decir nunca) llevas contigo cuando montas en bici.
Sin embargo, y pese a la incomodidad que supone, el hecho de tener la ayuda de ciertos accesorios puede condicionarte si sufres un percance inesperado durante el recorrido.
Palancas, tubo de repuesto, inflador o bomba de aire o una cámara de neumático de repuesto son algunos de los ejemplos a los que nos referimos.
El pinchazo es uno de los problemas más comunes que podemos sufrir fácilmente en nuestros recorridos, por lo que tanto la bomba como el tubo de repuesto son accesorios que no debemos olvidar, sin importar la duración de nuestro trayecto.
La bomba de inflado debe adaptarse a la válvula que usemos y aportar la cantidad suficiente de aire en cada movimiento que llevemos a cabo. También puedes encontrar sistemas de aire comprimido, con los que llenarás el tubo de forma instantánea, pero eso es algo a gusto del consumidor.
Descubre en este artículo cómo usar los cambios de la bici de forma adecuada.
7. Una mochila o alforja para que no te falte de nada
Porque estarás de acuerdo en que por muy completo que sea nuestro equipamiento básico de ciclismo, una mochila o alforja se hace imprescindible en nuestro recorrido para guardar en ella los diferentes accesorios que no podrías cargar así como así montado en bici.
Nos referimos por ejemplo al móvil, a alguna chaqueta o abrigo por si las bajas temperaturas lo requieren, comida rica en calorías para calmar nuestro estómago y reforzarnos físicamente e incluso un botiquín con algunos medicamentos y utensilios (tiritas, gasas, alcohol…) que pueden sernos muy útiles en caso de algún percance o caída.
Si nuestro recorrido no es muy largo (menos de 60 o 90 minutos), podemos salir perfectamente sin comida, pero es aconsejable llevar al menos una barrita energética para evitar una bajada de azúcar o una pájara.
Una alforja nos facilitará llevar aquello que es muy posible que echemos de menos si lo dejamos en casa por simple incomodidad, sin necesidad de cargar con una mochila a nuestra espalda.
También puede sernos de uso obligatorio cuando nos desplazamos por ciudad y llevamos con nosotros material que debemos transportar (portátil, libros, comida…). Con una canastilla, ya sea en la parte frontal o trasera, podríamos incluso transportar a una mascota de manera sencilla.
8. Portabidón para llevar agua o tu bebida isotónica
Como depósito cilíndrico, el bidón conserva cualquier líquido que deseemos llevar para nuestro trayecto.
Ya podemos ir a la vuelta de la esquina con nuestro vehículo sin motor que es prácticamente impensable salir sin agua de casa.
Si vamos a completar un buen número de kilómetros, podemos complementar el uso de agua con alguna otra bebida energética o isotónica.
La hidratación es fundamental en el ciclismo y el uso del portabidón nos permite transportar los líquidos sin problemas y beberlos en cualquier parada que deseemos.
Pueden ser de diferente material, como fibra de carbón, plástico o aluminio.
9. Zapatillas de ciclismo: Cómo elegir las correctas
A cada deporte le corresponde su indumentaria específica, y en el caso de las zapatillas para montar en bici no es diferente el caso.
Para saber cómo elegir las zapatillas de ciclismo correctas, debes tener en cuenta, en primer lugar, la modalidad de ciclismo que sueles practicar o los lugares que recorres.
En carretera es más factible usar zapatillas de suela rígida, mientras que en montaña, es preferible que precises de calzado con tacos al tratarse de un terreno más empinado y farragoso.
Además, las zapatillas deben ser compatibles con el sistema de sujeción de tu bicicleta.
Usar calzado con un sistema de cierre sencillo te permitirá evitar accidentes y, dependiendo de la temperatura, podrás elegir entre calzado más ligero, para no sufrir calor, o más grueso, para la estación de invierno, en la que el ejercicio físico no te evitará sentir frío en los pies.
Para aquellas personas que simplemente desean desplazarse por ciudad o usar la bici como medio de transporte, no es necesario llevar calzado de tacos en la suela para pedalear fácilmente, por lo que un calzado deportivo o ideal para caminar es una buena opción.
Pero hay que tener presente que para ciclismo de montaña no es recomendable usar unas zapatillas más específicas para otros deportes.
10. GPS: No te pierdas en una nueva ruta
Para no tener que hacer uso del móvil (salvo ocasiones obligadas obviamente), podemos contar con un GPS, que debemos sujetar en la bicicleta con un soporte, con el que planificar una ruta diferente.
Según lo que necesites, podrás encontrar diferentes tipos de aparatos que deberemos elegir en función del uso que le vayamos a dar y el precio que pensamos desembolsar.
Estos dispositivos pueden realizar diferentes funciones según su tipo, como el almacenamiento de datos relacionados con el rendimiento físico y la ruta que estamos realizando, que podremos seguir a través del mapa que nos facilita.
Por ello, necesitamos que la capacidad de memoria interna del dispositivo sea amplia o adquiramos tarjetas de memoria para poder cargar los mapas sin problemas.
Y si eres de los que suele no cambiar de recorrido y prefieres no complicarte, siempre puedes tirar del móvil en un momento de apuro para encontrar el camino de regreso.
10+1. Documentación: La mejor forma de ir seguro
Vayas a donde vayas, llevar consigo la documentación que nos identifique resulta fundamental.
Junto con dinero, las llaves de casa y el móvil (además de la bici, claro está😁), nuestro DNI, NIE o Pasaporte es imprescindible tenerlo a mano por si ocurre cualquier tipo de imprevisto.
Perderse o tener un accidente son algunos de los claros ejemplos que demuestran que conviene al máximo curarse en salud ante este tipo de situaciones que pueden producirse en nuestros trayectos en bicicleta.
Razones de peso que demuestran que para practicar ciclismo de la forma más segura es vital llevar nuestra documentación personal con la que poder identificarnos.
Hasta aquí nuestra lista de accesorios y equipamiento básico de ciclismo, ¿recuerdas alguno más? ¿nos hemos olvidado de aquel que precisamente usas en cada una de tus rutas en bicicleta?
No dudes en hablarnos de él en los comentarios y cuéntanos por qué deberíamos incluirlo en nuestra lista…
Y como la seguridad es una de nuestras prioridades a la hora de montar en bici, una manera ideal de practicar ciclismo de forma segura es contar con un seguro para bicicletas con el que poder disfrutar de diferentes coberturas según tus necesidades como ciclista.
Responsabilidad Civil para daños a terceros, Asistencia en viaje y Protección Jurídica son algunas de ellas que seguro pueden salvarte de un apuro en cualquier momento.
En Terránea somos apasionados del ciclismo y deseamos la máxima seguridad para aquellos ciclistas que no pueden vivir sin completar una ruta cada poco tiempo.
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Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA
Muuuyyy buenaaaa la información!! me ha copado muchísimo. Es muy útil para todos los amantes del ciclismo.
Muy buen contenido llevo 3 meses en el ciclismo , puedo decir que me he vuelto un aficionado. Puedo decir que no hay nada más que me haga feliz que montar y recorrer el mundo en bicicleta.
Muchaaaas gracias por la información realmente desde que practico ciclismo me he vuelto un maniatico a las bicicletas , compre un montón de cosas de ciclismo.
¡Muy buenas consideraciones sobre la importancia de protegerse del frío!
Cualquier ciclista experimentado sabrá de lo vital que es utilizar prendas y accesorios que permitan esta práctica con total comodidad durante los meses de invierno. Nosotros, por ejemplo, consideramos que los pañuelos tubulares son un must have. En el mercado puedes encontrar todo tipo de diseños modernos y con estampados. ¡Protégete y da personalidad a tu conjunto!
el espejo retrovisor lo veo necesario, igual que en el coche.
Y el timbre ¿No es obligatorio? Tenía entendido que sí, para hacerse oir por otros ciclistas y sobre todo por los peatones.