¿Cuántos años perrunos es un año humano?

Si nos preguntamos cuántos años cumple un perro en un año, nunca hemos sabido con certeza cuándo y cómo se originó el mito de que un año humano equivale a siete de perro. Pero no tiene nada que ver con la realidad. Al menos así lo confirman algunos estudios que argumentan, ya sea con una tabla de equivalencias o con fórmulas, cuál es la verdadera edad real de un can.

Una chica junto a un perro.

Un año de nuestra vida no equivaldría a siete de perro. No se sabe muy bien por qué pero dicha teoría se ha extendido a lo largo de los años de manera imparable y ha dado respuesta a la eterna cuestión “¿Cuántos años tiene un perro en un año?”

Pero, en cambio, un equipo de científicos de la revista Science Alert refuta otra teoría mediante una serie de datos relacionados con el tamaño y el peso de nuestras mascotas.

¿Cuántos años tiene un perro en un año?

A través de una tabla de equivalencias, éstos investigadores han elaborado un estudio mediante el que prueban que en realidad un año humano equivale a 15 de un animal canino.

El informe se basa en la afirmación lógica de que si realmente humanos envejecieran siete veces más lento que los perros, podríamos llegar a vivir 150 años y reproducirnos desde los siete.

cuántos años cumple un perro en un año

Otro apunte al que se refieren los expertos es que los canes alcanzan la plena madurez sexual al año de vida, además de que envejecen de manera más rápida durante sus dos primeros años, siendo eso sí las razas de perros más pequeñas las que maduran en primera estancia, antes que las de mayor tamaño.

En ese caso, dos años después de su nacimiento, el can envejece a mayor velocidad mientras que al final de su vida, el proceso posee mayor lentitud.

1 año humano cuánto es para un perro

O dicho de otra forma, ¿Cuántos años perrunos es un año humano?.

Mediante una tabla comparativa, el equipo de investigación ha añadido otros datos relacionados con el tamaño y el peso de estas mascotas, sacando en conclusión que un año humano son realmente 15 de los perros pequeños (de 9,5 kg o menos) y perros medianos (de 9,6 a 22 kg), mientras que en las razas de mayor envergadura (de 23 a 40 kg las grandes y a partir de 41 kg gigantes) la proporción es de 14 años.

Edad del perro
(Años humanos)
Raza pequeña:
Edad en años de Perro
Raza mediana:
Edad en años de Perro
Raza grande:
Edad en años de Perro
Raza gigante:
Edad en años de Perro
115151414
223242220
328292928
432343435
536374042
640424549
744475056
848515564
952566171
1056606678
1160657286
1264697793
13687482101
14727888108
15768393115
16808799123

Lo cierto es que llevamos intentando calcular la edad de un perro en relación al hombre desde tiempos inmemoriales.

Se estima que ya en el siglo XIII, una inscripción en la Abadía de Westminster data de 1268 y calcula que un año de un ser humano corresponde a nueve de un perro.

Por su parte, un veterinario de la Universidad de Kansas aseguró a The Wall Street Journal que la teoría de los siete años pudo deberse a “una estrategia de marketing”, al ser “una forma de animar a los dueños a traer a sus mascotas al menos una vez al año“.

¿Son los perros más viejos de lo que pensamos?

Otra investigación analizó también la edad canina y su comparación con los años a los que equivaldría en un humano. Los resultados, publicados en la revista Cell Systems, también afirman que el cálculo de que un año en un perro equivale a siete años humanos no es correcto.

De hecho, se atreven a asegurar que los canes son mucho más mayores de lo que pensamos, e idearon una fórmula más precisa mediante la que calcular la edad de un perro según los cambios químicos de su ADN a medida que el organismo envejece.

edad de un perro mayor

Estos expertos señalan que en la actualidad, los perros disfrutan de prácticamente el mismo nivel de atención médica que sus dueños y comparten el mismo ambiente, por lo que esto permite analizar el envejecimiento con más precisión.

Estos animales seguirían una trayectoria de desarrollo similar que los humanos, volviéndose en la vejez más susceptibles a enfermedades relacionadas con la edad en el tiempo. Pero la forma en la que envejecen a nivel molecular es más compleja, puesto que envejecen de manera veloz al comienzo y de manera lenta posteriormente.

Trey Ideker, uno de los responsables de la investigación que forma parte de la Universidad de California (San Diego), pone de ejemplo el caso de un perro de un año, puesto que “en términos de cómo de maduro es fisiológicamente un perro de esa edad… un can de nueve meses puede tener cachorros. Por lo que de inmediato, si haces los cálculos, no sólo multiplicas por siete“. De hecho, señala que “lo sorprendente es exactamente cuántos años tiene ese perro de un año, es como un humano de 30 años“.

Por tanto, según estas conclusiones, el ADN humano y del perro, si bien no cambio demasiado a lo largo de la vida, sí lo hacen las marcas químicas de metilación, a las que Ideker considera como arrugas en el genoma: “Tiendo a pensarlo como cuando miras la cara de alguien y adivinas su edad en función de sus arrugas, cabello gris y otras características, que son similares a nivel molecular”.

Para elaborar este proyecto, los investigadores estudiaron un total de 104 perros de raza Labrador Retriever de varios grupos de edad, pasando de cachorros de pocas semanas a canes con 16 años.

En las pruebas participaron Danika Bannasch (Universidad de California) y Elaine Ostrander (Institutos Nacionales de Salud), dos expertas que compararon los cambios en el patrón de metilación con los humanos.

Esta reveló una nueva fórmula que se adapta mejor a las etapas de la vida canina-humana: edad humana = 16 In (edad del perro) +31. Según esta nueva función, un perro de ocho semanas tendría aproximadamente la edad de un bebé de nueve meses, y estarían ambos en la etapa infantil en la que tanto cachorros como bebés desarrollan los dientes. La esperanza de vida de los labradores, que suele rondar los 12 años, también correspondería con la de los humanos a nivel mundial, unos 70 años, según esta fórmula.

Durante el análisis también se descubrió que en ambas especies, la metilación se produce en gran medida en genes de desarrollo que se activan para crear planes corporales en el útero y regular el desarrollo infantil.

Al convertirnos en adultos y dejar de crecer, “en gran medida se apagan estos genes, pero aún están latentes“, asegura Ideker, que hace referencia a que “si nos fijamos en las marcas de metilación en esos genes de desarrollo, todavía están cambiando“.

Mediante los genes de desarrollo latentes, el equipo desarrolló un reloj para medir la edad y los estados fisiológicos en diferentes especies, si bien otros métodos de predicción de la edad que cuantifican la metilación sólo funcionan de manera correcta en una especie.

La investigación futura en diferentes razas de perros con diferentes esperanzas de vida podría proporcionar más información sobre el nuevo reloj, según señala Ideker.

El experto destaca que este podría no sólo servir como una herramienta para comprender el envejecimiento entre especies, sino que también podría aplicarse como práctica clínica para que los veterinarios lleven a cabo medidas proactivas para tratar a las mascotas.

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Perfil del autor

Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA

Jesús Rengel Ortiz

Periodista | Comunicación corporativa y Marketing Digital en TERRÁNEA

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