El “hágaselo usted mismo” (do it yourself o DIY en inglés) en la camperización se ha puesto de moda como alternativa a los caros vehículos “llave en mano” y a los “kits”, pero a la hora del bricolaje es importante tener en cuenta que todos los elementos deben ser desmontables, que deben ir anclados sin dañar la carrocería y que tenemos que medir muy bien el peso de los elementos para evitar problemas de sobrepeso.
El “hágaselo usted mismo” se ha puesto de moda en el mundo de las furgonetas camper, sobre todo entre los aficionados más jóvenes, de forma que en las redes sociales son numerosos los tutoriales donde los “manitas” nos detallan todos los entresijos de sus diferentes proyectos de camperización, asegurándonos la sencillez y economía de los mismos.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de camperizar un vehículo es que los elementos que añadamos, más allá de los contemplados en la ficha de homologación y más allá de la presencia de un simple colchón para pernoctar, deben ser siempre extraíbles y que en su colocación no debemos causar ningún daño o taladro en la carrocería, ya que ello nos puede causarnos problemas a la hora de pasar la obligatoria ITV.
Por otro lado, sí en la camperización utilizamos los “kit” que suministran determinadas firmas especializadas podemos tener la tranquilidad de que dichos elementos contemplan sistemas de anclaje adecuados y además cuentan con las correspondientes homologaciones administrativas, que incluyen el preceptivo “ok” por parte de los fabricantes de los vehículos.
Este “ok” significa que el fabricante certifica que los elementos de camperización cumplen con todos los requisitos técnicos exigibles y que su presencia no altera la efectividad de los sistemas de frenado, no cambia el equilibrio de pesos, etc.
También es importante saber, que la inclusión en nuestro vehículo de elementos de camperización no contemplados en la ficha técnica puede traernos problemas con agentes de tráfico demasiado rigurosos, sobre todo cuando se trata de bombonas de gas para alimentar calefacciones o cocinas portátiles.
La presencia de este tipo de elementos considerados “peligrosos” suele ser la justificación para más de una sanción.
Cuidado con el bricolaje
A la hora de realizar una camperización por nuestra cuenta y riesgo es muy importante valorar previamente el peso de los nuevos elementos que vamos a incluir, con el fin de que con el vehículo a plena carga no incumplamos la normativa de pesos totales y por eje, muy importante esto último, ni pongamos en riesgo la seguridad de los ocupantes. Así que mucho cuidado con lo que añadimos.
Además, hay que pensar que el peso de un vehículo incide de forma negativa en el consumo y en el desgaste de neumáticos y suspensiones, principalmente en el eje trasero, dado que tras una camperización estos elementos son los que van a soportar un mayor esfuerzo.
Lo positivo de este tipo de proyectos es que cada cual puede adaptar la camperización a sus gustos y necesidades, aunque lo primero es pensar bien el mobiliario que queremos incluir en el proyecto, qué dimensiones y características va a tener, qué materiales vamos a emplear y, finalmente, cómo lo vamos a colocar en nuestro vehículo para que sea desmontable y al mismo tiempo esté suficientemente anclado para que no pueda moverse o soltarse con el vehículo en circulación.
Es cierto que todo se puede aprender en la vida, pero el mejor consejo es que si no eres un “manitas” con buenos conocimientos de bricolaje mejor busques la tutela de un experto en este tipo de camperizaciones y no lo dejes todo en manos de las redes sociales.
Y si no eres ese “manitas” mejor opta por la alternativa de un “kit” que te solucionará de entrada todos los problemas de peso y montaje.
Finalmente, los seguros de los vehículos suelen basar sus coberturas en el hecho de que los vehículos no han sufrido ninguna transformación posterior no autorizada, algo que podría invalidar de hecho dichas coberturas, de modo que antes de la camperización es conveniente cerciorarse de que el seguro va a cubrirnos en caso de siniestro.
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