La territorialidad en perros se da siempre en miembros de la misma especie y nunca es dirigido hacia los humanos. Pero… ¿por qué se comportan así? ¿Cómo surge este comportamiento? ¿Se puede controlar?
Aunque la domesticación les ha llevado a ser animales sociales, los perros cuentan con un comportamiento territorial innato que, si somos propietarios, nos habremos percatado de ello. Como parte de la etología, la territorialidad en los perros debe ser diferenciada por la dominancia y la excesiva protección que pueden ejercer con sus cachorros.
Ser dominante tiene sentido en grupo jerárquico, mientras que la territorialidad se produce para la protección de recursos. No se trata de ser el líder porque a sus compañeros y a nosotros nos ve como iguales, miembros de familia sin subordinados. Este comportamiento territorial de guardia y protección significa que está defendiendo algo que considera suyo y que necesita para su propio disfrute.
Este comportamiento se produce por el simple hecho de aprovechar los recursos cercanos. Es decir, si un grupo de individuos de la misma especie considera que cierto espacio le pertenece, esta quedará delimitado mediante marcaje de feromonas y señales visuales o sonoras. Cualquiera que se acerque al mismo recibirá por tanto una respuesta en forma de defensa. Una reacción denominada agonística que se produce como conducta y que cuando es entre miembros de una misma especie es casi siempre precedida por actitudes amenazantes que evitan la disputa para que no se produzcan heridas.
¿Cuándo tiene mi perro un comportamiento territorial?
A la hora de estudiar la territorialidad de tu perro, conviene hacerlo dentro de un mismo grupo social, puesto que nunca será dirigido hacia ti como propietario. De hecho, debemos saber que este existirá sólo para evitar conflictos y que sólo se mostrará en su carácter si debe responder ante una situación. No será el que más gruñe ni el que muestre más intranquilidad, al contrario y su objetivo será el de tener al grupo lo mayor calmado posible.
A fin de cuentas es una reacción extrema que no se produce a menudo. Qué mejor ejemplo para que lo entendamos que si alguien desconocido quiere coger algo nuestro sin nuestro permiso y sin que sepamos por qué.
Otros factores relacionados con la comida, el agua, el apareamiento o el refugio también pueden estar relacionados con la aparición del comportamiento territorial en perros. Ninguna de estas circunstancias llevarían a a la territorialidad a un perro castrado que habitualmente no viva en un grupo social con otros de su misma especie. La educación, el carácter propio de la raza o las experiencias vividas del animal marcan también esta condición en el comportamiento.
¿Y cuándo no lo tiene? Para que no te confundas, es posible que hayas visto que tu perro reaccione de forma agresiva cuando le has quitado sus juguetes o su comida. Pero esto no es comportamiento territorial, sino un caso de protección de recursos que no está relacionado con la territorialidad.
Recuerda cuáles son los 5 mitos falsos sobre la supuesta agresividad en los perros.
¿Cómo manifiesta un perro comportamiento territorial?
Sabrás que tu perro está actuando de forma territorial si ladra, orina, gruñe, muerde o muestra los dientes. De esta forma muestra que ese objeto, alimento o incluso persona o espacio es única y exclusivamente suya y así informa que le pertenece.
Un comportamiento instintivo y de protección que conviene controlar cuando se da el caso y que incluso es posible modificar si la trabajamos.
Síntomas de territorialidad en perros
- Agresión posesiva: el perro defenderá objetos y personas mediante formas de agresión protectora.
- Agresión territorial: protegerá un espacio concreto o zona que considera suya.
¿Cómo controlar esta conducta?
Normalmente, el propietario quiere remarcar su papel dominante sobre el animal y forzará a quitárselo porque sí, algo que el perro no entenderá y reaccionará con agresividad, tristeza o pena. Para este tipo de casos, esparcir la comida en lugar de facilitársela toda junta puede ayudar a que se interese por conseguirla en lugar de protegerla. Y reforzará además vuestro vínculo el hecho de que tú le apoyes en su objetivo. De igual manera podemos proceder con los juguetes. Al final lo que se pretende es que el cánido pierda interés y valor para que crea que no debe proteger nada.
Es importante ofrecer recompensa mediante refuerzo positivo siempre que consigamos que nuestra mascota responda a nuestras indicaciones. Perseverar en el NO y recompensar el SÍ es por tanto la clave para conseguir que pierda interés y considere que eso que deseaba proteger no necesita protección alguna.
Siempre recordando que el NO nunca debe implicar conducta agresiva por nuestra parte ni por supuesto infundir miedo. Sabrá de tu estado molesto sin que sea necesario que muestres tu enfado. Debes ser firme y perseverar en su educación, teniendo paciencia y recompensando siempre su actitud positiva hacia tus enseñanzas. Las señales precursoras de cada conducta a las que debemos prestar atención para prevenir las posibles respuestas agresivas. Con el ofrecimiento de la recompensa, asociará una como experiencia positiva el hecho de separarse del objeto en sí que pretende proteger.
No olvides consultar con tu veterinario si compruebas que estas técnicas no funcionan y la conducta agresiva del animal continúa en aumento.
¿Por qué hay perros dominantes y perros sumisos?
Además de mascotas los perros son animales sociales que viven en grupos donde de forma natural coexisten individuos dominantes y sumisos. Los estudios reflejan que no hay una predisposición a la “dominancia”, sino que se trata de un rasgo de la personalidad que toma cuerpo con el tiempo y sobre el que podemos influir para que los perros ejerzan su dominancia sin agresividad.
Al igual que sucede con los lobos los perros son animales sociales que fuera del ámbito estrictamente doméstico e individual en el que se mueven como mascotas, su forma natural de vivir es integrados en grupos muy jerarquizados donde coexisten ejemplares dominantes y ejemplares subordinados.
En este sentido el Grupo de Medicina del Comportamiento (Gemca) de la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales, ha realizado y publicado un estudio referido a la dominancia en perros que sirve de punto de partida para conocer mejor el origen de las conductas conflictivas.
Lo primero a tener en cuenta es que el perro territorial y la dominancia canina no es un comportamiento que obligatoriamente conlleve agresividad. En segundo lugar se trata de un concepto descriptivo que atañe a una cualidad que describe la relación existente entre dos o más individuos de un mismo grupo y que por el contrario no define las características o rasgos de un individuo concreto. Esta circunstancia se traduce en que el perro dominante de un grupo no tiene porqué serlo cuando es insertado en un grupo diferente.
Por otra parte, en el mundo canino dominancia y rango social son dos conceptos totalmente diferentes, donde el segundo tiene que ver más con la edad que con la fuerza o la personalidad, ya que está comprobado que a medida que los perros envejecen van ocupando posiciones más altas dentro de su grupo e incluso pueden liderarlos durante sus desplazamientos.
Tipos de dominancia
En el citado estudio los veterinarios describen tres tipos distintos de dominancia canina: agonística, formal y competitiva. El primero se basaría en el resultado de repetidos encuentros agresivos que dan como resultado la existencia de individuos vencedores (dominantes) y de individuos perdedores (subordinados o sumisos).
En el caso de la dominancia formal esta se establece a través de un intercambio ritualizado de información, una comunicación que promueve de forma natural el estatus de perro dominante y de perro subordinado, sin necesidad de que existan episodios agresivos.
Finalmente, la habilidad competitiva está relacionada con la mayor o menor motivación de los animales por la obtención de aquellos recursos (alimentos, agua, etc) de los que depende su supervivencia. En estos casos el estatus de dominancia queda reflejado en la la prioridad de acceso de cada individuo a dichos recursos.
Por último, sería el análisis y la suma de las tres relaciones de dominancia la que nos permitiría definir cuál es la jerarquía, rango y posición que ocupa cada individuo dentro del grupo. A su vez la jerarquía puede llegar a clasificarse en despótica, tolerante, relajada e igualitaria.
¿Existe la personalidad canina dominante?
Está demostrado que la personalidad canina dominante no es un rasgo que exista por predisposición natural. Por el contrario, si podrían etiquetarse personalidades caninas atrevidas y seguras frente a personalidades tímidas e inseguras, que podrían dar lugar a perros dominantes y sumisos.
Por lo tanto, el origen de la dominancia vendría provocado porque los perros más decididos tendrían prioridad de acceso a los recursos, se impondrían habitualmente en las peleas y mostrarían niveles superiores de inteligencia, agresividad e impulsividad.
Por otra parte, en su estudio el grupo de expertos de Gemma hace hincapié en que la existencia de relaciones de dominancia entre perros y propietarios carecen de rigor científico y en su opinión los perros establecen con sus dueños relaciones de apego (y no de sumisión), mientras que los dueños serían para ellos una figura de referencia y no de dominación.
En los casos de agresividad hacia las familias desde Gemca se apunta hacia otros factores de origen, como son las patologías no diagnosticadas, alteraciones de tipo neuronal o de conflictos relacionados con la protección y defensa frente a amenazas externas.
En este sentido los veterinarios aconsejan que no adoptemos cachorros con menos de ocho semanas, porque con ello evitaremos destetes precoces y facilitaremos una primera y necesaria socialización con otros miembros de su especie.
Por otro lado, es importante que la adaptación del perro a un entorno doméstico se haga de forma gradual y siempre a través de estímulos positivos, un tiempo que aprovecharemos para reconocer adecuadamente cuáles son sus necesidades físicas, alimenticias, afectivas y mentales.
Desde el primer momento es necesario establecer un vínculo sano y fuerte con los perros a través del juego y las actividades al aire libre, teniendo paciencia para que el animal vaya adaptándose a nosotros y a nuestras normas de convivencia, para lo cual es fundamental no modificar arbitrariamente dichas normas.
Finalmente, se recomienda no usar la fuerza ni los gritos para corregir los comportamientos indeseados y en cualquier caso buscar la ayuda de adiestradores profesionales y veterinarios con el fin de que puedan realizar un tratamiento integral del problema.
Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA
Tengo boxer,y un cachorro son raza a la hora de comer comen juntos pero cuando deja de comer el boxer el tampoco y así sucesivamente
buenos días, tengo un chihuahua de 9 años duerme con nosotros y hace aproximadamente desde hace 4 años no permite q mi esposo duerma en la misma cama ya ha tenido mordiscos y siempre es pendiente cuando se mueve el en la cama para tirarle y tratar de morderlo. No se como manejar este caso he tratado de no dejarlo montar a la cama pero no me deja dormir, siempre es buscando para q lo monte.
Hola hace como tres meses encontré dos cachorros de tres meses ya tienen 5 meses són muy destructores y pelones con los otros perros de la casa ya los han atacado los iba a dar en adopción pero me da mucha lástima ello són hermanos hembra y macho que puedo hacer para educarlos
Tengo una hembra rottweiller, se ha vuelto territorial, orina como macho y también gruñe a todos los perros que pasan cerca, aunque estos no le ladren, jala demasiado la correa y no le importa si la jalo del collar, lleva pechera porque si le pongo collar se sale.
Hola tengo dos perros machos raza pug ellos son hermanos, me regalaron un pug de 3 meses y uno de mis machos pelea con su hermano y no deja que se acerque, que puedo hacer para que no sea tan protector con el cachorro
Tengo un labrador de un año y 3 meses les ladra mucho a las personas que pasan por mi departamento y si tocan la puerta ladra mucho y se les quiere ir encima ya mordió a una persona en el pasillo de mi departamento y no deja que entre Nadia que puedo hacer, necesito ayuda?
En este artículo puedes ampliar la información que necesitas sobre la raza del labrador retriever: https://www.terranea.es/seguros-para-perros/razas/labrador_retriever.aspx
B tardes, deduzco por lo que has escrito y muy bien detallado que tengo un perro territorial, puesto que ladra y sale al encuentro de las personas que pasan por su radio de estancia. Ante ello como debo de actuar….llamándole o diciendo NO cuando esté a punto de marchar ?? O cuando haya marchado?
Y después tengo que premiar el obedecer el NO o la llamada ? Pueden ellos interpretar que tienen que ladrar a las persona puesto que después me premian?
Gracias por tus consejos.
Debes premiar el comportamiento que le estás enseñando cada vez que lo cumple para reforzar el adiestramiento en positivo. Como explicamos en el artículo, la clave será perseverar en el NO y recompensar el SÍ para conseguir que pierda interés y considere que eso que deseaba proteger no necesita protección alguna