El sistema digestivo de un caballo es tremendamente complejo, por lo que mantener a un animal en su peso óptimo o saludable no siempre es sencillo. Aunque la raza juega un papel importante, la dieta y el ejercicio físico que desarrolla diariamente el animal tienen gran importancia a la hora de mantener su peso. Si queremos que nuestro caballo delgado aumente su peso deberemos seguir una serie de consejos para incrementar su peso de forma saludable.
En el mundo del caballo el peso también es cuestión de gustos. Aunque cada animal tiene un rango de peso óptimo hay propietarios que prefieren mantenerlos cercanos al límite inferior, mientras que otros son partidarios de que alcancen el límite superior. El reto está en aquellos caballos que a pesar de llevar una dieta normal tienden a estar por debajo de su peso ideal.
¿Cómo engordar un caballo muy flaco?
Más allá del tipo de dieta el peso de un caballo depende de factores intrínsecos, como la raza, y de esta forma hay ejemplares –pura sangre árabe o pura sangre inglés– que suelen ser más delgados de forma natural.
El nivel de ejercicio es otro factor que influye. Los caballos con una carga de trabajo alta tienen un gasto calórico mayor que aquellos que están en prado y son montados de forma esporádica, por lo que tendrán tendencia a adelgazar si no se les aporta una dieta adecuada.
Cuando tenemos un caballo delgado con bajo peso que toma una dieta adecuada y no realiza un ejercicio intenso, lo primero es descartar que exista alguna enfermedad que sea el origen de su adelgazamiento, especialmente cuando se trata de un cambio repentino.
En esta situación el veterinario puede recomendar un análisis de heces para descartar parasitosis o pruebas de sangre para comprobar el correcto funcionamiento de sus órganos.
¿Cómo es el sistema digestivo de los caballos?
A la hora de plantearse cambiar el peso de un caballo delgado hay que tener en cuenta que su aparato digestivo es diferente al de otros animales. El estómago equino es muy pequeño, entre 10 y 15 litros, mientras que su intestino delgado, donde se absorben gran parte de los nutrientes, llega a medir hasta 25 metros.
Por su parte, el intestino grueso es una gran cámara de fermentación con una capacidad de hasta 150 litros y con una flora bacteriana que puede contener hasta cuatrocientas especies de microorganismos, cuya función es la de fermentar el forraje y absorber la fibra. Este sistema digestivo tiene como peculiaridad que nunca para, por lo que siempre necesita forraje para continuar en funcionamiento.
Esta característica anatómica hace que los caballos necesiten comer pocas y muy frecuentes cantidades de forraje como base de su dieta, independientemente de que estén por encima o por debajo de su peso óptimo. De forma general los caballos deben ingerir entre 1,5 y un 2% de su peso, la mayor parte en forma de forraje.
¿Por qué adelgaza un caballo?
Un caballo puede beber menos cantidad porque el aporte sea insuficiente, como sucede cuando se producen errores en el suministro que produzcan menos caudal. Otra posibilidad es que aparezcan sabores irregulares que el caballo rechace.
¿Qué son los Easy Keepers y Hard Keepers?
En la práctica los caballos con tendencia a engordar o adelgazar existen desde siempre, pero desde hace unos años se han acuñado dos términos para referirse a ellos: “easy keepers” y “hard keepers”.
Los “easy keepers”, entre los que destacan las razas de tiro y los ponis, son caballos con un metabolismo lento que ganan peso con facilidad. Se calcula que tienen hasta un 10% menos de gasto calórico que un caballo normal y además suelen ser buenos comedores.
Un animal con sobrepeso siempre tendrá tendencia a sufrir patologías asociadas (laminitis, cólicos o enfermedades respiratorias y cardiovasculares). Además, si se trata de un caballo de trabajo o deporte hay que valorar que las extremidades soportan más peso durante el ejercicio y con ello las lesiones serán más frecuentes y la recuperación más lenta.
Por el contrario, los “hard keepers” son caballos muy propensos a perder peso. Aunque esta condición puede darse en cualquier raza es más habitual verlo en razas ligeras como el pura sangre inglés. Si el animal está sano y la delgadez es leve no supone riesgo para su salud, pero si puede ser un problema a la hora de su rendimiento deportivo y resistencia.
¿Cómo recuperar a un caballo desnutrido?
Hacer que un caballo gane peso es tarea complicada. Es difícil influir en su apetito, así que para lograrlo reduciremos en lo posible el gasto energético y aumentaremos la carga calórica de su ración.
Además, hay que tener en cuenta que la dieta debe contener nutrientes fácilmente digeribles y en una proporción adecuada para que su flora bacteriana se mantenga sana. Para ello el primer punto es ofrecer comida de forma frecuente, dividiendo su ración diaria en numerosas tomas. De esta forma estimulamos el apetito y aumentamos la ingesta total.
El heno debe ser de muy alta calidad, con mayor proporción de hojas que de tallos, pudiendo también añadirse forraje en pellets o alfalfa. Otro punto importante es aumentar la proporción de pienso al límite máximo en cada toma. Puede ayudar el uso de piensos con alto nivel energético y mayor porcentaje de proteína y el uso de las denominadas “superfibras”, como la que encontramos en la pulpa de remolacha.
En cuanto al ejercicio limitaremos cantidad e intensidad para reducir el gasto calórico, pero siempre teniendo en cuenta que el animal no pierda masa muscular, ya que el volver a ganarla posteriormente puede hacernos retroceder en el proceso.
Podemos hacer ejercicios pie a tierra para eliminar el peso del jinete y la montura, haciendo planes de entrenamiento suaves pero que nos ayuden a mantener la forma física de nuestro caballo.
¿Cuánto pesa un caballo delgado?
El peso de los caballos adultos se sitúa entre los 380 y los 1.000 kilos. Aquellos equinos que cuentan con una complexión más ligera rondan entre los 380 y los 550, mientras que las razas más pesadas abarcan desde los 700 kilos hasta los 1.000.
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