La sociedad actual y el mundo laboral nos obligan cada vez más a pasar el mínimo tiempo posible en casa. La soledad excesiva perjudica a nuestras mascotas de diferentes maneras.
Horas y horas sin nuestra compañía acarrean en ellas infelicidad, tristeza y otros efectos preocupantes.
Los animales domésticos, al igual que las personas, también disfrutan de pequeñas dosis de soledad que en muchos momentos del día nos es necesaria. Pero nunca en exceso. A nadie le gusta estar siempre solo. Tampoco a nuestra mascota.
Nuestros trabajos y relaciones personales nos abarcan tiempo de tal manera en nuestra vida que apenas nos da para acompañar en casa a nuestra mascota unas horas.
La ausencia de tiempo libre implica que los animales que viven con nosotros sufran una soledad que puede traer consecuencias muy negativas, que les afecten tanto física como psicológicamente.
La oscura soledad y sus secuelas más comunes
En el caso de los perros, pasar las horas ‘muertas’ en casa puede desencadenar comportamientos inadecuados para llamar la atención de sus dueños, mostrando una tristeza inusual en estos animales. Una situación nada agradable y comprometida con tu mascota, que incluso puede llegar a la depresión si se prolonga en el tiempo.
Pero el dolor se puede mostrar de diferentes maneras. La agresividad también puede ser un problema que es muy probable que aparezca si nuestro compañero canino se siente ignorado y desatendido. Dañar o morder muebles o zonas comunes es una posibilidad nada descabellada.
La conducta destructiva no es más que otra forma de búsqueda del animal para dar salida a sus emociones para intentar reencontrarse con su amo.
De hecho, lo más lógico es que si a un perro no se le dedica el tiempo necesario para que realice sus necesidades, éstas lleguen de manera natural en el hogar, incluso en forma de diarrea, algo que sin duda debemos tener presente cuando nos hacemos cargo de una mascota.
Nuestro descuido puede incluso perjudicar a nuestros vecinos o personas que viven próximos a nosotros. Los ladridos, aullidos continuos o el llanto también son una forma muy utilizada por los perros para llamar la atención. Y es probable que acabes siendo tú quien reciba un toque de atención de alguien que acabe muy molesto.
Menos comunes, pero sin duda a tener en cuenta, son los casos más extremos en los que el animal sufre vómitos e incluso lesiones provocadas por ellos mismos, debidos a la falta de cariño y compañía. Al igual que pueden aparecer secuelas gastrointestinales, el perro puede dejar de alimentarse de forma adecuada y sufrir anorexia.
Los movimientos repetitivos (en círculo y sin sentido alguno), la salivación en exceso y la sudoración e hiperventilación son otros síntomas causadas por el estrés o el estado de ansiedad.
Es importante diferenciar la ansiedad por soledad de la causada por separación. Ésta última ocurre cuando el animal se distancia de su denominado elemento ‘troquel’, su madre, hermanos o una persona determinada. El estado de estrés llegará entonces, aunque esté acompañado de otros familiares. Mientras que si la causa principal de su dolor es la soledad, ésta desaparecerá cuando esté acompañado de alguien, sin necesidad de que sea el elemento ‘troquel’.
¿Cómo puedo solucionar la situación?
Si se presentan los síntomas o algunos de los problemas explicados anteriormente, la consulta inmediata con el veterinario es obligatoria.
En el caso de que al perro se le diagnostique ansiedad por soledad o depresión, debe llevarse a cabo un tratamiento necesario que permita eliminar estas conductas y sentimientos negativos. Éste puede estar compuesto en determinados casos de medicación adecuada, impuesta por el especialista, o por una terapia o rutina específica como manera de acostumbrar al animal a un cambio de vida necesario.
Por ejemplo, dado que no podemos modificar nuestro ritmo de vida laboral, debemos habituar al animal a la soledad de forma gradual, para que poco a poco se acostumbre hasta no afectarle de manera negativa. Dejarle unos minutos a solas y regresar es un comienzo. Un tiempo que se irá aumentando poco a poco hasta que sea una situación normal para él.
Comprensión y paciencia son las mejores armas. Evitar los castigos por desorden cuando llegamos a casa es otra de las acciones a tener en cuenta. El can no lo relacionará con lo que ha hecho si éste ha sido un acto que ocurrió hace unas horas. En cambio, los premios por buen comportamiento sí le benefician y servirán para que tenga en cuenta lo que recibe a cambio si tiene la conducta adecuada.
En cualquier caso hay que tener en cuenta que las recomendaciones no surtirán efecto si las horas de soledad del perro y nuestra ausencia siguen siendo excesivas. La tristeza llegará, sí o sí, si nuestra mascota no disfruta de ninguna compañía en casa a lo largo del día. Tu compañero doméstico necesitará cariño, compañía y actividad física en forma de paseos o juegos.
Es por ello que lo más razonable es concienciarse bien antes de llevar a cabo una adopción o hacerse cargo de un animal, y pensar si nuestras condiciones son las más adecuadas para cumplir con ello. Pero, si tu situación te lo permite, adoptar significará cuidar y hacer feliz a un ser vivo, además de ganar calidad de vida.
Si has leído nuestro artículo y tienes perro, te animamos a que te preguntes algunas cuestiones. ¿Crees que tu compañero canino sufre por motivos de soledad cuando estás en el trabajo?, ¿Cómo reacciona cuando llegas a casa?, ¡No dudes en comentar!
Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA
Es una muy buena idea la de contratar un paseador de perros. Una solución efectiva que ayudará a que no se estrese tu perro y se relacione con los demás. Pero eso no quita que, cuando tengamos un rato, salgamos con las mascotas a divertirnos con ellos y pasear. Para ellos somos lo más importante en su vida, y quieren compartir su vida con nosotros. Como tú dices, tan sólo con verles la cara de felicidad, ¡compensa el esfuerzo!