Desde abril de 1962 los Rolling Stones no han dejado de dar guerra sobre los escenarios, aunque de aquella primera banda tan solo Mick Jagger y Keith Richards continúan en activo. Pero si los Rolling Stones han sido y serán famosos por su música, también lo son por las joyas de cuatro ruedas que han podido conducir y que hoy son vehículos clásicos muy codiciados por los coleccionistas.
Los Rolling Stones (“Sus Satánicas Majestades”) comenzaron a tocar en Londres en abril de 1962 y desde entonces se han mantenido en activo liderados por su mediático cantante Mick Jagger, convertidos a estas alturas en toda una leyenda viva en el mundo de la música.
Junto a Jagger la primera formación de la banda británica estaba compuesta por Brian Jones, Keith Richards e Ian Stewart, a los que más tarde se unirían Bill Wyman y Charlie Watts, de los cuales tan sólo se mantienen sobre los escenarios Mick Jagger y Keith Richards.
Junto a su pasión musical los autores de “Satisfaction”, entre otros éxitos musicales de todos los tiempos, los Rolling Stones también han sido unos apasionados de los automóviles, muchos de los cuales se han convertido gracias a las subastas en auténticas joyas para un buen número de coleccionistas de vehículos clásicos de todo el mundo.
Las berlinas de Bill Wyman
Entre las joyas de “Sus Satánicas Majestades” están dos de las berlinas que condujo el bajista Bill Wyman -su auténtico nombre era Willian George Pecks-. Se trata de un Citroën SM, un vehículo que estuvo en producción entre 1970 y 1975 y que representó toda una revolución en cuanto al diseño y a la incorporación de soluciones técnicas y de seguridad. Este modelo equipaba de serie una mecánica V6 “made in Maserati” que brindaba una potencia de 170 CV.
Otro de los coches utilizados por Wymann fue un Mercedes-Benz 250 S, un vehículo que mandó tintar los cristales traseros obligando a la firma alemana a realizar todo un alarde técnico ya que era la primera vez que s ehacía sobre un cristal curvo. Una de las curiosidades de este modelo es que podía alcanzar una velocidad punta de 180 Km/h.
Pero en algún momento de su vida Wymann pensó que ya estaba bien de berlinas y en 1964 se lió la manta a la cabeza con un MGB Roadster descapotable de dos puertas y dos plazas, que con 94 CV tampoco es que pudiera calificarse como muy deportivo.
Los cuatro diamantes de los Stones
Pero sí hablamos de joyas de cuatro ruedas en el joyero de los Rolling Stones hay cuatro auténticos diamantes. El primero es el Bugatti 57SC Atlantic de Charlie Watts, un impresionante modelo del que sobreviven muy pocas unidades. Curiosamente, Watts nunca tuvo carné de conducir de forma que todos sus vehículos debían ir acompañados de su correspondiente conductor.
El segundo es el Rolls Royce Silver Cloud de Brian Jones, que también era conducido por un chófer contratado para “pilotar” este exclusivo y caro modelo. No sabemos muy bien cómo sucedió, pero este RR acabó siniestrado en el fondo de una piscina después de una noche un tanto loca.
El tercer diamante Stones es el Lamborghini Miura propiedad de Charlie Watts, un superdeportivo de finales de los sesenta que entre otras “delicatessen” montaba un motor V12 de 400 CV colocado en posición central.
Finalmente, el cuarto es el Aston Martin DB6 de Mick Jagger. Este modelo sustituyó en el catálogo de Aston Martin al DB5 del agente James Bond e incorporaba un motor de 280 CV.
El lujoso garaje de Jagger y Richards
Además del Aston Martin DB6 en el garaje de Mick Jagger también hubo un Morgan Plus 8 de 1969, un modelo que estaba basado en el Buick Fireball 215 y que para su época tenía unas prestaciones espectaculares. Gracias a su motor V8 de 184 CV podía alcanzar los 192 Km/h.
Por su parte y como buen ciudadano británico, Keith Richards también apostó por la industria inglesa en su garaje y en particular por un Bentley Continental Flying Spur de mitad de los sesenta, que el músico bautizó con el nombre de “Lena” en honor a la cantante norteamericana Lena Horne. Tan sólo se fabricaron 87 unidades de este exclusivo modelo.
Pero curiosamente, para su día a día Keith Richards solía utilizar un Ferrari Dino 246 GT. En 1973 Richards realizó la gira europea a los mandos de este deportivo, mientras su compañeros de banda preferían realizar los traslados en avión. En total fueron más de 40.000 kilómetros.
Terránea es una correduría de seguros especialista en comparar precios del mercado asegurador para ofrecer a sus clientes todo un abanico de servicios.
Dedicada a esta actividad desde 1998, pretendemos ofrecer claridad a nuestros clientes para que puedan ahorrar dinero y escoger la tarifa que se ajusta a sus necesidades.
Encuentra un seguro barato entre más de 30 aseguradoras
con nuestro buscador de seguros.
Tendrás un asesor personal. Ponemos a tu disposición un equipo de 60 profesionales, tramitadores y abogados para gestionar tus siniestros, con las máximas garantías de indemnización, y representarte en caso de conflicto con la compañía aseguradora.